Es momento de unidad de todas las fuerzas progresistas: AMLO
México, Distrito Federal
Lunes 26 de octubre de 2009
http://www.gobiernolegitimo.org.mx/noticias/comunicados.html?id=79168* Discurso de Andrés Manuel López Obrador, presidente legítimo de México, en la asamblea del Movimiento Nacional en Defensa de la Economía Popular y en apoyo a los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), frente al Senado de la República
Amigas y amigos:
Gracias por su apoyo y respaldo. Como siempre, gracias de todo corazón.
Cada vez es más claro que en México un puñado de potentados domina con arrogancia y cinismo.
Tengamos presente que la actual oligarquía nació del pillaje, se conformó con el saqueo de bienes de la nación y del pueblo. Ninguno de sus integrantes ha hecho fortuna con imaginación, trabajo y de conformidad con la ley. Casi todos se han enriquecido en los últimos 20 años, al amparo del poder público. No se trata, en sentido estricto, de empresarios con tradición, con vocación productiva y dimensión social, sino más bien de traficantes de influencias, de delincuentes de cuello blanco.
Esto explica en mucho su arrogancia y su ambición desmedida de poder. Por eso han secuestrado a las instituciones constitucionales; tienen como empleado a Felipe Calderón; mandan en el PRI y en el PAN, y son dueños o controlan los principales medios de comunicación.
Este es el principal problema de México: Hay una mafia insaciable, enferma de codicia, dispuesta ha imponerse a costa del sufrimiento del pueblo y a conspirar contra la paz pública y la estabilidad social.
Sólo así se explica que, en plena decadencia, cuando se está hundiendo el país, se empeñen en mantener su política antipopular y entreguista. Sin aceptar ninguna responsabilidad en la tragedia nacional están exigiendo mayores sacrificios al pueblo.
Con saña imponen a todos más contribuciones, cuando ellos, el año pasado, obtuvieron ingresos por 5 billones de pesos, la mitad del Producto Interno Bruto, la mitad de toda la riqueza que se generó el año pasado en nuestro país, y sólo pagaron el 1.7 por ciento de Impuesto Sobre la Renta.
¿Dónde está su honorabilidad, dónde está su compromiso con México, dónde está su buena fe? Cuánta razón tenía Hidalgo cuando decía que el único dios de los opresores era el dinero.
Es lamentable ver a Calderón hecho un guiñapo, obedeciendo fielmente a esta camarilla. Escucharlo decir que quiere ayudar a los pobres aumentando impuestos. Lo cierto es que da pena ajena cada vez que abre la boca.
Recientemente, se atrevió a sostener que el golpe a la empresa pública Luz y Fuerza del Centro se debió a la ineficiencia de los trabajadores, que por culpa de ellos se dejaron de crear 100 mil empleos en la región centro del país, cuando todos sabemos que el propósito es seguir entregando la industria eléctrica a particulares, nacionales y extranjeros.
Y qué decir de Peña Nieto, que al día siguiente o a los dos días de la infamia contra los trabajadores del SME, salió a respaldar a Calderón y, junto con otros gobernadores, apoya abiertamente el aumento de impuestos, de las gasolinas, el diesel, el gas y la luz, porque además de congraciarse con la oligarquía, se quedarán con una parte importante del botín.
Las Cámaras de Diputados y Senadores están convertidas en un mercado de intereses y componendas. Es todo un espectáculo observar cómo diputados del PRI y del PAN aprueban aumentos de impuestos, cuando hasta hace unos meses, en sus campañas políticas, de manera cínica, prometían a sus electores exactamente lo contrario.
Llama la atención ver maniobrar al senador Manlio Fabio Beltrones, fingiendo, tratando de engañar que es opositor al paquete económico, cuando en realidad lo que busca es defender los privilegios fiscales del pequeño grupo de potentados del país.
Y por si fuera poco, es patético el sometimiento y la vileza que prevalece en la mayoría de los medios de comunicación. Baste decir que 15 días antes de la desaparición injusta e ilegal de Luz y Fuerza, un lunes, iniciando la semana, casi todos los columnistas y conductores de radio y televisión, alineados y por consigna, empezaron a preparar el terreno para tratar de justificar el golpe al SME.
Algunos, rasgándose las vestiduras, llegaron a cuestionar que había trabajadores que ganaban hasta 8 mil pesos al mes, cuando la pregunta obligada sería: ¿Y cuánto les pagan a ellos? Por cierto, sería conveniente que lo hicieran público, porque hay algunos que obtienen más que los diputados, que los senadores, que los magistrados y hasta más que los ministros de la Corte, que reciben 600 mil pesos mensuales.
En fin, amigas y amigos, son tiempos de canallas, pero no venimos sólo a hablar de eso. Venimos a defender al pueblo y a la nación. Venimos a oponernos a los aumentos de impuestos y a la injusticia cometida contra los 44 mil trabajadores del SME. Este es un acto de resistencia civil pacífica.
