Pide panista a Sheinbaum expresarse con respeto del gobierno Sin embargo, legisladores del PAN, PRI y PRD defendieron el derecho a la libertad de expresión de Claudia Sheinbaum en el foro sobre la reforma energética Arturo Zárate Vite El Universal Ciudad de México Jueves 15 de mayo de 2008 17:48 Legisladores del PAN, PRI y PRD defendieron el derecho a la libertad de expresión de Claudia Sheinbaum en el foro sobre la reforma petrolera, cuando el diputado panista Jorge Rubén Nordhausen le exigió respeto y le reprochó que haya hablado de "gobierno espurio". Nordhauasen, con su reclamo, alzando la voz, parecía que rompería con un debate que se había caracterizado por la exposición de ideas, sin limitante alguna. Al abrir la sesión de preguntas hacia los invitados o ponentes del debate sobre la reforma petrolera, se quejó de lo dicho por quien se presentó como representante del "gobierno legítimo" y llamó "gobierno espurio" al de Felipe Calderón. "Mida su actuación cuando se refiere a uno de los poderes de la Unión, porque ha venido aquí, a este Poder, que es parte del gobierno que ella le llama espurio, a decirnos en nuestra cara y en nuestra casa que somos gobierno espurio", manifestó. El diputado, quien presumió de ser un defensor de la equidad de género, hizo sus observaciones y reclamos no sin antes expresarle a la invitada todo su respeto. "Recibirá usted un trato digno de nuestra parte, con mucho respeto, sólo le reconvengo a que si quiere usar esos términos, utilícelos en otro lugar que no sea el Poder Legislativo", remató el panista. Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que fuera reconvenido por los demás legisladores. El diputado perredista David Mendoza Arellano precisó que Sheinbaum se había referido a otro Poder, no al Legislativo. José Murat, del PRI, agradeció la presencia de todos los invitados, en particular de Claudia. Destacó que en este foro no debe haber más limitación que cada quien diga su verdad. Rubén Camarillo, del PAN, celebró, y también agradeció la presencia de la perredista. "La respeto, aun cuando no coincido en algunas de sus apreciaciones". Cuando el micrófono volvió a Sheinbaum sostuvo su dicho y que de ninguna manera había faltado al respeto. El diputado Nordhausen, en el uso de la réplica, argumentó que, según la Constitución, el gobierno está formado por los tres poderes y en consecuencia el legislativo es parte de ese gobierno. Además, comentó que en una misma acta se consignó el triunfo del ahora presidente de la República y de quienes forman parte del poder legislativo. .......
La “mitología nacionalista” no debe ser lo único que anda fuera de tiempo, y de lugar, en este día del Senado. Es decir, entre antier martes y este jueves hubo en los lugares de honor 28 hombres y sólo dos mujeres. El comienzo apenas. Los panistas, principales interesados en sacar adelante las iniciativas de reformas del presidente Felipe Calderón, brillan por su ausencia entre el público. Tampoco hay muchos priístas.Y no es todo. Uno de los más celebrados escritores del país, Héctor Aguilar Camín, le saca un espejo a Porfirio Muñoz Ledo, uno de los más celebrados políticos. “Soy espejo y me reflejo”, quizá quiere decir. O no, le hace ver a Muñoz Ledo que él nunca estuvo en el gobierno y por tanto no es responsable de ningún desastre.Un momento de esparcimiento en un debate que no despierta emociones sino en contados momentos. Uno extraño sucede cuando el público –la mayoría asesores, invitados, cercanos al Frente Amplio Progresista, porque priístas y panistas hay poquísimos– se alza en un aplauso continuado, el más largo y sonoro en lo que va de los debates, para celebrar el texto de Javier Jiménez Espriú. El ex vicepresidente de los Pumas obtiene lo que no logran la