Alejandro Encinas y Jesús Ortega, candidatos a la dirigencia nacional del PRD Alejandro Encinas y Jesús Ortega, candidatos a la dirigencia nacional del PRD Foto: Marco Peláez y Carlos Ramos Mamahua. Alejandro Encinas admitió que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) enfrenta un “serio problema” en cuanto al deterioro de su vida institucional y la “presencia de prácticas ilícitas” en el proceso de renovación de sus dirigencias nacionales y estatales. En este contexto, acusó a Jesús Ortega de negarse al recuento voto por voto en algunas casillas que registraron las irregularidades más serias durante la elección para presidente nacional del sol azteca.
Señaló que el líder de Nueva Izquierda quiere además, “y así lo planteó en una reunión que sostuvimos con los comisionados electorales, el senador Arturo Núñez, Edmundo Cancino y Graciela Sánchez Mota”, que se consideren las casillas con más de mil sufragios y se tomen en cuenta las que no se instalaron el día de la contienda. Según Izquierda Unida –el bloque de corrientes que postuló al ex jefe de gobierno capitalino–, sólo en Chiapas tienen registradas 150 en esa circunstancia. Entrevistado antes de que se diera a conocer el pronunciamiento de Cuauhtémoc Cárdenas de que se anule la elección perredista –sobre el cual, se dijo, emitirá hoy una posición–, Encinas confió en que las irregularidades sean sancionadas por la Comisión Nacional de Garantías del PRD y el asunto no llegue al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Fedeción, aunque aceptó que “no se puede ocultar la crisis profunda del partido” tras la elección del domingo. “Creo que tenemos un problema estructural en el PRD, y como tal tiene que atenderse y resolverse de inmediato”. Se pronunció por sancionar penal o estatutariamente a quienes hayan incurrido en irregularidades, “no importa que hayan apoyado al candidato que fuere, sin miramientos”. Al conceder la razón a Arturo Núñez, Encinas dijo que el partido enfrenta un serio problema en cuanto al deterioro de la vida institucional y la “presencia de prácticas ilícitas; si bien el grueso de la elección se desarrolló bien, sí tenemos problemas qué atender”.
Voto masivo
Así, hizo un balance en tres aspectos: el primero –que consideró positivo– fue que el domingo acudieron a votar más de un millón 200 mil perredistas, pero nos dimos cuenta –como segundo punto– que “muchos de los instrumentos de nuestra vida interna están muy endebles”. Aunque enumeró aspectos orgánicos, operativos, logísticos e institucionales, se refirió en específico al padrón de afiliados que “no se auditó, como fue el acuerdo, y demostró que por lo menos entre 20 y 30 por ciento de los militantes que quisieron votar no pudieron”. Y en tercer lugar, “saco a relucir los vicios, la descomposición en algunos sectores del partido, que lo mismo incurrieron en hechos de violencia, impidieron que las casillas llegaran a su destino, como ocurrió en Pochutla, Tuxtepec y Loma Bonita, en Oaxaca, que quemaron paquetería en Durango o quisieron reventar a los representantes del Comité Técnico Electoral en Tamaulipas; situaciones similares ocurrieron en Veracruz”.
Esos hechos –advirtió– tienen que resolverse de fondo, porque “deterioran nuestra credibilidad, nuestra imagen pública”. Por eso “hay que deslindar responsabilidades, establecer sanción penal o estatutaria para quien ha incurrido en esas prácticas, porque nosotros debemos limpiar la elección para que ninguna irregularidad quede impune”. No se trata de estar culpándonos unos a otros, precisó. “Creo que sí tenemos un problema estructural en el partido, y como tal tiene que atenderse y resolverse de inmediato. Hay que asumir toda la responsabilidad para evitar la impunidad y las complicidades en el PRD”, resaltó.
El ex jefe de gobierno capitalino lamentó que el pasado jueves no se alcanzara un acuerdo con Ortega para brindar certeza al cómputo oficial de resultados. “Ahora resulta –afirmó– que dice no al recuento voto por voto, cuando los de su corriente –Nueva Izquierda– lo propusieron. Quiere –cuestionó– que se compute todo, y después se inicie el proceso de impugnaciones de la elección, y eso no tiene ningún sentido, porque de lo que se trata es de reparar las irregularidades y no seguir en este proceso de deterioro y desgaste. Total, no hubo acuerdo, aunque se consiguió abrir las casillas que registren más de mil sufragios, cuando se entregó igual número de boletas para cada una”.
