- La economía tocó fondo pero la recuperación será lenta, aseguró el grupo financiero
- Subieron ganancias de Banamex 91% en nueve meses de este año
- Su cartera de préstamos llegó a $320 mil millones, 22 por ciento más que en 2008
- ¿Y COMO ESTÁ TU TARJETA DE CRÉDITO?
Roberto González Amador
Periódico La Jornada
Miércoles 4 de noviembre de 2009, p. 27
La economía mexicana tocó fondo, aunque el proceso de recuperación es incierto y será más bien lento que rápido, aseguró este martes el grupo financiero Banamex, al anunciar que en los primeros nueve meses de este año obtuvo una ganancia de 15 mil 700 millones de pesos, 91 por ciento más que en el mismo periodo de 2008.
El resultado del grupo, obtenido en medio de la contracción más pronunciada de la economía en siete décadas, fue atribuido por Enrique Zorrilla Fullaondo, director general de Banamex, a un creciente volumen de negocio, control del gasto y a una menor necesidad de crear provisiones para enfrentar riesgos crediticios, dado que, dijo, la institución constituyó suficientes reservas en 2007 y 2008.
Hay una recuperación económica, es todavía preliminar, consideró Zorrilla Fullaondo, en un encuentro con la prensa. En el caso de Banamex, informó, el volumen total de préstamos no dejó de crecer en los últimos meses, y especialmente a partir de septiembre también lo hizo el segmento de tarjetas de crédito, que había mostrado tasas negativas en el año.
En septiembre pasado, la cartera de préstamos de Banamex alcanzó 320 mil millones de pesos, 22 por ciento más que en el mismo mes de 2008. En particular, los préstamos al consumo se ubicaron al tercer trimestre de este año en 89 mil 816 millones de pesos, 13 por ciento menos que un año antes; mientras, la cartera de crédito a empresas subió a 136 mil 972 millones de pesos, con un incremento anual de 38 por ciento, y para la compra de vivienda el financiamiento creció a una tasa anual de 27 por ciento, para llegar a 37 mil 52 millones de pesos.
La cartera de crédito vencida se ubicó en septiembre pasado en 7 mil 650 millones de pesos, un decrecimiento de 30 por ciento en comparación con el mismo mes de 2008.
Enrique Zorrilla expuso que Banamex no ha dejado de ser selectivo en el otorgamiento de crédito. Sin embargo, acotó, la demanda se ha mantenido en algunos sectores –mencionó la vivienda–; incluso en aquellos más golpeados por la crisis hay empresas que han logrado mantener su actividad. No ha dejado de haber necesidad de financiamiento, respondió al ser interrogado sobre el volumen de utilidad del banco en un año de pronunciada caída de la economía.
En la misma conferencia, Enrique Zorrilla opinó que el paquete fiscal aprobado el fin de semana pasado por el Congreso –que incluye más impuestos al ingreso y al consumo, entre otros gravámenes– debe potenciar el crecimiento de la economía del país a largo plazo.
Vemos con buenos ojos las reformas fiscales aprobadas en el Congreso, comentó Zorrilla.
Alberto Gómez Alcalá, director de estudios económicos de Banamex, consideró que los cambios fiscales alejan la posibilidad de que las empresas calificadoras de valores modifiquen la evaluación que hacen de la deuda emitida por el gobierno mexicano.
A la fecha, la deuda del gobierno mexicano tiene el llamado grado de inversión, que en la escala de las empresas calificadoras significa que es remota la posibilidad de incumplimiento de pago. Una mejor calificación reduce el costo del financiamiento tanto para el gobierno como para las empresas.
Hay que distinguir entre dos cosas: una, que las calificadoras retiren el grado de inversión, y la otra, que pueda haber alguna variación a la calificación actual que tiene México. La primera la podemos descartar, afirmó Gómez Alcalá.
El resultado del grupo, obtenido en medio de la contracción más pronunciada de la economía en siete décadas, fue atribuido por Enrique Zorrilla Fullaondo, director general de Banamex, a un creciente volumen de negocio, control del gasto y a una menor necesidad de crear provisiones para enfrentar riesgos crediticios, dado que, dijo, la institución constituyó suficientes reservas en 2007 y 2008.
Hay una recuperación económica, es todavía preliminar, consideró Zorrilla Fullaondo, en un encuentro con la prensa. En el caso de Banamex, informó, el volumen total de préstamos no dejó de crecer en los últimos meses, y especialmente a partir de septiembre también lo hizo el segmento de tarjetas de crédito, que había mostrado tasas negativas en el año.
En septiembre pasado, la cartera de préstamos de Banamex alcanzó 320 mil millones de pesos, 22 por ciento más que en el mismo mes de 2008. En particular, los préstamos al consumo se ubicaron al tercer trimestre de este año en 89 mil 816 millones de pesos, 13 por ciento menos que un año antes; mientras, la cartera de crédito a empresas subió a 136 mil 972 millones de pesos, con un incremento anual de 38 por ciento, y para la compra de vivienda el financiamiento creció a una tasa anual de 27 por ciento, para llegar a 37 mil 52 millones de pesos.
La cartera de crédito vencida se ubicó en septiembre pasado en 7 mil 650 millones de pesos, un decrecimiento de 30 por ciento en comparación con el mismo mes de 2008.
Enrique Zorrilla expuso que Banamex no ha dejado de ser selectivo en el otorgamiento de crédito. Sin embargo, acotó, la demanda se ha mantenido en algunos sectores –mencionó la vivienda–; incluso en aquellos más golpeados por la crisis hay empresas que han logrado mantener su actividad. No ha dejado de haber necesidad de financiamiento, respondió al ser interrogado sobre el volumen de utilidad del banco en un año de pronunciada caída de la economía.
En la misma conferencia, Enrique Zorrilla opinó que el paquete fiscal aprobado el fin de semana pasado por el Congreso –que incluye más impuestos al ingreso y al consumo, entre otros gravámenes– debe potenciar el crecimiento de la economía del país a largo plazo.
Vemos con buenos ojos las reformas fiscales aprobadas en el Congreso, comentó Zorrilla.
Alberto Gómez Alcalá, director de estudios económicos de Banamex, consideró que los cambios fiscales alejan la posibilidad de que las empresas calificadoras de valores modifiquen la evaluación que hacen de la deuda emitida por el gobierno mexicano.
A la fecha, la deuda del gobierno mexicano tiene el llamado grado de inversión, que en la escala de las empresas calificadoras significa que es remota la posibilidad de incumplimiento de pago. Una mejor calificación reduce el costo del financiamiento tanto para el gobierno como para las empresas.
Hay que distinguir entre dos cosas: una, que las calificadoras retiren el grado de inversión, y la otra, que pueda haber alguna variación a la calificación actual que tiene México. La primera la podemos descartar, afirmó Gómez Alcalá.
kikka-roja.blogspot.com/
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