Raymundo Riva Palacio
“El Chapo”
Domingo, 15 de Marzo de 2009
Ni Azcárraga ni Harp Helú, empresarios notables, lo superan. Veinticuatro horas después del anuncio de Forbes, el buscador de noticias e información de Google le daba un total de 256 mil 900 hits (búsquedas de su nombre o apodo), contra 126 mil del presidente de Televisa y apenas 26 mil del ex banquero y dueño del equipo de beisbol de los Diablos Rojos de México.
Impensable para quien conoció a Guzmán Loera, apodado "El Chapo" por su estatura de 1.55 metros, lugarteniente del último barón del narcotráfico en México, Miguel Ángel Félix Gallardo, que agarrara tal notoriedad por las peores razones: una fortuna amasada por el narcotráfico, dinero y construida sobre muertos, propios y extraños. Su historia, con todo y fortuna, no es envidiable. Al contrario.
En 1980, junto con su viejo amigo Héctor "El Güero" Palma, trabajaba para Félix Gallardo, jefe del omnipresente Cártel de Guadalajara, cuya diáspora marcó la historia del crimen organizado en este país el último cuarto de siglo.Al ser detenido Félix Gallardo en 1989, toda la organización se desmontó y sus sicarios se repartieron el reino. Guzmán Loera se quedó con Mexicali y San Luis Río Colorado, en Sonora; Palma con Nogales y Hermosillo; el ex policía judicial Rafael Aguilar se quedó con Ciudad Juárez, Chihuahua y Nuevo Laredo, donde surgiría el Cártel de Juárez; Jesús Labra se quedó con Tijuana, ayudado por sus sobrinos, los hermanos Arellano Félix; e Ismael "El Mayo" Zambada, con Sinaloa.
Las guerras no tardaron en estallar por los territorios, desatadas porque desde mediados de los 90 los cárteles colombianos empezaron a pagar en especie la transportación de droga a Estados Unidos y ya no más en efectivo. Los mexicanos tuvieron que construir un mercado, a partir de plazas. El Cártel de Tijuana echó a Guzmán; los contrabandistas García Ábrego, sobrinos del legendario Juan Nepomuceno Guerra, metieron a su banda al narcotráfico y desde Tamaulipas construyeron el Cártel del Golfo. Zambada se fue con Amado Carrillo Fuentes, quien se quedó al frente de Juárez al ser asesinado Aguilar. Y "El Chapo" y Palma, después de batallas conjuntas contra adversarios, se quedaron con Sinaloa.
La guerra más cruenta era entre "El Chapo" y los Arellano Félix. El primero quiso acabar con ellos en la discoteca "Christine" de Ixtapa, pero escaparon ilesos. Los Arellano Félix fueron por la venganza y trataron de asesinarlo en mayo de 1983 en el aeropuerto de Guadalajara; el único que murió en la confusión fue el cardenal Juan José Posadas Ocampo, quien iba a un acto social.
Ese crimen hizo que "El Chapo" empezara una loca carrera, al ser responsabilizado de aquél asesinato. Lo detuvieron en Guatemala casi un mes después y lo mandaron a la prisión de máxima seguridad en Puente Grande, a donde llegó pocos años después su amigo Palma, arrestado por el Ejército cuando su avioneta tuvo que aterrizar de emergencia en Jalisco al quedarse sin combustible. En 200, "El Chapo" saltó a la fama nacional: Escondido en el carrito de la ropa sucia, se escapó de la cárcel.
Los cárteles ya se habían reorganizado. Zambada estaba totalmente integrado al Cártel de Sinaloa, peleaba en su nombre las plazas de Baja California y San Luis Río Colorado a los Arellano Felix, y cuando se escapó su futuro compadre, lo protegió. En la ocasión donde el Ejército estuvo más cerca de detenerlo, "El Mayo" voló en un helicóptero a la sierra de Sinaloa de donde lo sacó antes de la aprehensión. Fortalecieron entonces sus lazos con los hermanos Arturo y Alfredo Beltrán Leyva, y de éste también se hicieron compadres.
"El Chapo" vivió de guarida en guarida, financiado por sus hermanos del Cártel de Sinaloa, hasta que en enero de 2008 arrestaron a Alfredo Beltrán Leyva. La guerra volvió a estallar. Arturo responsabilizó a "El Chapo" y a "El Mayo" de haberlo delatado y abrió fuego contra ellos. Se alió con la rama militar del Cártel del Golfo, Los Zetas, y empezó el baño de sangre que tiene en casi 10 mil asesinados la cifra de víctimas de la lucha contra el narco en el sexenio.
La revista Forbes dice que la fortuna de "El Chapo" fue amasada entre 2001 y 2008. La vida de Guzmán Loera muestra en cambio, una tragedia: el arresto de su hermano y su asesinato en la cárcel; el arresto de su hijo para tratar de atraerlo y capturarlo, y el asesinato de su otro hijo, Édgard, ejecutado en mayo pasado en Culiacán, con lo que se inauguraron las matanzas de narcos.
Tuvo tiempo, sin embargo, para casarse en junio con Emma Coronel, joven belleza de 18 años, sobrina de Ignacio Coronel, el gran capo en México, que vive a la sombra de la publicidad, sin atraer atención ni violencia en su entorno. Todo lo contrario de "El Chapo", esa leyenda sobre la cual corren múltiples historias. Como esa que corre veloz que dice que "El Chapo" llegó a a un restaurante y a todos los comensales los secuestraron y les quitaron los celulares mientras terminaba su cena. Tampoco hay versión más controvertida que aquella que dice que los militares en el norte de Tamaulipas le dieron cama segura durante las noches de apresurada fuga. No hay taxi en Mazatlán que no sepa donde vive "El Chapo", ni dudan muchos otros al asegurar que está con Emma en el sur de Durango.
Hoy tiene 54 años, con casi la mitad de ella metido en el narco. Es un asesino, y en esa lucha, también ha pagado sus facturas. Es una celebridad que pocos deben querer ser, aún cuando fuera cierto que su fortuna es de mil millones de dólares. Es muy poco lo material que tiene para todo lo que ha perdido.
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