improvisada agudeza de Porfirio Muñoz Ledo, la celebrada pluma de Héctor Aguilar Camín (Francisco Labastida dixit), ni la propuesta “alternativa” que corre a cargo de Claudia Sheinbaum. El aplauso largo, de pie una parte del respetable público en el patio del Senado, es para el ingeniero Javier Jiménez Espriú, ex director comercial de Petróleos Mexicanos, quien, nomás para arrancarse, pone las cosas así: “La propuesta de reforma (del presidente Felipe Calderón) es insuficiente en el análisis económico, discutible desde el punto de vista técnico, inconsistente en el aspecto legal, ignorante de contenido histórico y ayuna de sensibilidad política”. Y se alzan a aplaudir a Jiménez Espriú, miembro del equipo de Jorge Carpizo, ingeniero ligado a la poderosa ICA, según recuerda alguien aquí, los integrantes del bando contrario a la iniciativa presidencial. No es lo único fuera de lugar en el debate que define el futuro de un país enfermo de su “mitología nacionalista”, como define Aguilar Camín. Es el debate, según sentencia un senador panista, del “consejo de ancianos”, de los “más conspicuos” de la República.Los enemigos de la reforma calderonista la tienen ganada, si nos atenemos a la ovación en el patio senatorial.Jiménez Espriú se lanza con las frases que lo sacarán en hombros: la propuesta “es insuficiente en el análisis económico, discutible desde el punto de vista técnico, inconsistente en el aspecto legal, ignorante de contenido histórico y ayuna de sensibilidad política”. Y más: “Se ha partido de la decisión de abrir Pemex al sector privado y luego se han acomodado premisas, argumentos, datos y diagnóstico, en ese orden, para sustentar la solución decidida de antemano.”Se concentra Jiménez Espriú, en tanto ingeniero, en la pobreza de la investigación y el desarrollo de tecnologías. Refiere, para ilustrar el colmo, que el Instituto Mexicano del Petróleo cuenta con un presupuesto de 900 millones de pesos (la mitad de recursos propios), cuando Pemex entrega al fisco 700 mil millones. “¡No se requieren comentarios!”, dice, para llevarse la tarde.Un problema casi siquiátrico: Aguilar Camín Los bolígrafos y los micrófonos se colocan en posición de ataque, sin embargo, y como es de esperarse, en el turno de Héctor Aguilar Camín, orador de apertura anticlimática: “Como la mayoría de los ciento diez millones de mexicanos que son dueños nominales del petróleo, no sé lo que sucede en Pemex.”Tengo treinta años y no conozco el PRI, escribió Aguilar Camín en 1976, si la memoria no falla. Se ha develado el misterio tricolor pero no el petrolero.Se refiere el escritor, claro, al oscuro manejo de las decisiones y los dineros de la paraestatal. Y provoca: “La mitología nacionalista nos impide hablar del petróleo y de Pemex como lo que son: una materia prima y una empresa… emblemas de nuestra nacionalidad imaginaria.”Claudia Sheinbaum le responde Perogrullo en mano: “Pemex no es cualquier empresa, el petróleo no es cualquier producto”. Y para ilustrar refiere el dato de los 100 mil millones de dólares al año que genera la paraestatal, contra los 45 mil millones que constituyen la fortuna del hombre más rico de México. Y cita de nuevo a Jesús Reyes Heroles, padre del actual director de Pemex, para decir con él que las empresas extranjeras del crudo han sido el mayor peligro para la nación, pues incluso llegaron a sugerir una invasión estadunidense. Aguilar Camín, en su turno, concede: no es cualquier empresa, no es cualquier producto. Sólo para luego decir que construimos una “mitología nacionalista de tal tamaño que hasta nos impide pensar libremente”.