La fecha para el primer interrogatorio al que será sometido el arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, por parte de los abogados de Joaquín Aguilar, una de las víctimas del cura pederasta Nicolás Aguilar, quedó fijado para el próximo 8 de agosto. A pesar de que aún no se precisa en qué parte de la Ciudad de México se realizará esta diligencia, el defensor Jeff Anderson asegura que él y su cliente están dispuestos a llegar “hasta el fondo” para que Rivera sea enjuiciado en Estados Unidos por presunto encubrimiento en este caso de abuso sexual
El cardenal Roger Mahony, arzobispo de Los Angeles, puede ser llamado a declarar, en calidad de testigo, en el juicio que se le sigue en la Corte de esta ciudad al cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, quien es señalado como presunto encubridor del sacerdote pederasta Nicolás Aguilar. Por lo pronto, Mahony ya aceptó tácitamente haber protegido al religioso mexicano al haber pagado 660 millones de dólares de indemnización a las víctimas de sus sacerdotes, entre las que se incluye el joven Joaquín Aguilar, un joven que fue objeto de abuso sexual por parte del cura Nicolás, quien trabajó con Mahony en la década de los ochenta. Joaquín Aguilar, que recibirá 50 mil dólares, afirma: “Mahony ya aceptó su culpabilidad al haberme indemnizado por el caso del padre Nicolás. Aceptó que éste era un violador que estuvo bajo sus órdenes. En nuestra demanda, nosotros lo señalamos a él como cómplice del cardenal Rivera Carrera, pues ambos tuvieron una especie de asociación delictuosa para proteger al pederasta. Está por verse si el arzobispo de México acepta también su culpa”.
– ¿Con su indemnización, Mahony implícitamente está inculpando a Rivera Carrera?
– Exactamente, pues fue Rivera Carrera quien envió al padre Nicolás a la arquidiócesis de Los Ángeles a trabajar con Mahony, sabiendo que era un pederasta. De manera que exportó a un delincuente.
La cita del 8 de agosto
Según Joaquín Aguilar, ante estos hechos “el cardenal Mahony puede ser llamado a declarar como testigo en el juicio que se le llevará a Rivera Carrera en la Corte de Los Ángeles. De manera que quizá veamos sentados en la Corte a estos dos cardenales”. Señala que el próximo 8 de agosto, en la Ciudad de México, él y Rivera Carrera serán sometidos a un primer interrogatorio personal: “Mis abogados interrogarán al cardenal, mientras que los abogados de Rivera Carrera me interrogarán a mí. También será llamado a declarar monseñor Rodrigo Aguilar, obispo de Tehuacán, Puebla, por ser la diócesis a la que actualmente pertenece el padre Nicolás. A los tres nos juntarán en el mismo lugar. Y cada interrogatorio durará dos horas”.
– ¿Dónde serán los interrogatorios?
– Nosotros estamos pidiendo que se realicen en la sede de la embajada de Estados Unidos en México. Pero el cardenal Rivera quiere que sean en su domicilio particular, en la colonia Florida. De manera que serán en alguno de estos dos lugares. Así, después de una batalla legal que duró más de cinco años, Mahony acordó voluntariamente pagar un total de 660 millones de dólares a 508 víctimas de abuso sexual cometido por sacerdotes pederastas. El acuerdo –aprobado por el juez Haley Fromholz y que no tiene precedentes en lo que se refiere al monto del pago– es en extremo complejo porque involucra a muchas víctimas, a varias compañías de seguros y a diferentes órdenes religiosas. Este arreglo económico le permitió a Mahony evitar por lo menos 15 juicios que involucraban a 172 víctimas, los cuales estaban programados para llegar a la Corte entre julio y enero de 2008. De hecho, la noticia del acuerdo se dio a conocer precisamente un día antes de que Mahony se viera obligado a testificar bajo juramento sobre qué tanto sabía de los abusos sexuales contra menores de edad y qué hizo para evitarlos.
