Un presunto grupo del crimen organizado colocó 11 mantas en 7 municipios en las que aceptaron la petición realizada por el arzobispo de León
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LEÓN, Gto. 7 de febrero.— La solicitud de una tregua que el arzobispo de esta ciudad hizo a los narcotraficantes ya tuvo consecuencias.
Ayer, un presunto grupo del crimen organizado colocó 11 mantas en siete municipios de Guanajuato, en las que aceptaron la petición realizada por José Guadalupe Martín Rábago el pasado 22 de enero, cuando llamó a los criminales a reducir la violencia durante la visita de Benedicto XVI a México, que se realizará del 23 al 26 de marzo próximo. No obstante, según fuentes de la Procuraduría estatal, el grupo delictivo condicionó la tregua a que se impida que un cártel rival opere en Guanajuato. El pasado 22 de enero, Martín Rábago hizo su solicitud a los integrantes de la delincuencia organizada: “Que colaboren siquiera permitiendo que todas estas personas vengan a un acto totalmente respetable. No aprovechen para hacer algo que pudiera llevarnos a una experiencia de duelo y muerte”, dijo.
Ésta no fue la primera vez que la Iglesia católica mexicana pedía una tregua a los narcos. En diciembre de 2010, el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, lo hizo dos veces. En agosto pasado, la Conferencia del Episcopado Mexicano les solicitó permitir el recorrido de las reliquias de Juan Pablo II.
El 28 de enero, el representante del Papa en México, el nuncio Christophe Pierre, dijo que la Iglesia no pidió una tregua: “Lo que pedimos es un cambio de mentalidad”.
Narcos aceptan paz durante visita papal
Un grupo de la delincuencia organizada que opera en Guanajuato presuntamente aceptó la propuesta de tregua que solicitó el arzobispo de León, José Guadalupe Martín Rábago para la visita del papa Benedicto XVI, que se espera llegue a México el 23 de marzo.
A través de 11 mantas colocadas en siete diferentes municipios de Guanajuato, el cártel presuntamente también se deslindó del ataque perpetrado contra escoltas del procurador de Justicia, Carlos Zamarripa Aguirre, en el que un atacante perdió la vida y un agente ministerial asignado como escolta del funcionario guanajuatense fue herido en una pierna.
Fuentes de la Procuraduría General de Justicia de Guanajuato (PGJ) informaron que el contenido de las mantas descartan que el grupo de la delincuencia organizada, antagónico al cártel de Sinaloa, haya sido el responsable de los hechos violentos ocurridos en el fraccionamiento residencial Santa Fe, donde vive Carlos Zamarripa.
En cambio, las mantas presuntamente muestran su acuerdo con el arzobispo de León, con la propuesta de tregua, días después rechazada por el nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, información que dio a conocer Excélsior hace tres semanas.
El pasado 23 de enero, Martín Rábago llamó al crimen organizado a establecer una tregua, dejando libres y seguras las carreteras de México para que quienes pretendan llegar a Guanajuato a ver al papa Benedicto XVI, puedan hacerlo tranquilamente.
Ante la inseguridad de las carreteras que llegan a Guanajuato, principalmente las provenientes del norte del país, Martín Rábago apeló a la sensibilidad humana de sicarios y narcotraficantes para que en marzo respeten a la población.
“Que colaboren siquiera permitiendo que todas estas personas vengan a un acto totalmente respetable. No aprovechen para hacer algo que pudiera llevarnos a una experiencia de duelo y muerte.
“Confiamos que en el corazón de ellos, que finalmente son seres humanos, haya sensibilidad para respetar la vida de las personas.”
En el mensaje de las mantas de ayer, presuntamente condicionan la tregua a que se impida que el cártel Nueva Generación, presuntamente ligado a Joaquín El Chapo Guzmán, tenga acceso a Guanajuato.
Cabe recordar que este viernes fue detenido en esta ciudad José Antonio Torres Marrufo, alias El Marrufo, líder de Nueva Generación, brazo armado del cártel de Sinaloa en Chihuahua.
Llamados a la paz
Jerarcas de la Iglesia católica han hecho llamados en diversas ocasiones a integrantes del crimen organizado para que se abstengan de seguir delinquiendo.
El 27 de marzo de 2011, el arzobispo de la Arquidiócesis de León, José Guadalupe Martín Rábago, exhortó a los narcotraficantes y a los sicarios a arrepentirse de sus pecados, retirarse de esa actividad de muerte para que obtengan el perdón de Dios. El prelado señaló que el castigo de excomunión impuesta a los narcos en algunas diócesis no ha tenido “mucho resultado”.
El 9 de agosto de 2011, la jerarquía católica de México pidió una tregua especial a los delincuentes: que frenaran la violencia mientras las reliquias del beato Juan Pablo II recorrían más de 100 lugares del país. En medio de un clima de violencia en algunas partes de México, la Conferencia del Episcopado Mexicano hizo un llamado a los criminales para que permitan a los mexicanos venerar las reliquias en el recorrido que comenzó el 25 de agosto pasado.
El 4 de diciembre de 2011, el obispo de Cuernavaca, Alfonso Cortés Contreras, se sumó al llamado de tregua navideña que solicitó el poeta Javier Sicilia a los cárteles de la droga, pero también pidió su arrepentimiento ante el dolor que le han causado a la sociedad.
El prelado católico precisó: “Yo les hago un llamado, y les hago un llamado fraterno y a nombre de Dios a que piensen que ese no es el camino del bien, que no es el camino de la paz, que no es el camino de vivir como hermanos y como seres humanos”.
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