G. Saldierna y A. Muñoz
Guadalupe Acosta Naranjo, secretario general del PRD y destacado miembro de Nueva Izquierda, se apoyó anoche en una opinión de la Comisión Técnica Electoral (CTE) para señalar que no hay motivos para anular la elección interna del domingo pasado. Con este planteamiento manifestó una posición contraria a la de Cuauhtémoc Cárdenas, quien en una misiva dirigida a los miembros del PRD demandó que se cancelen los comicios debido a las irregularidades que se registraron.
Acosta Naranjo informó que tras conocer el documento dialogó con el ex presidente del perredismo en las oficinas de la Fundación por la Democracia, para informarle sobre el estado en que se encuentra la elección, según un reporte de la CTE. Destacó que concluyó el cómputo en 21 estados y que está por terminar en otros tres. Los problemas se circunscriben a 150 casillas, lo que no representa un porcentaje suficiente para anular una proceso que involucró 4 mil 700 centros de votación. Para hacerlo se requerirían 940 casillas con irregularidades, dijo. Dado lo anterior, aseguró que el domingo habrá resultados.
Por la tarde, Jesús Ortega, candidato a la presidencia nacional del partido, aseguró que no negociará los resultados de la elección y descartó la posibilidad de que se anule el proceso, mientras su coordinador de campaña, Graco Ramírez, acusó a los encinistas de buscar la cancelación. El legislador sostuvo que el domingo por la noche se aplicó una estrategia de golpe mediático para hacer ganar a Alejandro Encinas, luego de la cual se cometieron acciones violentas para generar una segunda estratagema, que consiste en anular los comicios. “Pero no lo vamos a permitir”, subrayó, e insistió en que su equipo ganó la contienda.
Según los resultados de los cómputos que dio a conocer la corriente Nueva Izquierda (NI), hasta el mediodía se había concluido el conteo en 18 estados, en los cuales Alejandro Encinas tiene 68 mil 974 votos, en tanto Jesús Ortega lleva 69 mil 65. En ambos casos estas cifras representan 45.9 por ciento de la votación. En este contexto, NI denunció inconsistencias en el conteo rápido del Instituto de Mercadotecnia y Opinión (IMO), que sirvió para dar el triunfo a los encinistas. Señaló que dichos resultados carecen de credibilidad y deberán ser auditados en su totalidad para deslindar responsabilidades en el ámbito legal y civil.
En tanto, Onel Ortiz, analista de NI, detalló algunas de las inconsistencias. Por ejemplo –dijo–, en la casilla 20 de Campeche, el IMO reportó 135 votos para Alejandro Encinas y 229 para Jesús Ortega, pero el acta de escrutinio registra 152 para el primero y 83 para el segundo. En la casilla 72 de Guanajuato registró 87 para Encinas y 131 para Ortega, pero en el acta se lee 28 y 370 para cada uno, respectivamente. Ante esta situación, manifestó que las equivocaciones no constituyen un error aislado o un problema de levantamiento de campo, como argumentó el instituto. De ahí la necesidad de auditar en su totalidad los resultados, advirtió.
Luego de la presentación del análisis técnico, Graco Ramírez puntualizó que para el prestigio de IMO es gravísimo que haya “inventado” datos y se haya prestado a la estratagema, porque desde ahí se empezó a configurar la actual crisis del PRD. También demandó que el presidente del partido, Leonel Cota, dé la cara y se presente ante el Comité Ejecutivo Nacional para que diga por qué se apresuró a difundir los resultados de los conteos rápidos y puso a leer ese reporte al presidente de la Comisión Técnica Electoral, Arturo Núñez, quien de buena fe dio lectura al documento.
■ Hay un “quebrantamiento absoluto de todo principio ético” en el partido, advierte
Pide Cárdenas anular comicios del PRD por “lodazal” interno
■ Propone la disolución de las estructuras de gobierno y nombrar un presidente provisional
Alma E. Muñoz
En imagen de archivo, Cuauhtémoc Cárdenas y doña Amalia Solórzano En imagen de archivo, Cuauhtémoc Cárdenas y doña Amalia Solórzano Foto: Francisco Olvera
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano afirmó ayer que las elecciones internas del PRD, efectuadas el pasado día 16, llegaron “a grados tales de desaseo y confrontación, que exhiben lo extremo de su degradación y reclaman acciones drásticas y decisivas”, por lo que consideró que a la dirigencia formal y al Comité Técnico Electoral no les queda otro camino que declarar la anulación de esos comicios. Ante “el lodazal y la rispidez con la que se conducen los grupos que se proclaman ganadores”, dijo, se ha perdido la capacidad para preservar la legalidad estatutaria; se han roto sistemáticamente las normas y hay un quebrantamiento absoluto de todo principio ético.