El acuerdo sólo cubre las demandas que había contra Mahony, pero sigue adelante la demanda que Joaquín Aguilar interpuso ante la misma Corte de Los Ángeles contra el cardenal Rivera por encubrir al padre Nicolás. De acuerdo con dicha acusación, este sacerdote católico habría abusado de varios infantes en la diócesis de Tehuacán, cuando Rivera Carrera era obispo de ella. Y para protegerlo, el ahora arzobispo primado de México lo envío en abril de 1987 a la diócesis de Los Ángeles. Después, en enero de 1988 y cuando había acusaciones en contra del sacerdote mexicano en Estados Unidos, Rivera lo readmitió en México, donde abusó de Joaquín Aguilar, en 1994. Jeff Anderson, abogado de las víctimas en las demandas contra Rivera y Mahony, señala que el interrogatorio del 8 de agosto tiene como propósito conocer el grado de participación de Rivera en el supuesto encubrimiento del padre Nicolás. Anderson se muestra confiado en que el cardenal mexicano asistirá a la cita. “Sus mismos abogados pidieron que se hiciera en esa fecha, así que no creo que no cumpla”; de lo contrario, explica, violaría las leyes estadunidenses. Asegura que este caso es exactamente igual al de Mahony. Y cuando se le pregunta si está buscando un acuerdo económico con la arquidiócesis de México, responde: “Vamos a ir hasta las últimas consecuencias, hasta el fondo. Esto eso es lo que quiere mi cliente y es lo que yo también quiero”.
Son “chantajes”: Hugo Valdemar
El vocero de la arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, ha declarado en varias ocasiones que, a diferencia de Mahony, el cardenal Rivera no caerá en “los chantajes” de Jeff Anderson: “En el fondo se esconde un chantaje. Resulta claro que hay un interés económico en esa demanda. Llegar a un arreglo económico sería como admitir la culpabilidad del cardenal y que él provocó un daño que debe reparar. No admitimos esto, porque el cardenal es inocente”. Sin embargo, dice Anderson: “Nosotros sólo queremos justicia y proteger a otros miles de niños que están desamparados y a expensas de esos sacerdotes (…) No queremos que ocurra lo de Los Ángeles, donde al pagar 660 millones de dólares Mahony puede caminar libremente por la calle. Mahony tendría que haberse disculpado, pero detrás de las rejas de una prisión”. Aunque inicialmente se divulgó que cada víctima recibiría un promedio de 1.3 millones de dólares, lo cierto es que las compensaciones varían de 25 mil dólares a 4 millones de dólares, en función de la gravedad de los casos.
La arquidiócesis de Los Ángeles, la más grande de Estados Unidos, con más de 4.5 millones de feligreses, prometió entregar a las víctimas 250 millones de dólares y aceptó hacer un pago de garantía de otros 123 millones de dólares en caso de que alguna de las partes no aporte lo que le corresponde. Las compañías de seguros de la Iglesia pagarán 227 millones de dólares, mientras que otras órdenes religiosas aportarán 60 millones de dólares. El dinero será entregado a partir del 1 de diciembre. Ante la presión cada vez más intensa de los abogados, las víctimas y las compañías de seguros, el cardenal Mahony viajó a finales de mayo pasado al Vaticano. Se entrevistó con importantes jerarcas de la Iglesia Católica y consultó sobre los aspectos financieros del acuerdo. Incluso recibió la aprobación para obtener préstamos y vender al menos 50 propiedades de la arquidiócesis a su cargo. El Vaticano requiere que las diócesis obtengan permiso para cualquier transferencia de recursos –que pueden ser bienes raíces, dinero en efectivo, inversiones o préstamos– con un valor superior a los 10 millones de dólares, informó Tod M. Tamberg, portavoz del cardenal Mahony. La primera propiedad que ha sido ya puesta a la venta es el edificio de 12 pisos en el 3424 de Wilshire Boulevard, una elegante zona en el centro de Los Ángeles, donde se encuentran las oficinas administrativas de la arquidiócesis. El edificio tiene un valor en el mercado de al menos 40 millones de dólares.