¿La Constitución es un problema? Ha sido reformada 476 veces, dice Aguilar. Y explica por qué los candados a la inversión privada no fueron colocados en 1917 ni en 1938, sino hasta 1960: “Se les estaba acabando la Revolución mexicana, y quieren darle una vuelta de tuerca y se la dan… van más allá que el mismísimo general Cárdenas.” De modo que ahí comenzó todo. Y eso es lo que tiene a 60 por ciento de los mexicanos, según Porfirio Muñoz Ledo, en contra de la privatización. Asunto inexplicable, si los hay, pues como dice Aguilar Camín: en relación con el petróleo tenemos “un problema casi siquiátrico”. ¿Marchas y tomas de tribuna? No. Soberanía ya, divanes para todos. La propuesta alternativa Claudia Sheinbaum resume la propuesta delineada en el Zócalo el 18 de marzo, en nombre del “gobierno legítimo”. Quizá lo nuevo es el énfasis que pone en la propuesta de un comité anticorrupción. No molestan sus conceptos ni sus cifras, sino su presencia y su apertura: su dardo contra el presidente “usurpador”.Le contesta, la reconviene un senador del PAN que es contratista de Pemex. La defienden sus correligionarios del FAP.Ella dibuja las “cinco líneas estratégicas” que no requieren “grandes reformas jurídicas” sino “voluntad política y visión de soberanía”: Pemex como motor de la economía nacional (unir lo partido en varias divisiones, entre otras cosas), un nuevo sistema de precios que no dependa del mercado estadunidense, liberar a Pemex de su carga fiscal y fortalecer el desarrollo tecnológico, además del ya citado combate a la corrupción.Del otro lado de la acera, el economista Luis Rubio coincide: Pemex se ha manejado con criterios partidistas y una “infinita tolerancia a la corrupción”. También, a su modo, se empata con quienes consideran que la constitucionalidad de la reforma es un enredo inexistente: “El tema no es quién se apropia de la renta petrolera, sino cómo se emplea de tal suerte que sirva decisivamente al desarrollo del país”.Javier Beristáin, del ITAM, desmenuza el concepto de renta petrolera sin que nadie le haga mucho caso. Porfirio Muñoz Ledo improvisa y diserta sobre El petróleo y yo. Los diputados y senadores preguntan sin mayor fortuna. Se anuncia la siguiente ronda del debate nacional para el próximo martes. En otro foro, Ricardo Monreal agrega la expresión “santanismo petrolero” a la del panista Germán Martínez, quien el martes hablara de los “pontífices del petróleo”, en un tono que antes sólo empleó para referirse a la ultra de su partido: los “meones de agua bendita”. Competencia de frases. Apenas en el segundo round, con un tercio del público respecto del primer combate. A este paso, los ponentes hablarán sólo frente a senadores y diputados. Entonces sí, los próceres de la patria deberán atenderse, porque estarán frente a un “problema casi siquiátrico”. |
- Beneficia a compañías como Halliburton, que ya operan en Chicontepec, dicen expertos
- Con dedicatoria a empresas extranjeras, la propuesta fiscal del Ejecutivo para Pemex
- Significará una pérdida de la renta petrolera de entre 200 mil y 300 mil millones de pesos anuales
La nueva reforma fiscal para Petróleos Mexicanos (Pemex) propuesta por el Ejecutivo federal tiene como propósito fomentar la entrada de capital privado a la industria petrolera beneficiando principalmente a empresas como Halliburton, que ya operan en la perforación de campos en Chicontepec, consideraron expertos en materia energética y financiera.La razón para estas modificaciones es estimular la inversión particular en el sector, porque ninguna empresa privada iba a entrar con tasas impositivas de 105 por ciento sobre flujo de efectivo, como las que paga la paraestatal, y ahora les proponen entrar con gravámenes de entre 60 y 71 por ciento, lo que significará una pérdida de la renta petrolera para el fisco de entre 200 y 300 mil millones de pesos anuales, mientras que para Pemex no hay ningún beneficio directo.
