- Se respaldará a quienes no puedan pagar sus deudas a los bancos
- Ya basta de que convivan dos Méxicos: el de los privilegiados y el de los jodidos
- www.casasdelmovimiento.blogspot.com
Jaime Avilés
Tras la destrucción pública de una tarjeta de crédito vigente –aclaró el ciudadano que la cortaba en pedacitos con una tijera–, el Movimiento Nacional en Defensa de la Economía Popular llamó al pueblo a no pagar y no restructurar sus deudas con los bancos, en virtud de que los intereses han subido entre 78 y 105 por ciento, de acuerdo con la explicación que brindó Mario di Constanzo, secretario de finanzas del gobierno legítimo, durante el animado mitin que Andrés Manuel López Obrador encabezó ayer ante la sede de la Asociación de Bancos de México.
Pocas cosas alborotaron tanto a la gente que desde las cuatro y media de la tarde se hallaba reunida con pancartas y banderas ante la casona de 16 de Septiembre, como el hecho de saber que allí, detrás de aquella fachada de piedra, se encuentra el salón Arcángeles, adonde muy seguido viene a comer Agustín Carstens, secretario de Hacienda, dato que en el imaginario de los militantes de la resistencia civil pacífica produjo verdadera conmoción, sobre todo cuando López Obrador añadió que en ese mismo restaurante consumen sus alimentos los ministros de la Suprema Corte.
Ya basta de que convivan dos Méxicos: el de los privilegiados de 600 mil pesos al mes y el de los jodidos de mil 600, clamó entonces una manta de plástico impresa a dos tintas, en abierta alusión a los sueldos de los máximos jueces del país, a quienes, en opinión que en ese instante López Obrador expresaba a voz en cuello, les deberían pagar sus sueldos no el pueblo de México, sino (Carlos) Salinas (de Gortari), Roberto Hernández y Claudio X. González, porque actúan al servicio de esa mafia.
De pie sobre el zócalo de granito de un edificio colonial, una señora en pants y de anteojos negros desplegaba una cartulina en la que con muy buena letra y mejor paciencia había escrito: El gobierno no quiso apoyar las cajas de ahorro, los medios empresariales hicieron una campaña de desprestigio contra ellas, pero siempre han apoyado a la burguesía y al no haber otra forma de ahorro al que pide prestado le cobran intereses hasta que pierde la camisa.
Era todo un editorial que leían quienes venían por Gante hacia Madero o Venustiano Carranza, y que se detenían a escuchar los coros de indignados que a la menor provocación gritaban ¡pre-si-den-te, pre-si-den-te!, y también ¡Éste es el pueblo de López Obrador! ¿Dónde está el tuyo, espurio Calderón?, ondeando enormes banderas del PT y Convergencia, y banderines de las brigadas defensoras del petróleo, mientras de las torres de sonido, a espaldas de la esquina de 16 de Septiembre y Bolívar, colgaban mantas de la Alianza de Tranviarios y El Barzón.
Sobre el portón de madera preciosa del antiguo Club de Banqueros, otra manta a colores, con una foto del aludido en el mensaje, planteaba esta exigencia: revocación de mandato al presidente del empleo por inepto. López Obrador continuaba su arenga, un metro más arriba de sus partidarios, flanqueado por Porfirio Muñoz Ledo, Jesusa Rodríguez, Gerardo Fernández Noroña, Asa Cristina Laurell, Laura Itzel Castillo, Antonio Gershenson, Layda Sansores y muchos y muchas más, que apenas cabían en la plataforma del camioncito habilitado como templete.
Ya le había adelantado a la gente que su equipo de trabajo presentará una solicitud ante el Instituto Federal de Acceso a la Información para que revele quiénes han comprado los 20 mil millones de dólares de la reserva federal que el Banco de México ha subastado en secreto para defender el peso mexicano, con tanto éxito que ya se devaluó 50 por ciento y por lo visto seguirá cayendo porque ayer, en casas de cambio de Tijuana, el dólar se cotizó a 16 por uno.
Ya había asimismo deslizado su sospecha de que los compradores de esos 20 mil millones de dólares son negociantes (de influencias) que mantienen relaciones privilegiadas con el gobierno espurio, y ya había explicado que en la AMB, igual que en Televisa, hay más poder que en Los Pinos, en el Congreso y en la Corte. Ahora, en la zona central de su discurso, volvía a insistir en que esta lucha no descansará hasta lograr que del presupuesto se destine una partida de 200 mil millones de pesos para apoyar al campo, generar empleos, bajar los precios de las gasolinas, el diesel, la electricidad y el gas de uso doméstico, y aumentar las becas para los estudiantes y los ancianos.