Diezmos para la causa
Fuentes de la arquidiócesis han dicho que un porcentaje no determinado de las limosnas de los feligreses tendrá que ser utilizado para pagar a las víctimas. La arquidiócesis de Los Ángeles y diversas órdenes religiosas, como los carmelitas, los franciscanos y los jesuitas, han pagado ya 114 millones de dólares como parte de otros acuerdos que abarcaron a 86 víctimas de abuso sexual, por lo que las actuales obligaciones económicas de la arquidiócesis en este sentido ascienden a 774 millones de dólares. En los hechos, los escándalos por abuso sexual que sacuden a la Iglesia católica de Estados Unidos han dejado enormes beneficios económicos, particularmente a los abogados, quienes por regla general se llevan el 40% del monto de los acuerdos. Por eso, en las demandas en contra la Iglesia católica han intervenido firmas de abogados con gran experiencia en litigios de querellas colectivas. Son los casos de Raymond Boucher y de Jeff Anderson. En 2004, Boucher y su firma de abogados KBL, con sede en Los Ángeles, representaron a más de 100 víctimas de abuso sexual ante la diócesis de Orange, y el litigante consiguió una compensación para las víctimas de 100 millones de dólares. Jeff Anderson, cuya firma se encuentra en St. Paul, Minnesota, ha representado a más de 2 mil víctimas en demandas interpuestas durante los últimos 20 años contra prácticamente todas las diócesis estadunidenses. Por ejemplo, en 1998 consiguió un veredicto a favor de un adolescente violado por el sacerdote Thomas Adamson, por el cual el joven recibió 3.5 millones de dólares. En 1996 obtuvo otro triunfo, esta vez contra la arquidiócesis de Minneapolis, por 1.1 millones, y otro, ese mismo año, contra el sacerdote Garg Dowing, por 10 millones de dólares.
Incluso, en 2002 inició una demanda en Chicago contra el Vaticano por ordenar encubrir a los sacerdotes pederastas. “Hay un documento fechado en 1962 en el que el Papa ordena a los obispos que en caso de abuso sexual se mantenga en secreto el caso”, dice. Para la Iglesia católica estadunidense 2006 fue un año de altas y bajas en sus finanzas. Por un lado, la mayoría de sus inversiones en la bolsa de valores ganaron entre 11% y 15%; pero, por el otro, los acuerdos económicos con las víctimas de abuso sexual minaron sus recursos y en algunos casos las pusieron al borde de la bancarrota, según un estudio sobre las finanzas de las 177 diócesis católicas estadunidenses dado a conocer por Charles Zech, economista de la Universidad Villanova de Pennsylvania y director del Centro de Estudios de Administración Eclesiástica. De 1950 a marzo de 2007 las diócesis católicas de Estados Unidos desembolsaron alrededor de mil 500 millones de dólares en indemnizaciones a víctimas de abuso sexual. Con el acuerdo económico logrado por la arquidiócesis de Los Ángeles por 660 millones de dólares a partir de 2002, esa cifra suma 2 mil 100 millones de dólares.
– ¿Con su indemnización, Mahony implícitamente está inculpando a Rivera Carrera?
– Exactamente, pues fue Rivera Carrera quien envió al padre Nicolás a la arquidiócesis de Los Ángeles a trabajar con Mahony, sabiendo que era un pederasta. De manera que exportó a un delincuente.
La cita del 8 de agosto
Según Joaquín Aguilar, ante estos hechos “el cardenal Mahony puede ser llamado a declarar como testigo en el juicio que se le llevará a Rivera Carrera en la Corte de Los Ángeles. De manera que quizá veamos sentados en la Corte a estos dos cardenales”. Señala que el próximo 8 de agosto, en la Ciudad de México, él y Rivera Carrera serán sometidos a un primer interrogatorio personal: “Mis abogados interrogarán al cardenal, mientras que los abogados de Rivera Carrera me interrogarán a mí. También será llamado a declarar monseñor Rodrigo Aguilar, obispo de Tehuacán, Puebla, por ser la diócesis a la que actualmente pertenece el padre Nicolás. A los tres nos juntarán en el mismo lugar. Y cada interrogatorio durará dos horas”.
– ¿Dónde serán los interrogatorios?