La iniciativa establece un régimen diferenciado para facilitar la extracción de petróleo y gas natural en zonas difíciles y complejas, como los proyectos en aguas profundas. En ella se propone reducir entre 15 y 20 por ciento la tasa impositiva a las empresas privadas, con respecto a la que le cobran a Pemex, y una deducción de 10 dólares por barril de crudo o gas que se produzca en Chicontepec, y de 15 dólares en aguas profundas. En este último caso se propone que ciento por ciento del monto original de las inversiones realizadas para la exploración sería deducible hasta que los hidrocarburos fueran extraídos y formaran parte de la producción.Ignacio Cedillo, experto en mercados petroleros de la consultoría Bursamétrica, indicó que la iniciativa enviada por el Ejecutivo al Congreso tiene como objetivo alentar la inversión privada, pero sin un beneficio directo para Pemex. Además, la propuesta se debió incluir en el paquete enviado en marzo pasado, para que fuera incorporada en los debates que actualmente se llevan a cabo en el Senado de la República.
Consideró que si verdaderamente se quisiera beneficiar a Pemex, se le debería haber bajado en la misma proporción la carga fiscal que pesa sobre la empresa y no le permite desarrollarse. A su vez, Miguel García Reyes, especialista en temas geopolíticos del petróleo, consideró que la reciente iniciativa de reforma fiscal para Pemex solamente polarizará a los dos principales grupos que buscan, por un lado, la apertura del sector energético a la inversión privada, y por el otro, que Pemex sea la palanca del desarrollo. Indicó que la propuesta lo que hace es dispensar una parte de los impuestos a las empresas privadas que eventualmente pudieran incorporarse a la exploración y explotación de crudo y gas en aguas someras y profundas del Golfo de México. En términos geopolíticos, dijo, esto va a violentar el debate y va a polarizar a la sociedad, como está ocurriendo en Bolivia y Venezuela. Lourdes Rocha Juárez, analista del grupo financiero Banamex, señaló: “Pemex se podría beneficiar ampliamente con esta medida, si no le limitan máximos de deducción fiscal, y de esa manera pudiera llegar a ejecutar las inversiones necesarias”. La iniciativa, dijo, reconoce los mayores costos de exploración y extracción, así como los tiempos sensiblemente más amplios de desarrollo de este tipo de yacimientos petroleros.En su oportunidad, Mario di Costanzo, analista financiero, aseguró que con esto el gobierno pretende “cerrar la pinza” para asegurar que la iniciativa privada entre a competir con Pemex de una manera más ventajosa.
Mencionó que esta iniciativa lleva una dedicatoria clara a empresas privadas que operan en Chicontepec y Cantarell, como Halliburton en el primer caso, y Schlumberger, en el segundo. Explicó que en Cantarell actualmente existen 80 pozos cerrados con una producción de 6 mil barriles diarios, que se podrían reabrir con una carga fiscal más baja que la que se le aplica a Pemex.Consideró que con las reducciones impositivas propuestas, entre 30 y 40 por ciento, la pérdida de la renta petrolera sería de entre 200 mil y 300 mil millones de pesos anuales, que ahora se desviarían a beneficios privados.
- Está cerca del BM y lejos de los sentimientos de la nación, lamenta Jiménez Espriú
- El plan calderonista, insuficiente en lo económico e ignorante en lo histórico
- Las iniciativas son discutibles desde el punto de vista técnico y sin sensibilidad política, afirma
Qué lamentable que las iniciativas de Felipe Calderón encaminadas a privatizar Petróleos Mexicanos (Pemex) “estén tan cerca de las recomendaciones del Banco Mundial y tan lejos de los sentimientos de la nación”, advirtió el ex director de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Javier Jiménez Espriú. Al participar en el segundo foro de análisis sobre la reforma de Pemex, sostuvo, “con plena convicción”, que la propuesta del Ejecutivo federal es “insuficiente en el análisis económico, discutible desde el punto de vista técnico, inconsistente en el aspecto legal, ignorante de contenido histórico y ayuna de sensibilidad política”. Con una amplia trayectoria en la academia y en la función pública, que incluye haber sido secretario general de la UNAM, subdirector de Comercialización de Pemex y subsecretario de Comunicaciones y Transportes, al presentar su ponencia mantuvo al auditorio sin pestañear de principio a fin.