Por ello, exigió que el Consejo Nacional designe a un presidente provisional con plenas facultades, luego de lo cual, planteó, ese órgano debe disolverse, al igual que todas las demás estructuras de gobierno del partido, para comenzar de nuevo. En un pronunciamiento dirigido a los militantes del PRD, consideró que el “partido sucio y lastrado como se encuentra hoy por las violaciones a sus reglas internas y los vicios en las conductas de muchos de sus dirigentes y militantes, pierde su condición de instrumento por la soberanía de la nación y por la democracia”.
Violaciones a reglas internas
Además deja ver –sostuvo– que el organismo conductor de los comicios y la dirección formal del partido “han perdido la capacidad para preservar la legalidad estatutaria y para mantener una relación ética y civilizada en lo que siga del propio proceso, así como en las relaciones entre los grupos enfrentados y entre los miembros del partido en lo general”. Consideró que, con su conducta, quienes se disputan el triunfo de las elecciones del 16 de marzo (Jesús Ortega y Alejandro Encinas, junto con las corrientes que los postularon) contradicen su palabra y “traicionan” a quienes creyeron en ella.
“Aceptar que de un proceso en estas condiciones pueden surgir resultados válidos legal y moralmente, cualesquiera que éstos sean, y tomar una actitud complaciente frente a conductas sucias de secta e individuales, sería caer en su misma suciedad y en esas prácticas que sólo favorecen a quienes tenazmente se han opuesto y han buscado la destrucción de ese proyecto reivindicatorio, sería hacerse cómplice de ellas y fallar en el compromiso ante esos millones de mexicanos”, manifestó. En cuanto a los grupos e individuos con mayor peso relativo en la vida interna del PRD, afirmó que a lo largo de todo el proceso asumieron como práctica cotidiana el “quebrantamiento sistemático de las normas estatutarias y de rompimiento absoluto de todo principio ético”.
Dichos comportamientos, continuó, “han provocado un daño irreversible a la organización y ocasionado un fuerte retraso y un daño que tendrá un altísimo costo de recuperación al proyecto de reivindicaciones nacionales y populares en que hace ya más de dos décadas millones de mexicanos han puesto sus esperanzas”. Cárdenas Solórzano cuestionó también la posibilidad de que sean instancias externas –específicamente el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación– las que resuelvan el conflicto, porque “mostraría la incapacidad del propio comité y de los órganos de gobierno del partido para conducir su vida interna, y dejaría decisiones vitales a entidades cuya imparcialidad han venido cuestionando las propias instancias de dirección partidarias, lo que resultaría, por tanto, inadmisible para la necesaria reconstrucción de la organización”.
Lamentó que en el partido no se corresponda al llamamiento del 21 de octubre de 1988 para convocar a la formación del PRD. “No es el ejemplo que dan sus liderazgos; a esos principios no responden quienes hoy se muestran complacientes con la conducta corrupta de sus partidarios y acremente se descalifican y disputan por encabezar un partido en cuya destrucción no paran. No es ésa, sobre todo, la organización que con autoridad moral pueda convocar a los mexicanos a luchar por el rescate de su soberanía, por la igualdad y por ampliar y profundizar su democracia”. En esas condiciones, indicó, el Comité Técnico Electoral y la dirección formal del partido no tienen otro camino que declarar la anulación de las elecciones del domingo pasado. Planteó que “es momento de asumir responsabilidades y no dudar en tomar decisiones”. Resaltó que al Consejo Nacional del partido corresponde designar un presidente provisional y darle plenas facultades para el gobierno y la conducción del PRD en el periodo de transición que debe abrirse hasta la elección de una nueva dirección. Aunque, asumió, hecha esa designación, ese consejo “debe disolverse, al igual que todos los demás órganos de gobierno del partido. Es momento de comenzar de nuevo, de no temer a la renovación y al renacimiento”, subrayó.
