DEL BLOG : RESISTENCIA CREATIVA DF
A cada quien su hipótesis: desde la versión del secretario de Comunicaciones,
Luis Téllez Kuenzler, sobre un “accidente”, que puede ser cierta pero que la opinión pública no cree, pasando a la muy rupestre tesis de los narcos, hasta la nuestra, que siempre hemos remado contra la corriente, y que versa sobre la “pista petrolera”.
El problema de la tesis del “accidente” es que fue expresada por uno de los personajes más mentirosos y fracasados del sistema político mexicano que no ha dado una en sus diferentes cargos, lo cual ha hecho extensivo hasta en su paso por la empresa privada DESC (de los Senderos), en la que colaboró en su extinción.
La hipótesis de los narcos sería mucho más creíble ya que dos semanas antes del avionazo -en el que falleció también José Luis Santiago Vasconcelos (ex subprocurador de la SIEDO) junto al anterior secretario de Gobernación e íntimo de Calderón Hinojosa, además de otros ocupantes del avión Learjet de los que el gobierno ni siquiera se ocupó en forma discriminativa-, habían sido “mancillados” los carteles de los Arellano Félix (detención de uno de los hermanos), El Mayo Zambada (detención de un hermano), y los Beltrán Leyva (que lubricaron generosamente la lista de los funcionarios de la SIEDO). Desde luego que uno de estos tres cárteles, aunque el de los Arellano Félix ha resultado el gran perdedor, pudo haber participado en el avionazo, pero justo es reconocer (hasta ahora, si es que no se los ha entregado ya EU), si se tratase de un atentado, que ninguno posee la alta tecnología que al parecer entró en juego.
Ahora pasemos a nuestra hipótesis petrolera, independientemente que se trate de un “accidente” o atentado, el resultado es el mismo ya que las beneficiadas resultarían las trasnacionales petroleras texanas en detrimento de la española Repsol, y que desarrollaremos más adelante. Si fue “accidente”, entonces, !Que suerte tuvieron las petroleras texanas y la CIA en haberse desembarazado de su fuerte competidor gallego-campechano!
ANTECEDENTES: prácticamente una semana antes del “accidente” y/o atentado, Santiago Vasconcelos y Mouriño Terrazo eran ya dos cadáveres políticos vivientes como consecuencia de su exhibición en dos asuntos delicados. Santiago Vasconcelos, anterior subprocurador de la SIEDO, había sido expuesto en los vínculos preferenciales que el sexenio foxiano pasado y el incipiente régimen calderonista han profesado por el cártel de Sinaloa, en particular, por El Chapo Guzmán.
La lubricación de los hermanos Beltrán Leyva (otrora aliados de El Chapo) a los funcionarios de la SIEDO significó el beso de la muerte de Santiago Vasconcelos.
Asimismo, la develación de los antecedentes de Carlos Mouriño Atanes (padre del gallego-campechano fallecido), por presunto blanqueo de dinero dejó mal parados al gobierno español, a la PGR y al IFAI, pero había prácticamente acelerado la salida de Mouriño Terrazo de la Secretaría de Gobernación, quien tenía sus días contados en esa dependencia cuando habían proliferado los “rumores” sobre sus sustitutos, así como cambios inminentes en el gabinete averiado de Calderón.
Hechos: la “pista” petrolera.
Mouriño Terrazo era el representante oficioso de Repsol en México y presunto socio de Calderón Hinojosa desde la Secretaria foxiana de Energía cuando ambos entregaron la Cuenca de Burgos a las gaseras españolas. La simbiosis extraña entre la pareja Calderón- Mouriño no se puede entender sin su profundo vínculo petrolero y gasero, que desembocó en la entreguista Reforma Energética apadrinada por la misma dupla panista de Calderón-Mouriño y el trío nihilista Beltrones-Labastida-Gamboa.
La “hipótesis petrolera” no se debe desde luego al avionazo a unos pocos metros de la Fuente de Petróleos en Paseo de Reforma y Periférico, sino nos fue despertada por la exagerada intervención de Luis Téllez Kuenzler, secretario de Comunicaciones, quien en forma obsesiva, y sin mucho soporte técnico que lo respalde, ha dictaminado la descabellada hipótesis del “accidente”.
El sempi-eternamente fracasado Téllez Kuenzler es el aliado del ex presidente Carlos Salinas de Gortari (un relevante instrumento de la familia Bush) y director simultáneo del siniestro Grupo Carlyle en México: un conglomerado petrolero texano dominado también por la familia Bush. Cabe recordar que Tellez Kuenzler había sido secretario de Energía en el gabinete de Zedillo cuando fue a desinformar al ignaro Congreso que el precio del barril de petróleo se derrumbaría a seis dólares (que hoy vale diez veces más y que llegó a alcanzar hasta casi 25 veces más su pronostico entreguista con el fin de regalar los hidrocarburos de México a las trasnacionales texanas.)