Desmenuzó los “datos sesgados”, el lenguaje engañoso y “algunas verdades a medias”, que son “mentiras dolosas” de una propuesta privatizadora.Jiménez Espriú dijo que mediante reformas a leyes secundarias, como se hizo con el sector eléctrico –en tiempos en que el diputado panista Felipe Calderón reconoció que eran inconstitucionales–, se pretende poner en manos de particulares refinerías y la propiedad de oleoductos, lo que significa entregar a los poderosos de siempre los eslabones fundamentales de la cadena de valor de la industria petrolera.
Alertó sobre los contratos de riesgo, presentes en las iniciativas de reforma de Calderón, para beneficiar a trasnacionales y su impacto en la ingeniería mexicana, así como en las posibilidades de desarrollo tecnológico y científico del país. Si la reforma es aprobada, sostuvo, “podemos decir que dentro de 20 años, en lugar de disponer de las tecnologías que nos hacen falta, “¡la ingeniería y la tecnología mexicana ya no estarán más!” Preguntó al auditorio reunido en el patio central de la Cámara de Senadores: ¿qué hará una nación como México sin ingeniería y sin desarrollo tecnológico propio?, ya que se transferirá al extranjero la formación del capital intelectual. Él mismo respondió: “Seguramente otra vez cambiar vidrios y espejos por los frutos de nuestras entrañas –del crudo a la mano de obra barata–, aunque ya no usemos penachos con plumas ni obtengamos nuestros títulos y grados en el calmécac. ”Recalcó que no se ha aprendido una lección fundamental, que “la autodeterminación tecnológica y, por ende, el apoyo al desarrollo de la ciencia y la tecnología son cuestiones de supervivencia nacional”, pero “se han ido cancelando por ignorancia, por soberbia o por intereses discutibles”. De entrada, resaltó que las iniciativas de Calderón no toman en cuenta que Pemex no es una industria común, sino “una entidad símbolo que se encuentra enraizada en el alma de los mexicanos, el emblema de la soberanía nacional”.
Recalcó que no pueden aceptarse “como dogmas de fe las menciones oficiales de que con la propuesta Pemex se fortalece, que no hay contratos de riesgo en la misma, que no hay privatización, que los hidrocarburos son y seguirán siendo sólo de los mexicanos, y que no hay otra forma de incrementar nuestra capacidad de ejecución si no es con numerosas alianzas estratégicas”. Los contratos de riesgo, insistió, están planteados en los artículos cuarto de la iniciativa de reforma a la ley reglamentaria del 27 constitucional, 45 y 46 de la propuesta de nueva ley orgánica de Pemex, entre otros, donde además se autoriza suscribirlos por asignación directa, discrecional e incluso confidencial.“ O sea, compartir la renta petrolera en beneficio de los poderosos de siempre y en detrimento de los dueños legítimos del recurso.”
Jiménez Espriú dijo que no exterioriza, “porque se opone a los intereses de quienes pretenden abrir la industria petrolera a la iniciativa privada, que Pemex está técnicamente quebrada a propósito, con una cortedad de miras inaceptables y sin consideración de su potencial ni de su importancia para el desarrollo de este país”.Es “la única petrolera del mundo a la cual sus administradores no le han permitido aprovechar los recursos excedentes del boom del precio del petróleo para atender sus deficiencias y rezagos”. Se cuenta, agregó, “con tantas posibilidades de explorar y encontrar petróleo y gas en el territorio y en aguas someras como en las grandes profundidades del océano, que la urgencia de ir al fondo del mar es sólo de los interesados en la participación privada en Pemex y no de la razón técnica, ni de la planeación estratégica”.
Si fuera verdad que no tenemos ni la capacidad tecnológica ni el dinero, “cierto es que tenemos el petróleo y quien tiene el petróleo puede poner las reglas del juego para adquirir la tecnología y obtener el dinero”. Sostuvo que “estamos a tiempo para seguir preparando nuestros ingenieros y técnicos, algunos de los cuales lo están haciendo a pesar de la poca voluntad y aliento de los políticos, y estarán en condiciones para adquirir la tecnología, en términos de desarrollarla, comprarla o asimilarla, con acuerdos comerciales”.
Kikka Roja