El secretario Armando Ahued pide a las personas que sospechen haber sido víctimas denunciar a los responsables
Reprueba Salud-DF venta de bebés en hospital
La SSa, en colaboración con la procuraduría capitalina realizan una revisión a las instalaciones y al equipo médico que se usaba en el hospital (Foto: Archivo/ELUNIVERSAL )
Caen empleados de hospital que vendían bebés
Edith Martínez
El Universal
Ciudad de México Jueves 05 de noviembre de 2009
10:20 El Secretario de Salud del DF, Armando Ahued, calificó de reprobable la ética de los médicos que vendían bebés en el Hospital Central de Oriente.
El funcionario local informó que colaboran con la procuraduría capitalina en la revisión de las instalaciones y el equipo médico que se utilizaba en este hospital.
Dijo que de concretarse la aplicación de la extinción de dominio al inmueble ubicado en la delegación Venustiano Carranza, éste pasaría a manos de la Secretaría de Salud para la creación de un hospital público que atienda a los capitalinos.
Añadió que la dependencia que dirige no está facultada para realizar inspecciones a hospitales y médicos que laboran en la ciudad.
El encargado, precisó, en estos casos es la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Armando Ahued exhortó a las personas que sospechan haber sido víctimas de este grupo a denunciar para que se pueda aplicar la ley en contra de ellos.
------------------------Dijo que de concretarse la aplicación de la extinción de dominio al inmueble ubicado en la delegación Venustiano Carranza, éste pasaría a manos de la Secretaría de Salud para la creación de un hospital público que atienda a los capitalinos.
Añadió que la dependencia que dirige no está facultada para realizar inspecciones a hospitales y médicos que laboran en la ciudad.
El encargado, precisó, en estos casos es la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Armando Ahued exhortó a las personas que sospechan haber sido víctimas de este grupo a denunciar para que se pueda aplicar la ley en contra de ellos.
Caen empleados de hospital que vendían bebés
A una menor la dieron a un matrimonio tras pagar $15 mil
Claudia Bolaños
El Universal
Jueves 05 de noviembre de 2009
claudia.bolanos@eluniversal.com
Hace más de un año, Vanesa dio a luz a una niña en el Hospital Central de Oriente, a la cual escuchó llorar, pero nunca vio porque los médicos le dijeron que había nacido muerta y que la habían cremado. “Aquí está la cachorrita, está sana y ya tiene 8 meses de dad”, fue la frase con la que un doctor de esa clínica entregó a esa bebé, a una sicóloga que la compró por 15 mil pesos, según las investigaciones ministeriales. Por la venta de esa infante, y de posiblemente tres más que han referido algunos de los cinco empleados detenidos y arraigados, la clínica fue asegurada y será analizada por personal de la Secretaría de Salud.
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) continúa con las investigaciones sobre lo ocurrido en ese lugar en donde además de atender alumbramientos, se hacían abortos aun con más de seis meses de gestación.
El caso de Vanesa
La denuncia de Vanesa, quien fue atendida el 25 de octubre de 2008 en ese nosocomio particular, derivó en la investigación del caso. Al no entregarle los restos de la recién nacida ni el acta de defunción, y recibir un correo electrónico del hijo del dueño de la clínica, en el que le revelaba que su hija había sido vendida, acudió a las autoridades.
El subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales, Luis Genaro Vázquez, dio a conocer que la clínica ubicada en Ignacio Zaragoza 491, será objeto de una solicitud de extinción de dominio.
Los médicos Víctor Manuel Mancera González, (dueño de la clínica), Jorge Adalberto Guerrero Bustos y Alfredo Ortiz Rosas, de 74, 55 y 52 años, respectivamente, así como la enfermera María Guadalupe Castro Morales, de 58, y el recepcionista Leonel Rodríguez, quedaron bajo arraigo por los delitos de tráfico de menores, uso de documentos falsos y delincuencia organizada. Además, se detuvo a Cinthia Nayeli Pérez Ortiz, de 37 años, de profesión sicóloga, quien compró en 15 mil pesos a la hija de la denunciante.
El subprocurador informó que la sicóloga contactó a otro médico de ese lugar —quien está prófugo— para decirle que quería un hijo, pero no podía embarazarse; dicho individuo respondió que tenía la posibilidad de conseguirle a un bebé.
