- Les aumentaron la jornada y les quitaron un día de descanso
- Despide el SAT a trabajadores que denunciaron acoso laboral
- Fue por pérdida de confianza, dice Hacienda; ratifica a funcionaria represora
Periódico La Jornada
Lunes 16 de noviembre de 2009, p. 11
Trabajadores del Servicio de Administración Tributaria (SAT) que se atrevieron a denunciar reducción de un día de descanso, la ampliación ilegal de sus jornadas laborales de ocho a 12 horas, así como actos de "represión y hostigamiento", fueron despedidos de manera injustificada, bajo el argumento de "pérdida de confianza".
Documentos entregados a este diario por los trabajadores dan cuenta de las bajas que les aplicaron a emplados del SAT adscritos a la Administración Local de Servicios al Contribuyente del Centro del Distrito Federal, los cuales habían presentado quejas por maltrato laboral y porque de manera "arbitraria", discrecional y fuera de la ley les ampliaron sus jornadas y les afectaron sus condiciones de trabajo. Este diario pidió la versión del SAT al respecto. La única respuesta fue que "posteriormente se ofrecería una entrevista con algún funcionario".
Los oficios presentados por los trabajadores señalan que se les despidió porque "se ha perdido la confianza" en ellos y porque la Ley Federal de Trabajadores al Servicio del Estado señala que "los trabajadores de confianza carecen de estabilidad en el empleo", por lo que se les puede correr en cualquier momento.
La información que se hizo llegar a este medio señala que en agosto de este año diversos trabajadores firmaron y presentaron una queja al titular del SAT, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, por "maltrato", que según señalaron los trabajadores, fue perpetrado por la administradora local Carmen Maribel Vázquez Acosta. A raíz de la denuncia se llevó a cabo entre el personal de la administración central una "encuesta" sobre la situación laboral en esta oficina.
Convocados y despedidos
Posteriormente, a principios de septiembre convocaron a una reunión a los trabajadores que se atrevieron a denunciar la situación laboral ante miembros del órgano interno de control del SAT y de la coordinación nacional de administraciones locales de servicios al contribuyente, entre ellos, Israel de la Cruz, quien les entregó el cuestionario, en el cual tenían que anotar sus nombres.
Posteriormente los llamaron uno por uno a comparecer y se les dejó aislados del resto de sus compañeros entre dos y cinco horas. Dos días después, el 4 de septiembre, a los trabajadores que habían hecho las denuncias se les despidió. El 24 de septiembre de 2009 se notificaron sus despidos a Juliana del Carmen García (que incluso estaba de incapacidad y se le pegó su oficio en la puerta de su domicilio); Hilda Torrescano, Samantha Mariana Méndez, María Dolores Medina e Ismael Luna, entre otros.
Según la información presentada por los trabajadores, el 25 de septiembre Israel de la Cruz se presentó en las oficinas de esta administración central para señalar a los trabajadores que Carmen Maribel Vázquez Acosta, quien fue acusada por los trabajadores de "maltrato laboral y represión", era ratificada y que a los demás servidores públicos se les despedía porque "impedían el buen funcionamiento de la administración local", la cual, por cierto, tiene el último lugar en productividad.
Documentos entregados a este diario por los trabajadores dan cuenta de las bajas que les aplicaron a emplados del SAT adscritos a la Administración Local de Servicios al Contribuyente del Centro del Distrito Federal, los cuales habían presentado quejas por maltrato laboral y porque de manera "arbitraria", discrecional y fuera de la ley les ampliaron sus jornadas y les afectaron sus condiciones de trabajo. Este diario pidió la versión del SAT al respecto. La única respuesta fue que "posteriormente se ofrecería una entrevista con algún funcionario".
Los oficios presentados por los trabajadores señalan que se les despidió porque "se ha perdido la confianza" en ellos y porque la Ley Federal de Trabajadores al Servicio del Estado señala que "los trabajadores de confianza carecen de estabilidad en el empleo", por lo que se les puede correr en cualquier momento.
La información que se hizo llegar a este medio señala que en agosto de este año diversos trabajadores firmaron y presentaron una queja al titular del SAT, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, por "maltrato", que según señalaron los trabajadores, fue perpetrado por la administradora local Carmen Maribel Vázquez Acosta. A raíz de la denuncia se llevó a cabo entre el personal de la administración central una "encuesta" sobre la situación laboral en esta oficina.
Convocados y despedidos
Posteriormente, a principios de septiembre convocaron a una reunión a los trabajadores que se atrevieron a denunciar la situación laboral ante miembros del órgano interno de control del SAT y de la coordinación nacional de administraciones locales de servicios al contribuyente, entre ellos, Israel de la Cruz, quien les entregó el cuestionario, en el cual tenían que anotar sus nombres.
Posteriormente los llamaron uno por uno a comparecer y se les dejó aislados del resto de sus compañeros entre dos y cinco horas. Dos días después, el 4 de septiembre, a los trabajadores que habían hecho las denuncias se les despidió. El 24 de septiembre de 2009 se notificaron sus despidos a Juliana del Carmen García (que incluso estaba de incapacidad y se le pegó su oficio en la puerta de su domicilio); Hilda Torrescano, Samantha Mariana Méndez, María Dolores Medina e Ismael Luna, entre otros.
Según la información presentada por los trabajadores, el 25 de septiembre Israel de la Cruz se presentó en las oficinas de esta administración central para señalar a los trabajadores que Carmen Maribel Vázquez Acosta, quien fue acusada por los trabajadores de "maltrato laboral y represión", era ratificada y que a los demás servidores públicos se les despedía porque "impedían el buen funcionamiento de la administración local", la cual, por cierto, tiene el último lugar en productividad.
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