- Persiste elevada pobreza, con ingresos por hogar muy por debajo de otros países
- México, muy desigual en salarios y distribución de la riqueza: OCDE
- Cada vez se hace más grande la brecha que separa los sueldos más altos de los más bajos
- El fenómeno es uno de los principales riesgos para la prosperidad y seguridad del futuro, dice.
- Enorme brecha entre salarios y distribución de la riqueza
- México, entre los países con mayor desigualdad: OCDE
- Generar 600 millones de empleos, desafío mundial urgente: OIT
México fue catalogado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) entre las naciones con mayor desigualdad en salarios y distribución de la riqueza, por lo cual por tercera ocasión el organismo lo clasificó como muy desigual, además de que lo ubicó con una baja base fiscal. Los países que se encuentran en el mismo renglón que México son Chile, Israel, Portugal, Turquía y Estados Unidos. Ese grupo es considerado además con alta tasa de pobreza, con un ingreso disponible por hogar que se ubica muy por debajo de los otros integrantes de la OCDE. El reporte Reduciendo la inequidad en ingreso mientras se propicia el crecimiento económico: ¿puede hacerse?, clasifica a sus socios en cinco categorías según su grado de inequidad.
La calificación anterior a la de ayer fue en mayo de 2011, cuando la OCDE señaló que México ocupaba el segundo puesto entre los países de la organización en los que la brecha entre los salarios bajos y altos se amplía cada vez más. En mayo de 2011, por ejemplo, señaló que la desigualdad entre los salarios de quienes más ganan y los que perciben el salario mínimo cada vez se hace más grande, situación que se ha agravado desde 1985. Señaló que uno de los factores que influyen en tener ingresos y distribución altamente desiguales es la elevada tasa de desempleo, mitigada por la ocupación en la informalidad o por cuenta propia. Para la OCDE, Suiza, Islandia, Suecia, Dinamarca y Noruega, donde el sistema fiscal es eficiente, son los de menor desigualdad en salarios y empleo.
Otros con mayor eficiencia en el manejo de impuestos son catalogados en un segundo grupo, donde se encuentran Bélgica, Estonia, Finlandia, República Checa, Francia, Italia, Eslovaquia y Eslovenia, pese a su diferencia salarial y sus índices de desempleo. También ubica con desigualdad salarial a Austria, Alemania, Grecia, Hungría, Luxemburgo y Polonia, donde la brecha salarial entre pobres y ricos es menor. Con un fenómeno de desempleo y subempleo similar al de los países en desarrollo, que padecen alto índice de informalidad, ubica a Australia, Canadá, Irlanda, Nueva Zelanda, Reino Unido y Países Bajos, aunque cuentan con un ingreso con ciertas garantías en el hogar que no los lleva a la pobreza.
Los países deben luchar contra la creciente desigualdad, con políticas que de forma simultánea reduzcan la brecha de ingresos entre ricos y pobres, mientras se estimula el crecimiento económico, añadió la OCDE. Una nueva investigación del organismo demuestra cómo las reformas del mercado laboral, los impuestos y los sistemas de transferencias y la educación de alta calidad pueden producir un doble dividendo: aumentar el producto interno bruto mientras se reduce la desigualdad del ingreso. La creciente desigualdad es uno de los principales riesgos para la prosperidad y seguridad de nuestro futuro, señaló el economista en jefe del organismo, Pier Carlo Padoan.
El principal desafío al que ahora se enfrentan los gobiernos es la implementación de reformas que rencaminen el crecimiento, pongan a trabajar a la gente y reduzcan la acentuada brecha de ingresos, sostuvo. Una prioridad debe ser la reducción o eliminación de las exenciones impositivas, que benefician principalmente a los ricos, lo que crearía un espacio para las reducciones favorables al crecimiento en tasas impositivas marginales para todos los contribuyentes, explicó.
Periódico La Jornada
Martes 24 de enero de 2012, p. 29
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. . . kikka-roja.blogspot.com/
La calificación anterior a la de ayer fue en mayo de 2011, cuando la OCDE señaló que México ocupaba el segundo puesto entre los países de la organización en los que la brecha entre los salarios bajos y altos se amplía cada vez más. En mayo de 2011, por ejemplo, señaló que la desigualdad entre los salarios de quienes más ganan y los que perciben el salario mínimo cada vez se hace más grande, situación que se ha agravado desde 1985. Señaló que uno de los factores que influyen en tener ingresos y distribución altamente desiguales es la elevada tasa de desempleo, mitigada por la ocupación en la informalidad o por cuenta propia. Para la OCDE, Suiza, Islandia, Suecia, Dinamarca y Noruega, donde el sistema fiscal es eficiente, son los de menor desigualdad en salarios y empleo.
Otros con mayor eficiencia en el manejo de impuestos son catalogados en un segundo grupo, donde se encuentran Bélgica, Estonia, Finlandia, República Checa, Francia, Italia, Eslovaquia y Eslovenia, pese a su diferencia salarial y sus índices de desempleo. También ubica con desigualdad salarial a Austria, Alemania, Grecia, Hungría, Luxemburgo y Polonia, donde la brecha salarial entre pobres y ricos es menor. Con un fenómeno de desempleo y subempleo similar al de los países en desarrollo, que padecen alto índice de informalidad, ubica a Australia, Canadá, Irlanda, Nueva Zelanda, Reino Unido y Países Bajos, aunque cuentan con un ingreso con ciertas garantías en el hogar que no los lleva a la pobreza.
Los países deben luchar contra la creciente desigualdad, con políticas que de forma simultánea reduzcan la brecha de ingresos entre ricos y pobres, mientras se estimula el crecimiento económico, añadió la OCDE. Una nueva investigación del organismo demuestra cómo las reformas del mercado laboral, los impuestos y los sistemas de transferencias y la educación de alta calidad pueden producir un doble dividendo: aumentar el producto interno bruto mientras se reduce la desigualdad del ingreso. La creciente desigualdad es uno de los principales riesgos para la prosperidad y seguridad de nuestro futuro, señaló el economista en jefe del organismo, Pier Carlo Padoan.
El principal desafío al que ahora se enfrentan los gobiernos es la implementación de reformas que rencaminen el crecimiento, pongan a trabajar a la gente y reduzcan la acentuada brecha de ingresos, sostuvo. Una prioridad debe ser la reducción o eliminación de las exenciones impositivas, que benefician principalmente a los ricos, lo que crearía un espacio para las reducciones favorables al crecimiento en tasas impositivas marginales para todos los contribuyentes, explicó.
Periódico La Jornada
Martes 24 de enero de 2012, p. 29
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