El profesionista le explicó a la interesada que en ocasiones lograba convencer a las madres que querían abortar, para que se esperaran a tener 6 meses y medio de embarazo, para luego hacerles una cesárea.
Cuando el bebé nacía, les inyectaba una solución para madurarles sus pulmones y corazón. Posteriormente los vendía. Resalta que la enfermera María Guadalupe ya había sido denunciada por un caso similar, y fue sentenciada pero en un juzgado de paz penal.
Declara ante los medios
Al ser presentada ante los medios de información, junto con los otros detenidos, refirió que Vanesa no tuvo un bebé sano sino una mola (embarazo en el que un feto no se desarrolla de manera normal).
Aunado a ello, están bajo investigación el matrimonio compuesto por Antonio Merino Hernández, de 46 años, y María de la Luz Ruiz Padilla, de 39, quienes tenían en su poder a una niña que supuestamente les regalaron en otro lugar del estado de México, en abril pasado.
Para poder registrarla acudieron a esa clínica, en donde dieron 12 mil pesos al doctor Mancera González para que les expidiera una acta que comprobara el alumbramiento.
Al ser entrevistado por los medios, el galeno negó los hechos que se le imputan, y cuando se le indicó que su mismo hijo lo había señalado, contestó: “Ha de haber estado borracho”.
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) continúa con las investigaciones sobre lo ocurrido en ese lugar en donde además de atender alumbramientos, se hacían abortos aun con más de seis meses de gestación.
El caso de Vanesa
La denuncia de Vanesa, quien fue atendida el 25 de octubre de 2008 en ese nosocomio particular, derivó en la investigación del caso. Al no entregarle los restos de la recién nacida ni el acta de defunción, y recibir un correo electrónico del hijo del dueño de la clínica, en el que le revelaba que su hija había sido vendida, acudió a las autoridades.
El subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales, Luis Genaro Vázquez, dio a conocer que la clínica ubicada en Ignacio Zaragoza 491, será objeto de una solicitud de extinción de dominio.
Los médicos Víctor Manuel Mancera González, (dueño de la clínica), Jorge Adalberto Guerrero Bustos y Alfredo Ortiz Rosas, de 74, 55 y 52 años, respectivamente, así como la enfermera María Guadalupe Castro Morales, de 58, y el recepcionista Leonel Rodríguez, quedaron bajo arraigo por los delitos de tráfico de menores, uso de documentos falsos y delincuencia organizada. Además, se detuvo a Cinthia Nayeli Pérez Ortiz, de 37 años, de profesión sicóloga, quien compró en 15 mil pesos a la hija de la denunciante.
El subprocurador informó que la sicóloga contactó a otro médico de ese lugar —quien está prófugo— para decirle que quería un hijo, pero no podía embarazarse; dicho individuo respondió que tenía la posibilidad de conseguirle a un bebé.
El profesionista le explicó a la interesada que en ocasiones lograba convencer a las madres que querían abortar, para que se esperaran a tener 6 meses y medio de embarazo, para luego hacerles una cesárea.
Cuando el bebé nacía, les inyectaba una solución para madurarles sus pulmones y corazón. Posteriormente los vendía. Resalta que la enfermera María Guadalupe ya había sido denunciada por un caso similar, y fue sentenciada pero en un juzgado de paz penal.
Declara ante los medios
Al ser presentada ante los medios de información, junto con los otros detenidos, refirió que Vanesa no tuvo un bebé sano sino una mola (embarazo en el que un feto no se desarrolla de manera normal).
Aunado a ello, están bajo investigación el matrimonio compuesto por Antonio Merino Hernández, de 46 años, y María de la Luz Ruiz Padilla, de 39, quienes tenían en su poder a una niña que supuestamente les regalaron en otro lugar del estado de México, en abril pasado.
Para poder registrarla acudieron a esa clínica, en donde dieron 12 mil pesos al doctor Mancera González para que les expidiera una acta que comprobara el alumbramiento.
Al ser entrevistado por los medios, el galeno negó los hechos que se le imputan, y cuando se le indicó que su mismo hijo lo había señalado, contestó: “Ha de haber estado borracho”.
kikka-roja.blogspot.com/
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