Antes de concluir el sexenio zedillista, Téllez Kuenzler sustituyó a Jesús Federico Reyes Heroles Martín González Garza (anterior embajador de México en EU, luego cabildero de los trasnacionales petroleras texanas, y ahora Director de Pemex con Calderón.) Sean los narcos o la CIA los presuntos sospechosos, ambas entidades llevan por el Hilo de Ariadna hasta el Minotauro del despotismo dinástico de los Bush, sus operadores globales (Daddy Bush fue director de la CIA, entre otras virtudes.) En caso de haber sido un atentado, obviamente fue de alta tecnología para derrumbar a un avión moderno comprado por el CISEN (infiltrado hasta la médula por la CIA), inspeccionado recientemente en EU y cuyo percance será “investigado” por la Oficina de Transportes del mismo EU para cerrar el círculo virtuoso. De dos cosas, una: o el gobierno mexicano es muy tonto para dejar que los presuntos perpetradores del atentado se auto-investiguen, o existen complicidades muy profundas en el seno del gabinete calderonista, que afloraron una semana antes entre el “peloteo” que se escenificó entre la SIEDO, la PGR y el IFAI, y que alcanzó hasta España.
¿Por qué razón canceló Cecilia Romero, directora de Migración y ex suegra de Cesar Nava (secretario particular de Calderón) su ascenso unos minutos antes del despegue del avión en San Luis Potosí, gobernado por el panista Marcelo de los Santos? Si verdaderamente se desea investigar, es obligatorio conocer los pormenores del “arrepentimiento” redentor de la poblana panista Cecilia Romero, quien hace unos meses había sido envuelta en un escándalo de tráfico de cubanos con la mafia de Miami que, sobra recalcar, ha sido expuesta en incontables ocasiones por sus vínculos con la CIA.
“Pistas”, de aterrizaje e investigación, podrán haber muchas, pero el destino es único, a nuestro humilde entender: la entrega de los hidrocarburos en las aguas profundas del Golfo de México en donde la española Repsol y el Grupo bushiano Carlyle (representado por la dupla Salinas-Téllez y, extensivamente, por Jesús Federico Reyes Heroles Martín González Garza) compiten ferozmente por la captura del “tesoro” calderonista.
¿Dónde andaba Genaro García Luna (anterior “investigador” de los “asuntos internacionales” del CISEN), el poderoso mandamás de la SSP, anterior “eminencia gris” del CISEN (no olvidar: dependencia que compró el avión “accidentado”) e íntimo de Calderón y del difunto Mouriño Terrazo? Como que los narcos saben demasiada política petrolera y ostentan la más moderna tecnología de punta…
Sería muy ingenuo esperar que el Grupo bushiano Carlyle aparezca como una de las firmas que iniciarán en forma inminente la exploración y la extracción de los hidrocarburos en las profundidades del Golfo de México, ya que constituye un conglomerado de grandes capitales que no cotizan siquiera en la Bolsa (se les conoce en inglés como “private equity”), sino que controlan por la puerta trasera las acciones de las petroleras estadounidenses de menor jerarquía geopolítica como ChevronTexaco y ExxonMobil.
Por lo pronto, Pemex (no olvidar: dirigida por el aliado del bushiano-salinista Téllez Kuenzler) acaba de anunciar la firma de 35 “contratos de servicios”(¿no que no?) por varios millones de dólares que serán “licitados” entre las trasnacionales petroleras para la exploración y extracción de los bloques en las aguas profundas del Golfo de México y Chicontepec, en las que no aparece todavía Repsol, pero si las anglosajonas tanto de EU (ChevronTexaco y ExxonMobil), como de Gran Bretaña (Shell y BP.)
Por los hidrocarburos, las enseñanzas demuestran que EU y la CIA son capaces de derrocar regímenes (como ocurrió en 1953 con el primer ministro nacionalista Mohammed Mossadegh en Irán para instalar a su títere el Sha) y derrumbar aviones como el de Enrico Mattei, director de Ente Nazionale Idrocarburi (ENI, por sus siglas en italiano, Agencia Nacional de Hidrocarburos), quien pereció en 1962 en su avión privado debido a la apertura que había realizado con los países petroleros del mundo árabe.
Por los mismos hidrocarburos, sería muy difícil que EU y/o la CIA se detengan con el joven gallego campechano, a quien Calderón ha calificado de forma ditirámbica como el “Cid Campeador” (¿del Golfo de México?). Nada más que el Cid original, aún muerto, seguía ganando míticamente batallas a los moros. Vamos a ver si la española Repsol consigue descolgar más jugosos contratos en las profundidades del Golfo de México, después de que se despachó con la cuchara grande el gas mexicano, en particular, en la Cuenca de Burgos.