El líder moral del instituto político señaló que a quien se designe con carácter provisional tendrá la responsabilidad de poner en práctica una política que “represente una verdadera regeneración”, con la que se identifiquen los militantes leales a los principios fundacionales del PRD; que considere la elaboración de un nuevo padrón confiable y que sancione “sin contemplaciones toda violación a la legalidad interna”. De igual manera, que ponga fin al “sistema corporativo y clientelar de cuotas en la integración de los cuerpos de dirección y en la selección de candidatos a cargos de elección popular”, y que desde dentro y desde afuera se reconozca por la ética en las conductas y por la autoridad moral recuperada. El partido, en sus condiciones actuales, afirmó, “está incapacitado para cumplir con el compromiso que tiene con el pueblo y la nación” y “está traicionando a sus muertos”, concluyó.
■ El dirigente del PRD exige a Ortega parar denostaciones en su contra
No corresponde a Cárdenas calificar la elección, dice Cota
■ Los cómputos oficiales ratificarán la victoria de Encinas, asegura
Alma E. MuñozUna vez que se conoció la carta de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano donde pide la anulación de las elecciones internas del Partido de la Revolución Democrática (PRD) –realizadas el pasado día 16– y se pronuncia por la designación de un presidente nacional interino, el dirigente actual, Leonel Cota Montaño, señaló que respeta su punto de vista como “militante distinguido” que es, pero que corresponde al Comité Técnico Electoral (CTE) y a la Comisión Nacional de Garantías (CNG) calificar la legalidad y validez de los comicios.
Cota emitió anoche dos comunicados desde su natal Baja California Sur. En el primero da respuesta a Cárdenas y en el segundo exige a Jesús Ortega Martínez parar los denuestos que en su contra lanza el coordinador de campaña de Nueva Izquierda, el senador Graco Ramírez Abreu, tras hacer públicos los resultados de los conteos rápidos de dos encuestadoras, y que dieron el triunfo virtual a Alejandro Encinas el día de la elección. Se mostró seguro de que los cómputos oficiales ratificarán esa victoria. En dos párrafos dio respuesta a Cárdenas Solórzano, y en uno de ellos compartió con el CTE en reconocimiento de prácticas irregulares en el proceso, mismas que “están francamente localizadas en relativamente pocas casillas, comparado con el universo de las instaladas”.
De entrada, externó su respeto al fundador del PRD, a quien “le reconozco su trayectoria” en el partido, pero, “con todo ello, su opinión sólo es la de un militante distinguido y reconocido”, afirmó. En ese comunicado, resaltó que la participación de la militancia en los comicios del domingo “ha sido muy importante, y en este último caso corresponderá a la CNG calificar la validez de los comicios”. Junto con el CTE “tiene un seguimiento puntual y a detalle de la elección”, asegura. Y en la exigencia que hace a Ortega, también líder de la corriente Nueva Izquierda, le recuerda que fue él quien promovió realizar los conteos rápidos al final de los comicios del domingo. “Él y su equipo me solicitaron que por ninguna razón dejara de dar a conocer los resultados la noche de ese día”. Lo que pasa –afirmó– es que “ellos estaban seguros de ganar y, sin embargo, los conteos rápidos de Mitofsky y del Instituto de Mercadotecnia y Opinión demostraron que no fue así. En su desesperación buscan culpables y han desacreditado a diestra y siniestra”.
El ex gobernador de Baja California Sur lamentó mucho que el comportamiento “poco respetuoso, poco democrático y de poco compañerismo sirva adicionalmente para atacar al partido”. Llamó a los dirigentes y a los militantes del PRD a “actuar con responsabilidad y cuidar esta última parte del proceso, evitando descalificaciones que son usadas para golpear a nuestro instituto político”. Más tarde, el Comité Técnico Electoral dio a conocer que en 20 estados se concluyeron los cómputos de las tres elecciones nacionales para presidente y secretario general, congreso y Consejo Nacional. En caso de las primeras, se contó ya en Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Yucatán. Previamente, Edmundo Cancino, comisionado electoral, sostuvo que aún “falta un buen tiempo para poder señalar una línea roja de riesgo en el sistema de cómputo”, como para decir que éste no concluya mañana.
También se pidió opinión a su compañero Arturo Núñez, pero molesto dijo que no tiene comentarios.