– Nosotros estamos pidiendo que se realicen en la sede de la embajada de Estados Unidos en México. Pero el cardenal Rivera quiere que sean en su domicilio particular, en la colonia Florida. De manera que serán en alguno de estos dos lugares. Así, después de una batalla legal que duró más de cinco años, Mahony acordó voluntariamente pagar un total de 660 millones de dólares a 508 víctimas de abuso sexual cometido por sacerdotes pederastas. El acuerdo –aprobado por el juez Haley Fromholz y que no tiene precedentes en lo que se refiere al monto del pago– es en extremo complejo porque involucra a muchas víctimas, a varias compañías de seguros y a diferentes órdenes religiosas. Este arreglo económico le permitió a Mahony evitar por lo menos 15 juicios que involucraban a 172 víctimas, los cuales estaban programados para llegar a la Corte entre julio y enero de 2008. De hecho, la noticia del acuerdo se dio a conocer precisamente un día antes de que Mahony se viera obligado a testificar bajo juramento sobre qué tanto sabía de los abusos sexuales contra menores de edad y qué hizo para evitarlos.
El acuerdo sólo cubre las demandas que había contra Mahony, pero sigue adelante la demanda que Joaquín Aguilar interpuso ante la misma Corte de Los Ángeles contra el cardenal Rivera por encubrir al padre Nicolás. De acuerdo con dicha acusación, este sacerdote católico habría abusado de varios infantes en la diócesis de Tehuacán, cuando Rivera Carrera era obispo de ella. Y para protegerlo, el ahora arzobispo primado de México lo envío en abril de 1987 a la diócesis de Los Ángeles. Después, en enero de 1988 y cuando había acusaciones en contra del sacerdote mexicano en Estados Unidos, Rivera lo readmitió en México, donde abusó de Joaquín Aguilar, en 1994. Jeff Anderson, abogado de las víctimas en las demandas contra Rivera y Mahony, señala que el interrogatorio del 8 de agosto tiene como propósito conocer el grado de participación de Rivera en el supuesto encubrimiento del padre Nicolás. Anderson se muestra confiado en que el cardenal mexicano asistirá a la cita. “Sus mismos abogados pidieron que se hiciera en esa fecha, así que no creo que no cumpla”; de lo contrario, explica, violaría las leyes estadunidenses. Asegura que este caso es exactamente igual al de Mahony. Y cuando se le pregunta si está buscando un acuerdo económico con la arquidiócesis de México, responde: “Vamos a ir hasta las últimas consecuencias, hasta el fondo. Esto eso es lo que quiere mi cliente y es lo que yo también quiero”.
Son “chantajes”: Hugo Valdemar
El vocero de la arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, ha declarado en varias ocasiones que, a diferencia de Mahony, el cardenal Rivera no caerá en “los chantajes” de Jeff Anderson: “En el fondo se esconde un chantaje. Resulta claro que hay un interés económico en esa demanda. Llegar a un arreglo económico sería como admitir la culpabilidad del cardenal y que él provocó un daño que debe reparar. No admitimos esto, porque el cardenal es inocente”. Sin embargo, dice Anderson: “Nosotros sólo queremos justicia y proteger a otros miles de niños que están desamparados y a expensas de esos sacerdotes (…) No queremos que ocurra lo de Los Ángeles, donde al pagar 660 millones de dólares Mahony puede caminar libremente por la calle. Mahony tendría que haberse disculpado, pero detrás de las rejas de una prisión”. Aunque inicialmente se divulgó que cada víctima recibiría un promedio de 1.3 millones de dólares, lo cierto es que las compensaciones varían de 25 mil dólares a 4 millones de dólares, en función de la gravedad de los casos.