Pero de pronto se interrumpió para pedirle a Clara Brugada que leyera las direcciones de las casas del movimiento defensor de la economía –que se pueden buscar en www.casasdelmovimiento.blogspot.com –, donde quienes acaten el llamado de Mario di Constanzo a no pagar sus deudas con los bancos recibirán asesoría jurídica gratuita.
Hoy, López Obrador iniciará una visita por Chihuahua.
kikka-roja.blogspot.com/
Pocas cosas alborotaron tanto a la gente que desde las cuatro y media de la tarde se hallaba reunida con pancartas y banderas ante la casona de 16 de Septiembre, como el hecho de saber que allí, detrás de aquella fachada de piedra, se encuentra el salón Arcángeles, adonde muy seguido viene a comer Agustín Carstens, secretario de Hacienda, dato que en el imaginario de los militantes de la resistencia civil pacífica produjo verdadera conmoción, sobre todo cuando López Obrador añadió que en ese mismo restaurante consumen sus alimentos los ministros de la Suprema Corte.
Ya basta de que convivan dos Méxicos: el de los privilegiados de 600 mil pesos al mes y el de los jodidos de mil 600, clamó entonces una manta de plástico impresa a dos tintas, en abierta alusión a los sueldos de los máximos jueces del país, a quienes, en opinión que en ese instante López Obrador expresaba a voz en cuello, les deberían pagar sus sueldos no el pueblo de México, sino (Carlos) Salinas (de Gortari), Roberto Hernández y Claudio X. González, porque actúan al servicio de esa mafia.
De pie sobre el zócalo de granito de un edificio colonial, una señora en pants y de anteojos negros desplegaba una cartulina en la que con muy buena letra y mejor paciencia había escrito: El gobierno no quiso apoyar las cajas de ahorro, los medios empresariales hicieron una campaña de desprestigio contra ellas, pero siempre han apoyado a la burguesía y al no haber otra forma de ahorro al que pide prestado le cobran intereses hasta que pierde la camisa.
Era todo un editorial que leían quienes venían por Gante hacia Madero o Venustiano Carranza, y que se detenían a escuchar los coros de indignados que a la menor provocación gritaban ¡pre-si-den-te, pre-si-den-te!, y también ¡Éste es el pueblo de López Obrador! ¿Dónde está el tuyo, espurio Calderón?, ondeando enormes banderas del PT y Convergencia, y banderines de las brigadas defensoras del petróleo, mientras de las torres de sonido, a espaldas de la esquina de 16 de Septiembre y Bolívar, colgaban mantas de la Alianza de Tranviarios y El Barzón.
Sobre el portón de madera preciosa del antiguo Club de Banqueros, otra manta a colores, con una foto del aludido en el mensaje, planteaba esta exigencia: revocación de mandato al presidente del empleo por inepto. López Obrador continuaba su arenga, un metro más arriba de sus partidarios, flanqueado por Porfirio Muñoz Ledo, Jesusa Rodríguez, Gerardo Fernández Noroña, Asa Cristina Laurell, Laura Itzel Castillo, Antonio Gershenson, Layda Sansores y muchos y muchas más, que apenas cabían en la plataforma del camioncito habilitado como templete.
Ya le había adelantado a la gente que su equipo de trabajo presentará una solicitud ante el Instituto Federal de Acceso a la Información para que revele quiénes han comprado los 20 mil millones de dólares de la reserva federal que el Banco de México ha subastado en secreto para defender el peso mexicano, con tanto éxito que ya se devaluó 50 por ciento y por lo visto seguirá cayendo porque ayer, en casas de cambio de Tijuana, el dólar se cotizó a 16 por uno.
Ya había asimismo deslizado su sospecha de que los compradores de esos 20 mil millones de dólares son negociantes (de influencias) que mantienen relaciones privilegiadas con el gobierno espurio, y ya había explicado que en la AMB, igual que en Televisa, hay más poder que en Los Pinos, en el Congreso y en la Corte. Ahora, en la zona central de su discurso, volvía a insistir en que esta lucha no descansará hasta lograr que del presupuesto se destine una partida de 200 mil millones de pesos para apoyar al campo, generar empleos, bajar los precios de las gasolinas, el diesel, la electricidad y el gas de uso doméstico, y aumentar las becas para los estudiantes y los ancianos.
Pero de pronto se interrumpió para pedirle a Clara Brugada que leyera las direcciones de las casas del movimiento defensor de la economía –que se pueden buscar en www.casasdelmovimiento.blogspot.com –, donde quienes acaten el llamado de Mario di Constanzo a no pagar sus deudas con los bancos recibirán asesoría jurídica gratuita.
Hoy, López Obrador iniciará una visita por Chihuahua.