Les recuerdo que el 13 de octubre presentamos, tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores, en tiempo y forma, dos proyectos de decreto para enfrentar la crisis de las finanzas públicas sin aumentar impuestos, combustibles y sin endeudar al país.
Aquí repito, el gobierno sostiene que hay un déficit o faltante de 360 mil millones de pesos y nosotros proponemos que se apruebe una ley de austeridad republicana, que ya se presentó para ahorrar 200 mil millones de pesos y que se lleve a cabo una reforma legal para abolir los privilegios fiscales de los potentados, con lo cual se obtendrían 300 mil millones de pesos. Es decir, con estas dos medidas se generarían 500 mil millones de pesos.
De esta manera, no sólo se resolvería el problema de las finanzas públicas, sino que habrían disponibles 140 mil millones de pesos para fortalecer a pequeñas y medianas empresas, proteger el empleo, apoyar al campo y garantizar el derecho del pueblo a la educación, la salud y al bienestar.
El día de hoy –como aquí lo informó el senador Monreal— me reuní con senadores de los tres partidos del Frente Amplio Progresista y les pedí, a nombre de nuestro movimiento, que se promueva la aprobación de estas dos iniciativas, antes de votar la Ley de Ingresos y otros proyectos fiscales enviados por la Cámara de Diputados.
Les expresé a nuestros senadores que es falsa la afirmación de que “no hay de otra”, esa cantaleta que usan cada vez que cometen una fechoría. Claro que sí hay de otra. Existe nuestra propuesta que es viable y justa.
Asimismo, les insistí a nuestros senadores, de manera respetuosa, que no aprobaran el aumento al IVA, a los servicios de telecomunicaciones, a los depósitos en efectivo y que no aprobaran el aumento al Impuesto Sobre la Renta, que afecta más a quienes ganan de 6 mil a 50 mil pesos mensuales, que les afecta más, porque están queriendo aumentar el ISR de 28 a 30 por ciento.
Pero el que obtiene de 6 mil 400 a 50 mil, va a tener que pagar en promedio 7.5 por ciento más de Impuesto Sobre la Renta. Hasta en esto hay regresividad.
Tampoco considero deben aceptar el alza del 17 por ciento en promedio a las gasolinas, el diesel, el gas y la luz, ni aceptar el aumento del déficit público.
Aquí abro un paréntesis para expresar mi reconocimiento a nuestros diputados del movimiento que actuaron de manera consecuente la semana pasada. Estoy seguro que de la misma forma van a actuar nuestros senadores.
Se trata de un asunto de gran trascendencia para la vida pública del país. Es inaceptable que por mantener privilegios de la alta burocracia y de los potentados, se decida exprimir aún más al pueblo y se siga endeudando al país.
Sólo recuerdo que un mayor déficit público es sinónimo de más endeudamiento, porque hablan de déficit público y mucha gente no sabe a ciencia cierta de que se trata. Recuerden ustedes que cada vez que escuchen que va a aumentar el déficit público, es que van a contratar más deuda, que van a endeudar más al país, con todos sus inconvenientes que esto significa.
Si aumentan el déficit público hay el riesgo de que baje la calificación crediticia del país, que se eleve el pago por el servicio del financiamiento y, desde luego con esta medida, se continúe hipotecando el futuro de los mexicanos.
Es el momento de iniciar, desde el Senado, un debate nacional sobre los privilegios de las cúpulas del poder económico y del poder político en México. Debe saberse por qué los altos funcionarios públicos de nuestro país ganan más que en otras partes del mundo.
Es obligado que con argumentos se explique por qué un trabajador asalariado, un profesionista, un integrante de la clase media, un pequeño o mediano empresario y comerciante, paga en proporción a sus ingresos, hasta 1,500 por ciento más de Impuesto sobre la Renta que los más grandes empresarios y banqueros del país.
Hagamos valer como ciudadanos nuestro derecho a la información. Exijamos que se transparente todo lo relacionado con el pago de impuestos. Tenemos que oponernos a la violación del principio de progresividad que establece el artículo 31 de nuestra Constitución.
Amigas y amigos:
Aquí reitero, al mismo tiempo, nuestro apoyo firme y decidido a los trabajadores electricistas. Es injusto y es inhumano lo que les están haciendo.
Nada más es cosa de pensar cómo se atreven en épocas de crisis, cuando no hay trabajo, despedir a 44 mil trabajadores. Dijo hace unos días el pelele de Calderón que no tenía problemas de conciencia. Si es así, realmente estamos frente a una persona que no tiene sentimientos, porque nadie podría tener tranquila su conciencia tomando una decisión de dejar sin trabajo en estos momentos a 44 mil trabajadores.
He estado pendiente desde Oaxaca. Estoy recorriendo todos los municipios de usos y costumbre y he estado leyendo las crónicas en los periódicos, sobre todo en el único periódico que realmente defiende al pueblo y defiende a los trabajadores.
