1. Estoy realmente sorprendido por la paciencia que han mantenido los trabajadores electricistas del SME para esperar que ese tipejo que ocupa la secretaría del Trabajo (STPS) (el PRI/panista Lozano Alarcón) reconozca al secretario general de esa combativa organización sindical. Más aún, pienso que esa “toma de nota” no debería ser necesaria porque todas las organizaciones de trabajadores deben ser absolutamente independientes de la burguesía gobernante y empresarial.
¿Cómo es posible que la organización vanguardia del movimiento obrero esté pendiente de un funcionario vil cuando con parar 60 minutos la industria puede dislocar el sistema? Estos gobiernos antiobreros golpean con facilidad a otros sindicatos pero, ¿Cómo permitir que un funesto gobierno pueda poner en entredicho –nada menos- que al sindicato electricista?
2. A pesar de que siempre he pensado que los gobiernos panistas están integrados por ignorantes de pensamiento empresarial, he comenzado a darme cuenta que no son tan imbéciles. ¿Cómo puede ser insulso o tonto un gobierno como el de Fox que después de hacer más miserable el país, dilapidar sus riquezas y acumular propiedades pudo imponer con la mano en la cintura a su sucesor en la Presidencia? ¿Cómo puede ser tonto o idiota un gobierno como el de Calderón que se roba la Presidencia y divide y destruye a la oposición de centroizquierda en lo electoral? ¿Cómo va a ser torpe o estúpido un gobierno que logra debilitar un gran movimiento de masas e impide la caída de gobernadores asesinos como el de Oaxaca, Puebla y otros estados realizando alianzas con el PRI? Lo menos que debe recocerse es que fueron más hábiles que otros.
3. Los secretarios del Trabajo han funcionado, a través de las décadas, como capataces de los obreros. Si revisáramos a los personajes que han ocupado ese cargo en los últimos tiempos nos daríamos cuenta que los nombraron para estar al servicio directo de la clase empresarial y, al mismo tiempo, para mediatizar y someter a los organismos sindicales. ¿Puede olvidarse a los funestos Farell, Abascal, Salazar, etcétera, que se dedicaron a regañar, amenazar y perseguir a obreros y sindicatos independientes y dignos? Obviamente no se puede decir lo mismo sobre aquellos “dirigentes obreros” charros, espurios, como Fidel Velázquez, Francisco Ríos, la huera Rodríguez Alcaine, Víctor Flores, Gamboa Pascoe, Juárez Blancas y otros que siempre estuvieron, y han estado, al servicio de los gobiernos en turno del PRI y del PAN.
4. Quienes más han sufrido a estos últimos secretarios del Trabajo son los obreros del sindicato minero. Han dado luchas muy importantes paralizando centros de producción minera pero después de más de seis años no han podido ser reconocidos. Los mineros no han carecido de combatividad y han permanecido con una fuerte unidad, pero la persecución contra sus líderes ha sido brutal. Si los mineros hubiesen contado con la solidaridad en serio, activa, de los electricistas, telefonistas, hace mucho que se contarían entre los sectores más activos del movimiento obrero. Si ya se hubiese conformado una unidad, bastaría con un paro electricista o telefonistas para que el gobierno de Calderón reconozca de un jalón a las dos directivas. Pero sobre todo bastaría, para que el gobierno no se le ocurra jamás levantar la mano contra los obreros.
5. Ese es exactamente el poder de los trabajadores, el que tengan la capacidad de hacer que las autoridades estén a su servicio. ¿No así lo han hecho los empresarios desde hace siglos? No se trata de ir tontamente a gestionar ante la autoridad un aumento de salarios, a tramitar que alguien salga de la cárcel, a pedir que algún dirigente sea reconocido o de exigir que no suban los precios. Es tan poderoso el movimiento obrero organizado que basta con un pequeño sacudón que le de al gobierno –mediante una huelga electricista, telefonista, de paro de transportes u hospitales- para que éste (el gobierno) antes de hacer cualquier cosa tenga que consultar a los trabajadores. ¿No es tiempo acaso que el movimiento obrero, de trabajadores y empleados pase a la ofensiva y deje penosamente de mendigar justicia a quienes deben estar al servicio de ellos?
6. Martín Esparza, el dirigente del SME, es un líder muy destacado y con un gran apoyo de los trabajadores electricistas y de otras organizaciones. No solo tiene la capacidad de convocatoria para paralizar la ciudad de México con cientos de marchas y bloqueos de carreteras, sino además de convocar un apagón de una hora para que la burguesía gobernante y empresarial vea lo que se siente. Me parece que su demanda de reconocimiento es muy pequeña, pobre, limitada. Con su gran capacidad de movilización Martín debería convocar a los mineros para que también se resuelva de una vez su demanda de reconocimiento a su secretario general. Los líderes del SME han sido los más fuertes dentro del movimiento obrero y deben aprovechar esa fuerza para hacer cosas mayores, tal como fortalecer el Diálogo Nacional y otras organizaciones.
7. Como antes he dicho, no parece estúpido un gobierno que está consolidando su alianza con el PRI y casi destruyó al PRD; por tanto quizá este fin de semana se comunicará con los electricistas para no poner en mayores aprietos la cantidad de problemas que tiene. A parir de la próxima semana, con reconocimiento o sin él, los electricistas del SME deben trazar una estrategia más grande, más unitaria y aglutinadora. Ese gremio cuenta con todas las condiciones para operar como vanguardia de lucha contra el sistema capitalista pero para ello debe agrupar, además del movimiento obrero, a los campesinos, estudiantes e intelectuales honestos. La democracia no son los simples votos de una elección sino todo un programa y una actitud que busque destruir todas las trabas u obstáculos que tienen los trabajadores para extirpar al sistema capitalista.
