Va Calderón por privatización en Pemex Salvador García SotoEl presidente Felipe Calderón tiene lista una iniciativa de reformas al sector energético en la que propone privatizar áreas estratégicas de Petróleos Mexicanos, abrir la inversión privada en la generación y comercialización de energía eléctrica, además de completar la apertura al capital privado en la extracción de gas del subsuelo nacional. La propuesta incluye varios cambios a la Constitución para eliminar la exclusividad del Estado en tales ámbitos, y con distintos grados y matices plantea abrir a la inversión privada campos en los que por ahora sólo se permite la inversión estatal. Elaborada en el despacho de la secretaria de Energía, Georgina Kessel, y avalada por el primer mandatario, la iniciativa fue presentada a la bancada del PAN en el Senado y ha sido cabildeada por los operadores de Los Pinos para lograr el apoyo total de los panistas, que desde hace un par de semanas han empezado a preparar el terreno para la exposición del proyecto de reformas constitucionales, el cual necesitaría, para su aprobación, el voto de las tres cuartas partes del Congreso de la Unión y de una mayoría de los congresos locales. Aunque los detalles de la propuesta son hasta ahora conocidos sólo por el gobierno y el PAN, a la Comisión de Energía del Senado, que preside Francisco Labastida Ochoa, tiene ya un bosquejo del sentido de la propuesta que anunció Calderón el pasado 29 de octubre, cuando llamó a profundizar en las reformas que el país requiere, y mencionó como agenda de su gobierno la energética, la laboral y la de telecomunicaciones. Unos días después, el coordinador de los senadores panistas, Santiago Creel Miranda, declaró que para su bancada era una “prioridad” la reforma al sector energético y llamó a los otros partidos representados en el Senado a dialogar sobre el tema. En el PRI y en el PRD saben ya de la existencia de la iniciativa privatizadora, aunque no la conocen a detalle. Pero la sola mención de que es inminente su presentación por parte del gobierno ha desatado desde ahora una tormenta política en el recinto parlamentario en el que se empiezan a mover las piezas para la que se anticipa como una fuerte batalla ideológica y una etapa de desencuentros entre los senadores de oposición y el gobierno de Calderón. Los priístas han dicho de antemano que no ven “transitable”, ni siquiera para discutirla, una iniciativa de cambios constitucionales que toque las áreas del petróleo, la energía eléctrica y el gas. El principal aliado político de Calderón en el Congreso, el senador Manlio Fabio Beltrones, ha sondeado entre los integrantes de su bancada y la respuesta automática de la mayoría es un no rotundo a cualquier reforma a la Constitución. “Estaríamos dispuestos a dialogar sobre reformas a las leyes secundarias para eficientar y modernizar el sector energético; pero una propuesta que modifique la rectoría constitucional del Estado en esas áreas es impensable para el PRI”, le han mandado decir al Presidente a través de sus operadores. Para fijar una posición consensuada sobre el tema, todos los senadores del viejo partido han sido convocados este miércoles a una reunión plenaria. Francisco Labastida Ochoa les presentará lo que conoce de la iniciativa de Calderón y se votará la postura oficial que asumirá el grupo parlamentario si la propuesta es presentada. De hecho, entre los senadores del PRI hay molestia y reclamos por la forma en que desde el gobierno calderonista han tratado a su correligionario Labastida, pues tanto la secretaria Kessel como otros directores de paraestatales lo han llamado en múltiples ocasiones para definir la agenda de una eventual reforma energética, y ahora plantean una propuesta totalmente distinta a la que se había armado en las consultas con la Comisión de Energía del Senado. En la encerrona que sostendrán los priístas se discutirá también la posibilidad de que su partido genere un proyecto de reforma energética propio y se oponga al del presidente Calderón. Y para ello hay algunos que impulsan un acercamiento con el PRD. Los perredistas rechazan de entrada una iniciativa que plantee cualquier tipo de inversión privada en áreas reservadas al Estado. Ni siquiera los senadores de Nueva Izquierda, el ala perredista más proclive al diálogo con Calderón y que en los hechos ha negociado temas del Congreso con el Presidente, estarían dispuestos a discutir un proyecto que proponga abrir al capital privado sectores que para los principios del PRD son de estricta propiedad y rectoría del Estado. Y ahí puede venir el mayor problema para el primer mandatario. Si se lanza a presentar la iniciativa que ya está terminada, no sólo alejaría al PRI que ha sido su mayor aliado en lo que va del sexenio y que lo apoyó lo mismo en su complicada toma de posesión que en su celebrada reforma fiscal; el riesgo mayor para Calderón es que los priístas se alíen con los perredistas y juntos busquen sacar una reforma energética que, sin tocar la Constitución, modifique las leyes reglamentarias y le quite al gobierno el control y los millonarios ingresos de paraestatales tan estratégicas como Pemex y la CFE. Estamos ante una decisión mayor que tomará en los próximos días el Presidente y que puede alterar todo el equilibrio de fuerzas entre el gobierno y el Congreso que hasta ahora han permitido avanzar en reformas e iniciativas importantes como la fiscal y la del ISSSTE. Se avecinan tiempos de desencuentros, de afanes privatizadores y de nacionalismos exacerbados. NOTAS INDISCRETAS… Una rebelión de senadores panistas, azuzada por Ramón Muñoz, impidió que el PAN firmara la defensa que el Senado hizo de Manlio Fabio Beltrones contra los ataques de Vicente Fox. “No podemos permitir que vayan contra un ex presidente”, dijo Muñoz a los panistas. Y con ese argumento convenció a varios, incluido el coordinador, Santiago Creel Miranda. En realidad, tanto Muñoz como Creel más que defender a Fox, que fue jefe de ambos el sexenio pasado, están cuidando sus espaldas; especialmente Ramón, quien, desde el papel de oscuro asesor del entonces presidente, conoció a fondo la red de corrupción, tráfico de influencias y coyotaje instrumentada en Pemex por Marta Sahagún y sus enriquecidos hijos… A partir de hoy los dados girarán en El Gran Diario de México todos los martes, jueves y sábados. A los lectores se les ofrece el compromiso, la pasión y el profesionalismo en cada entrega. A los directivos y compañeros de esta casa editorial, todo el esfuerzo y la dedicación para lograr juntos que esta gran empresa siga siendo líder en los medios mexicanos. |
Kikka Roja