Estamos en ligas mayores y será muy fácil detectar la autoría del “accidente”
y/o “atentado” cuando los mexicanos contemplemos el epílogo de los “bloques” en el Golfo de México entregados a las trasnacionales.
kikka-roja.blogspot.com/
Luis Téllez Kuenzler, sobre un “accidente”, que puede ser cierta pero que la opinión pública no cree, pasando a la muy rupestre tesis de los narcos, hasta la nuestra, que siempre hemos remado contra la corriente, y que versa sobre la “pista petrolera”.
El problema de la tesis del “accidente” es que fue expresada por uno de los personajes más mentirosos y fracasados del sistema político mexicano que no ha dado una en sus diferentes cargos, lo cual ha hecho extensivo hasta en su paso por la empresa privada DESC (de los Senderos), en la que colaboró en su extinción.
La hipótesis de los narcos sería mucho más creíble ya que dos semanas antes del avionazo -en el que falleció también José Luis Santiago Vasconcelos (ex subprocurador de la SIEDO) junto al anterior secretario de Gobernación e íntimo de Calderón Hinojosa, además de otros ocupantes del avión Learjet de los que el gobierno ni siquiera se ocupó en forma discriminativa-, habían sido “mancillados” los carteles de los Arellano Félix (detención de uno de los hermanos), El Mayo Zambada (detención de un hermano), y los Beltrán Leyva (que lubricaron generosamente la lista de los funcionarios de la SIEDO). Desde luego que uno de estos tres cárteles, aunque el de los Arellano Félix ha resultado el gran perdedor, pudo haber participado en el avionazo, pero justo es reconocer (hasta ahora, si es que no se los ha entregado ya EU), si se tratase de un atentado, que ninguno posee la alta tecnología que al parecer entró en juego.
Ahora pasemos a nuestra hipótesis petrolera, independientemente que se trate de un “accidente” o atentado, el resultado es el mismo ya que las beneficiadas resultarían las trasnacionales petroleras texanas en detrimento de la española Repsol, y que desarrollaremos más adelante. Si fue “accidente”, entonces, !Que suerte tuvieron las petroleras texanas y la CIA en haberse desembarazado de su fuerte competidor gallego-campechano!
ANTECEDENTES: prácticamente una semana antes del “accidente” y/o atentado, Santiago Vasconcelos y Mouriño Terrazo eran ya dos cadáveres políticos vivientes como consecuencia de su exhibición en dos asuntos delicados. Santiago Vasconcelos, anterior subprocurador de la SIEDO, había sido expuesto en los vínculos preferenciales que el sexenio foxiano pasado y el incipiente régimen calderonista han profesado por el cártel de Sinaloa, en particular, por El Chapo Guzmán.
La lubricación de los hermanos Beltrán Leyva (otrora aliados de El Chapo) a los funcionarios de la SIEDO significó el beso de la muerte de Santiago Vasconcelos.
Asimismo, la develación de los antecedentes de Carlos Mouriño Atanes (padre del gallego-campechano fallecido), por presunto blanqueo de dinero dejó mal parados al gobierno español, a la PGR y al IFAI, pero había prácticamente acelerado la salida de Mouriño Terrazo de la Secretaría de Gobernación, quien tenía sus días contados en esa dependencia cuando habían proliferado los “rumores” sobre sus sustitutos, así como cambios inminentes en el gabinete averiado de Calderón.
Hechos: la “pista” petrolera.
Mouriño Terrazo era el representante oficioso de Repsol en México y presunto socio de Calderón Hinojosa desde la Secretaria foxiana de Energía cuando ambos entregaron la Cuenca de Burgos a las gaseras españolas. La simbiosis extraña entre la pareja Calderón- Mouriño no se puede entender sin su profundo vínculo petrolero y gasero, que desembocó en la entreguista Reforma Energética apadrinada por la misma dupla panista de Calderón-Mouriño y el trío nihilista Beltrones-Labastida-Gamboa.
La “hipótesis petrolera” no se debe desde luego al avionazo a unos pocos metros de la Fuente de Petróleos en Paseo de Reforma y Periférico, sino nos fue despertada por la exagerada intervención de Luis Téllez Kuenzler, secretario de Comunicaciones, quien en forma obsesiva, y sin mucho soporte técnico que lo respalde, ha dictaminado la descabellada hipótesis del “accidente”.
El sempi-eternamente fracasado Téllez Kuenzler es el aliado del ex presidente Carlos Salinas de Gortari (un relevante instrumento de la familia Bush) y director simultáneo del siniestro Grupo Carlyle en México: un conglomerado petrolero texano dominado también por la familia Bush. Cabe recordar que Tellez Kuenzler había sido secretario de Energía en el gabinete de Zedillo cuando fue a desinformar al ignaro Congreso que el precio del barril de petróleo se derrumbaría a seis dólares (que hoy vale diez veces más y que llegó a alcanzar hasta casi 25 veces más su pronostico entreguista con el fin de regalar los hidrocarburos de México a las trasnacionales texanas.)
