"El acto fallido, en síntesis, es una especie de traición que nos hace el inconsciente haciéndonos decir lo que conscientemente no queríamos decir, es decir, revelando un deseo o intención inconscientes. El yo siempre puede disculparse, tras un acto fallido, diciendo que no era eso lo que quería decir, pero siempre hay alguna verdad allí". He allí una definición que describe perfectamente lo que le sucedió a Ernesto Cordero durante el segundo debate entre los tres precandidatos que buscan la candidatura para la Presidencia por el PAN. De allí que lo que dijera el ex secretario de Hacienda para justificar su pifia no se sostenga: "Sólo hice énfasis en la llegada de una nueva era de gobierno la de 'Vicente-Calderón-Cordero'". ¿Por qué entonces se habrá equivocado el "delfín" de Vicente Calderón, perdón de Felipe Calderón? ¿Se habrá tratado realmente de un acto fallido? ¿Amnesia? ¿Dislexia? ¿Nerviosismo? ¿Stress?
Si leemos líneas abajo en la multiconsultada Wikipedia, respecto a la diferencia que existe entre un lapsus linguae, "resbalón de lengua", y un lapsus memoriae, "resbalón de memoria", nos enteramos de que ambos actos "están movidos por un deseo inconsciente que no encontraría otra forma de aflorar a la conciencia que burlando de esta manera la censura interna que mantiene lo inconsciente oculto". ¿Qué tantas cosas secretas mantendrá Santiago Cordero, perdón Ernesto Cordero en su inconsciente oculto para que se traicione de esa manera? Algo nos dice que su conciencia no está tranquila. ¿Qué es lo que le incomoda al precandidato? ¿De qué tendrá miedo Ernesto Vázquez Mota, perdón Ernesto Cordero? ¿Por qué su consciente o inconsciente habrá imaginado este extraño híbrido presidencial, entre Fox y Calderón? ¿Cómo hubiera analizado el padre del sicoanálisis, Sigmund Freud, el lapsus del político panista? ¿Le hubiera interesado o lo hubiera dejado totalmente indiferente? Y, por último, nos preguntamos, ¿por qué se estarán equivocando tanto los precandidatos a la Presidencia? Si no es en relación con el precio del Metro, es respecto a los títulos de los libros que no han leído, o bien, a propósito de los nombres de los autores que tampoco han leído. No hay duda, el llamado "fenómeno Peña" sigue, y lo más probable es que seguirá dando de qué hablar, en especial entre los precandidatos...
Si leemos líneas abajo en la multiconsultada Wikipedia, respecto a la diferencia que existe entre un lapsus linguae, "resbalón de lengua", y un lapsus memoriae, "resbalón de memoria", nos enteramos de que ambos actos "están movidos por un deseo inconsciente que no encontraría otra forma de aflorar a la conciencia que burlando de esta manera la censura interna que mantiene lo inconsciente oculto". ¿Qué tantas cosas secretas mantendrá Santiago Cordero, perdón Ernesto Cordero en su inconsciente oculto para que se traicione de esa manera? Algo nos dice que su conciencia no está tranquila. ¿Qué es lo que le incomoda al precandidato? ¿De qué tendrá miedo Ernesto Vázquez Mota, perdón Ernesto Cordero? ¿Por qué su consciente o inconsciente habrá imaginado este extraño híbrido presidencial, entre Fox y Calderón? ¿Cómo hubiera analizado el padre del sicoanálisis, Sigmund Freud, el lapsus del político panista? ¿Le hubiera interesado o lo hubiera dejado totalmente indiferente? Y, por último, nos preguntamos, ¿por qué se estarán equivocando tanto los precandidatos a la Presidencia? Si no es en relación con el precio del Metro, es respecto a los títulos de los libros que no han leído, o bien, a propósito de los nombres de los autores que tampoco han leído. No hay duda, el llamado "fenómeno Peña" sigue, y lo más probable es que seguirá dando de qué hablar, en especial entre los precandidatos...