La arquidiócesis de Los Ángeles, la más grande de Estados Unidos, con más de 4.5 millones de feligreses, prometió entregar a las víctimas 250 millones de dólares y aceptó hacer un pago de garantía de otros 123 millones de dólares en caso de que alguna de las partes no aporte lo que le corresponde. Las compañías de seguros de la Iglesia pagarán 227 millones de dólares, mientras que otras órdenes religiosas aportarán 60 millones de dólares. El dinero será entregado a partir del 1 de diciembre. Ante la presión cada vez más intensa de los abogados, las víctimas y las compañías de seguros, el cardenal Mahony viajó a finales de mayo pasado al Vaticano. Se entrevistó con importantes jerarcas de la Iglesia Católica y consultó sobre los aspectos financieros del acuerdo. Incluso recibió la aprobación para obtener préstamos y vender al menos 50 propiedades de la arquidiócesis a su cargo. El Vaticano requiere que las diócesis obtengan permiso para cualquier transferencia de recursos –que pueden ser bienes raíces, dinero en efectivo, inversiones o préstamos– con un valor superior a los 10 millones de dólares, informó Tod M. Tamberg, portavoz del cardenal Mahony. La primera propiedad que ha sido ya puesta a la venta es el edificio de 12 pisos en el 3424 de Wilshire Boulevard, una elegante zona en el centro de Los Ángeles, donde se encuentran las oficinas administrativas de la arquidiócesis. El edificio tiene un valor en el mercado de al menos 40 millones de dólares.
Diezmos para la causa
Fuentes de la arquidiócesis han dicho que un porcentaje no determinado de las limosnas de los feligreses tendrá que ser utilizado para pagar a las víctimas. La arquidiócesis de Los Ángeles y diversas órdenes religiosas, como los carmelitas, los franciscanos y los jesuitas, han pagado ya 114 millones de dólares como parte de otros acuerdos que abarcaron a 86 víctimas de abuso sexual, por lo que las actuales obligaciones económicas de la arquidiócesis en este sentido ascienden a 774 millones de dólares. En los hechos, los escándalos por abuso sexual que sacuden a la Iglesia católica de Estados Unidos han dejado enormes beneficios económicos, particularmente a los abogados, quienes por regla general se llevan el 40% del monto de los acuerdos. Por eso, en las demandas en contra la Iglesia católica han intervenido firmas de abogados con gran experiencia en litigios de querellas colectivas. Son los casos de Raymond Boucher y de Jeff Anderson. En 2004, Boucher y su firma de abogados KBL, con sede en Los Ángeles, representaron a más de 100 víctimas de abuso sexual ante la diócesis de Orange, y el litigante consiguió una compensación para las víctimas de 100 millones de dólares. Jeff Anderson, cuya firma se encuentra en St. Paul, Minnesota, ha representado a más de 2 mil víctimas en demandas interpuestas durante los últimos 20 años contra prácticamente todas las diócesis estadunidenses. Por ejemplo, en 1998 consiguió un veredicto a favor de un adolescente violado por el sacerdote Thomas Adamson, por el cual el joven recibió 3.5 millones de dólares. En 1996 obtuvo otro triunfo, esta vez contra la arquidiócesis de Minneapolis, por 1.1 millones, y otro, ese mismo año, contra el sacerdote Garg Dowing, por 10 millones de dólares.
Incluso, en 2002 inició una demanda en Chicago contra el Vaticano por ordenar encubrir a los sacerdotes pederastas. “Hay un documento fechado en 1962 en el que el Papa ordena a los obispos que en caso de abuso sexual se mantenga en secreto el caso”, dice. Para la Iglesia católica estadunidense 2006 fue un año de altas y bajas en sus finanzas. Por un lado, la mayoría de sus inversiones en la bolsa de valores ganaron entre 11% y 15%; pero, por el otro, los acuerdos económicos con las víctimas de abuso sexual minaron sus recursos y en algunos casos las pusieron al borde de la bancarrota, según un estudio sobre las finanzas de las 177 diócesis católicas estadunidenses dado a conocer por Charles Zech, economista de la Universidad Villanova de Pennsylvania y director del Centro de Estudios de Administración Eclesiástica. De 1950 a marzo de 2007 las diócesis católicas de Estados Unidos desembolsaron alrededor de mil 500 millones de dólares en indemnizaciones a víctimas de abuso sexual. Con el acuerdo económico logrado por la arquidiócesis de Los Ángeles por 660 millones de dólares a partir de 2002, esa cifra suma 2 mil 100 millones de dólares.
Kikka Roja