¿Cómo es posible que la organización vanguardia del movimiento obrero esté pendiente de un funcionario vil cuando con parar 60 minutos la industria puede dislocar el sistema? Estos gobiernos antiobreros golpean con facilidad a otros sindicatos pero, ¿Cómo permitir que un funesto gobierno pueda poner en entredicho –nada menos- que al sindicato electricista?
2. A pesar de que siempre he pensado que los gobiernos panistas están integrados por ignorantes de pensamiento empresarial, he comenzado a darme cuenta que no son tan imbéciles. ¿Cómo puede ser insulso o tonto un gobierno como el de Fox que después de hacer más miserable el país, dilapidar sus riquezas y acumular propiedades pudo imponer con la mano en la cintura a su sucesor en la Presidencia? ¿Cómo puede ser tonto o idiota un gobierno como el de Calderón que se roba la Presidencia y divide y destruye a la oposición de centroizquierda en lo electoral? ¿Cómo va a ser torpe o estúpido un gobierno que logra debilitar un gran movimiento de masas e impide la caída de gobernadores asesinos como el de Oaxaca, Puebla y otros estados realizando alianzas con el PRI? Lo menos que debe recocerse es que fueron más hábiles que otros.
3. Los secretarios del Trabajo han funcionado, a través de las décadas, como capataces de los obreros. Si revisáramos a los personajes que han ocupado ese cargo en los últimos tiempos nos daríamos cuenta que los nombraron para estar al servicio directo de la clase empresarial y, al mismo tiempo, para mediatizar y someter a los organismos sindicales. ¿Puede olvidarse a los funestos Farell, Abascal, Salazar, etcétera, que se dedicaron a regañar, amenazar y perseguir a obreros y sindicatos independientes y dignos? Obviamente no se puede decir lo mismo sobre aquellos “dirigentes obreros” charros, espurios, como Fidel Velázquez, Francisco Ríos, la huera Rodríguez Alcaine, Víctor Flores, Gamboa Pascoe, Juárez Blancas y otros que siempre estuvieron, y han estado, al servicio de los gobiernos en turno del PRI y del PAN.
4. Quienes más han sufrido a estos últimos secretarios del Trabajo son los obreros del sindicato minero. Han dado luchas muy importantes paralizando centros de producción minera pero después de más de seis años no han podido ser reconocidos. Los mineros no han carecido de combatividad y han permanecido con una fuerte unidad, pero la persecución contra sus líderes ha sido brutal. Si los mineros hubiesen contado con la solidaridad en serio, activa, de los electricistas, telefonistas, hace mucho que se contarían entre los sectores más activos del movimiento obrero. Si ya se hubiese conformado una unidad, bastaría con un paro electricista o telefonistas para que el gobierno de Calderón reconozca de un jalón a las dos directivas. Pero sobre todo bastaría, para que el gobierno no se le ocurra jamás levantar la mano contra los obreros.
5. Ese es exactamente el poder de los trabajadores, el que tengan la capacidad de hacer que las autoridades estén a su servicio. ¿No así lo han hecho los empresarios desde hace siglos? No se trata de ir tontamente a gestionar ante la autoridad un aumento de salarios, a tramitar que alguien salga de la cárcel, a pedir que algún dirigente sea reconocido o de exigir que no suban los precios. Es tan poderoso el movimiento obrero organizado que basta con un pequeño sacudón que le de al gobierno –mediante una huelga electricista, telefonista, de paro de transportes u hospitales- para que éste (el gobierno) antes de hacer cualquier cosa tenga que consultar a los trabajadores. ¿No es tiempo acaso que el movimiento obrero, de trabajadores y empleados pase a la ofensiva y deje penosamente de mendigar justicia a quienes deben estar al servicio de ellos?
6. Martín Esparza, el dirigente del SME, es un líder muy destacado y con un gran apoyo de los trabajadores electricistas y de otras organizaciones. No solo tiene la capacidad de convocatoria para paralizar la ciudad de México con cientos de marchas y bloqueos de carreteras, sino además de convocar un apagón de una hora para que la burguesía gobernante y empresarial vea lo que se siente. Me parece que su demanda de reconocimiento es muy pequeña, pobre, limitada. Con su gran capacidad de movilización Martín debería convocar a los mineros para que también se resuelva de una vez su demanda de reconocimiento a su secretario general. Los líderes del SME han sido los más fuertes dentro del movimiento obrero y deben aprovechar esa fuerza para hacer cosas mayores, tal como fortalecer el Diálogo Nacional y otras organizaciones.
7. Como antes he dicho, no parece estúpido un gobierno que está consolidando su alianza con el PRI y casi destruyó al PRD; por tanto quizá este fin de semana se comunicará con los electricistas para no poner en mayores aprietos la cantidad de problemas que tiene. A parir de la próxima semana, con reconocimiento o sin él, los electricistas del SME deben trazar una estrategia más grande, más unitaria y aglutinadora. Ese gremio cuenta con todas las condiciones para operar como vanguardia de lucha contra el sistema capitalista pero para ello debe agrupar, además del movimiento obrero, a los campesinos, estudiantes e intelectuales honestos. La democracia no son los simples votos de una elección sino todo un programa y una actitud que busque destruir todas las trabas u obstáculos que tienen los trabajadores para extirpar al sistema capitalista.
http://www.argenpress.info/2009/10/mexico-electricistas-mineros-y-otros.html
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