La sucesion adelantada jenaro villamil México, D.F., 17 de junio (apro).- Los focos rojos en Los Pinos se encendieron desde hace dos semanas por dos razones claves: el fracaso de una reforma energética que difícilmente se aprobará antes de septiembre de este año y el desdibujamiento de las opciones políticas del calderonismo ante una adelantada lucha por la sucesión de 2012. Todas las encuestas publicadas hasta este martes –GEA-ISA, Reforma, Gabinete de Comunicación Estratégica y Mitofsky- revelan que, entre los cinco personajes políticos más conocidos entre la población, no se encuentra ningún integrante del gabinete y ningún gobernador panista y, peor aún para los resentimientos de la casa presidencial, el que tenía un índice de reconocimiento mayor era su exrival Santiago Creel, a quien Germán Martínez cesó por considerarlo “poco funcional” al frente de los senadores del PAN. En la encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica, organismo vinculado a Liébano Sáenz, el excoordinador de los senadores panistas, apareció con 42.6 por ciento de preferencias ante la pregunta: “Dígame, ¿quién cree usted que vaya a ser el candidato a presidente por el PAN?”. En una segunda posición muy lejana aparece el nombre de la secretaria de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota, con 18.3 por ciento, y el titular de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, con 16.5 por ciento. Este último dato es dramático para los calderonistas. Los Pinos ha invertido en credibilidad para exonerar a un secretario de Gobernación que no resistió a la primera denuncia de haber firmado contratos a favor de sus empresas cuando fue diputado federal y subsecretario de Energía. En la misma encuesta se pregunta, “¿Quién le gustaría que fuera el próximo presidente de México?”. El 43.5 por ciento respondió que Enrique Peña Nieto, el gobernador que más beneficio ha tenido de Televisa para promover su figura, seguido por Marcelo Ebrard, el jefe de Gobierno capitalino, con 17.7 por ciento; Santiago Creel, con 14 por ciento, y Mouriño, en un distante 7.1 por ciento. El periódico Reforma confirmó estas tendencias con un dato adicional que preocupó a los calderonistas: Peña Nieto aparece con 37 por ciento de preferencias; Andrés Manuel López Obrador, con 29 por ciento; Marcelo Ebrard, con 28 por ciento; Beatriz Paredes, con 28 por ciento; Santiago Creel, con 24 por ciento, y Margarita Zavala, la esposa del presidente, con 22 por ciento. Mouriño apareció en un lejano 14 lugar, con 12 por ciento de opinión favorable, un 65 por ciento de índice de desconocimiento de la población. Mouriño está por debajo de Ruth Zavaleta (19 por ciento); Alejandro Encinas (17 por ciento); Josefina Vázquez Mota (17 por ciento) y Manlio Fabio Beltrones (15 por ciento). partido, la encuesta de Reforma revela que en el PAN el que tiene el mayor índice de preferencias es Santiago Creel: 27 por ciento entre población abierta y 40 por ciento entre panistas; seguido por Josefina Vázquez Mota, con 13 y 14 por ciento, respectivamente. Mouriño aparece en un distante tercer lugar, con 8 y 5 por ciento. Su dirigente nacional, Germán Martínez, aparece con un raquítico 5 por ciento de preferencias entre sus propios correligionarios. En el caso del PRI se confirmaron las tendencias: Peña Nieto tiene 39 por ciento, seguido por Beatriz Paredes con 19 por ciento y, muy lejos de ambos, el mandatario veracruzano Fidel Herrera, con 6 por ciento, y Manlio Fabio Beltrones con 3 por ciento. En el caso de los perredistas, López Obrador acapara el 58 por ciento de las preferencias de su partido y el 21 por ciento entre la población abierta. Ebrard tiene el 21 por ciento entre perredistas y 19 por ciento en la población abierta. En un lejano tercer lugar, Lázaro Cárdenas Batel, exgobernador de Michoacán, aparece con 9 por ciento de las preferencias perredistas y 13 por ciento entre la población abierta. Lo dramático es que la propia empresa GEA-ISA, encuestadora de cabecera del calderonismo, confirmó la grisura del entorno presidencial y el ascenso de los gobernadores del PRI y del PRD. Peña Nieto encabeza con 43 por ciento la opinión “positiva”, seguido por López Obrador, con 25 por ciento; Marcelo Ebrard, con 24 por ciento; Beatriz Paredes, con 20; Santiago Creel, con 18; Manlio Fabio Beltrones, con 14 y Alejandro Encinas, con 19 por ciento. En esa encuesta, levantada en mayo, López Obrador aparece con el mayor porcentaje de opiniones negativas, 53 por ciento, y uno de los más desconocidos es Juan Camilo Mouriño, con 50 por ciento de desconocimiento y apenas 9 por ciento de opinión positiva. Este martes, la empresa Consulta Mitofsky, difundió su sondeo concentrado sólo entre gobernadores, y se ratificó el fenómeno Peña Nieto: es el más conocido, con 68.4 por ciento, seguido no muy lejos por Marcelo Ebrard, con 63.5 por ciento. En estos diez primeros sitios no existe ningún mandatario estatal panista, ni siquiera el jaliscience Emilio González Márquez, conocido por sus insultos, sus donaciones piadosas y por encubrir a su procurador impugnado. En contraste aparecen otros seis gobernadores del PRI: Fidel Herrera (30.9 por ciento); Mario Marín (27.5 por ciento); Ulises Ruiz (24.4 por ciento); Ivonne Ortega (16.3 por ciento), y Humberto Moreira (15.8 por ciento). No deja de ser paradójico que “los más conocidos” sean los más acusados por la opinión pública por su conducción gubernamental, como son los casos de Marín y Ulises Ruiz. También destaca que Ivonne Ortega, a menos de un año de entrar en funciones, rebase al coahuilense Humberto Moreira y ocupe el sexto lugar. Entre los gobernadores perredistas, Leonel Godoy es el quinto más conocido (24.4 por ciento), debajo de Marcelo Ebrard, Amalia García, ligeramente debajo de Ivonne Ortega (16 por ciento), y Zeferino Torreblanca, de Guerrero, con 14.6 por ciento. Estos sondeos revelan que el marketing televisivo y el escándalo político otorgan popularidad, pero no necesariamente credibilidad o votos seguros. Sin embargo, sin popularidad, credibilidad ni confianza hasta los escándalos más fuertes, como el que ha involucrado a Mouriño, no ayudan ni siquiera a ser reconocido por la población. En el fondo, la sucesión adelantada por los sondeos indica que el desdibujamiento de las opciones panistas bien puede ser el signo de una debilidad mayor: el desdibujamiento mismo del gobierno federal. jenarovi@yahoo.com.mx |
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