Me conmovió leer hace unos días que una trabajadora del SME, obligada por las circunstancias, porque es una canallada lo que están haciendo, fue a cobrar su liquidación. Cuando le entregaron su liquidación, lloraba diciendo qué cómo les hacían eso. Y esto es lo que duele en estos momentos, en esta situación por la cual atraviesan los electricistas y sus familias.
Por eso, todo nuestro apoyo a los trabajadores del SME.
No podemos nosotros, lo dijo la vez pasada, reemplazar a la dirección del SME en la toma de decisiones, en qué hacer ante esta situación. Nosotros vamos a seguir actuando bajo la conducción de los dirigentes del SME. Vamos a seguir apoyando sin protagonismos, pero con efectividad.
Continuaremos participando en todas las movilizaciones y acciones de resistencia civil pacífica que ellos convoquen. Y ya iniciamos la campaña de acopio de víveres para apoyar, en todo lo que podamos, a sus familias.
No olvidemos: La defensa del SME es la defensa de los derechos del pueblo. Es defender las conquistas de todos los trabajadores, de los campesinos, de los indígenas, de los estudiantes, de las clases medias y de los sectores más pobres del país. Si no hacemos nada por ellos, la oligarquía no se detendrá, con soberbia y autoritarismo, irá por más y contra todos.
Por eso es momento de unidad de todas las fuerzas progresista del país. Unidad del movimiento campesino, del movimiento obrero, del movimiento ciudadano, todos juntos para parar esta ofensiva y lograr la derogación de ese decreto ilegal e inconstitucional.
¿Aceptan la propuesta del SME de unirnos?
La Comisión de Enlace de nuestro movimiento con los dirigentes del SME ya nos ha informado. Aquí informó Jesús Martín del Campo de los acuerdos y tareas. Vamos a darle seguimiento a todo este acuerdo de defender los derechos de los trabajadores electricistas.
Amigas y amigos:
En estos momentos definitorios, y esto hay que tenerlo muy presente, aunque tengamos el corazón caliente, debemos actuar con la cabeza fría. Una cosa es resistir con firmeza y otra es caer en la trampa de la violencia.
Nada de provocación, como ustedes lo saben y lo dicen. Eso es lo que quisieran. Tenemos que darle la vuelta, no es un asunto que se tanga que resolver enfrentando a la policía o al Ejército. Este es un asunto que se tiene que resolver con la movilización ciudadana y con la resistencia civil pacífica.
Lo que quisieran nuestros adversarios es que perdiéramos la cabeza, no lo van a conseguir. Nosotros tenemos la razón y la razón siempre triunfa. La justicia tarda, pero llega.
Lo importante, y hay muchos ejemplos en la historia. Miren, cuántas lecciones nos dejó el mejor presidente que ha habido en la historia de nuestro país, Benito Juárez. Una de esas elecciones tiene que ver con la perseverancia y la terquedad en la defensa de los ideales, de los principios y de las causas que se defienden.
Lo importante es la perseverancia y la terquedad. Lo importante es no cansarnos y, mucho menos, claudicar. Estemos atentos y pendientes a cualquier llamado. Sigamos respaldando a nuestros legisladores, a los senadores y cuando regrese de nuevo el proyecto, que espero se modifique en el Senado, cuando regrese a la Cámara de Diputados, de nueva cuenta, estoy seguro que ahí van a estar, de pié, en lucha, con argumentos nuestros diputados, defendiendo al pueblo y defendiendo a la nación.
Esto todavía no termina. Acudamos al llamado que nos hagan los dirigentes del SME. Sigamos defendiendo al pueblo y a la nación, pero no dejemos de hacer trabajo de orientación, trabajo de concientización y organización.
Ahí está la clave, hay que orienta, hay organizar al pueblo, para derrotar a la oligarquía en el terreno político, de manera pacífica, hasta construir un gobierno verdaderamente democrático, un gobierno del pueblo y para el pueblo, para que entonces las riquezas de México y el fruto del trabajo del pueblo se distribuya con justicia, alcance a todos, haya bienestar en nuestro país y se garantice la felicidad que merece nuestro pueblo.
Ese es el propósito principal: la transformación de la vida pública de México. No olvidemos ese objetivo superior, queremos la transformación de la vida pública del país.
Y, repito, ha habido en la historia de México tres grandes transformaciones: la Independencia, la Reforma y la Revolución y nosotros queremos llevar a cabo la cuarta transformación de la vida pública de nuestro país.
No es esta lucha nada más para ocupar cargos públicos. Entendemos que la política es hacer historia y a eso estamos convocados. Ese es el propósito que tenemos.
Dirán algunos que es utópico, que es un sueño, pero los sueños de las mujeres y de los hombres de hoy, van a ser las realidades del mañana.
Tenemos que salvar a México, tenemos que liberar a nuestro pueblo de la opresión.
¡Viva la resistencia civil pacífica!
¡Viva los trabajadores electricistas!
¡Viva el SME!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!
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