Antes de concluir el sexenio zedillista, Téllez Kuenzler sustituyó a Jesús Federico Reyes Heroles Martín González Garza (anterior embajador de México en EU, luego cabildero de los trasnacionales petroleras texanas, y ahora Director de Pemex con Calderón.) Sean los narcos o la CIA los presuntos sospechosos, ambas entidades llevan por el Hilo de Ariadna hasta el Minotauro del despotismo dinástico de los Bush, sus operadores globales (Daddy Bush fue director de la CIA, entre otras virtudes.) En caso de haber sido un atentado, obviamente fue de alta tecnología para derrumbar a un avión moderno comprado por el CISEN (infiltrado hasta la médula por la CIA), inspeccionado recientemente en EU y cuyo percance será “investigado” por la Oficina de Transportes del mismo EU para cerrar el círculo virtuoso. De dos cosas, una: o el gobierno mexicano es muy tonto para dejar que los presuntos perpetradores del atentado se auto-investiguen, o existen complicidades muy profundas en el seno del gabinete calderonista, que afloraron una semana antes entre el “peloteo” que se escenificó entre la SIEDO, la PGR y el IFAI, y que alcanzó hasta España.
¿Por qué razón canceló Cecilia Romero, directora de Migración y ex suegra de Cesar Nava (secretario particular de Calderón) su ascenso unos minutos antes del despegue del avión en San Luis Potosí, gobernado por el panista Marcelo de los Santos? Si verdaderamente se desea investigar, es obligatorio conocer los pormenores del “arrepentimiento” redentor de la poblana panista Cecilia Romero, quien hace unos meses había sido envuelta en un escándalo de tráfico de cubanos con la mafia de Miami que, sobra recalcar, ha sido expuesta en incontables ocasiones por sus vínculos con la CIA.
“Pistas”, de aterrizaje e investigación, podrán haber muchas, pero el destino es único, a nuestro humilde entender: la entrega de los hidrocarburos en las aguas profundas del Golfo de México en donde la española Repsol y el Grupo bushiano Carlyle (representado por la dupla Salinas-Téllez y, extensivamente, por Jesús Federico Reyes Heroles Martín González Garza) compiten ferozmente por la captura del “tesoro” calderonista.
¿Dónde andaba Genaro García Luna (anterior “investigador” de los “asuntos internacionales” del CISEN), el poderoso mandamás de la SSP, anterior “eminencia gris” del CISEN (no olvidar: dependencia que compró el avión “accidentado”) e íntimo de Calderón y del difunto Mouriño Terrazo? Como que los narcos saben demasiada política petrolera y ostentan la más moderna tecnología de punta…
Sería muy ingenuo esperar que el Grupo bushiano Carlyle aparezca como una de las firmas que iniciarán en forma inminente la exploración y la extracción de los hidrocarburos en las profundidades del Golfo de México, ya que constituye un conglomerado de grandes capitales que no cotizan siquiera en la Bolsa (se les conoce en inglés como “private equity”), sino que controlan por la puerta trasera las acciones de las petroleras estadounidenses de menor jerarquía geopolítica como ChevronTexaco y ExxonMobil.
Por lo pronto, Pemex (no olvidar: dirigida por el aliado del bushiano-salinista Téllez Kuenzler) acaba de anunciar la firma de 35 “contratos de servicios”(¿no que no?) por varios millones de dólares que serán “licitados” entre las trasnacionales petroleras para la exploración y extracción de los bloques en las aguas profundas del Golfo de México y Chicontepec, en las que no aparece todavía Repsol, pero si las anglosajonas tanto de EU (ChevronTexaco y ExxonMobil), como de Gran Bretaña (Shell y BP.)
Por los hidrocarburos, las enseñanzas demuestran que EU y la CIA son capaces de derrocar regímenes (como ocurrió en 1953 con el primer ministro nacionalista Mohammed Mossadegh en Irán para instalar a su títere el Sha) y derrumbar aviones como el de Enrico Mattei, director de Ente Nazionale Idrocarburi (ENI, por sus siglas en italiano, Agencia Nacional de Hidrocarburos), quien pereció en 1962 en su avión privado debido a la apertura que había realizado con los países petroleros del mundo árabe.
Por los mismos hidrocarburos, sería muy difícil que EU y/o la CIA se detengan con el joven gallego campechano, a quien Calderón ha calificado de forma ditirámbica como el “Cid Campeador” (¿del Golfo de México?). Nada más que el Cid original, aún muerto, seguía ganando míticamente batallas a los moros. Vamos a ver si la española Repsol consigue descolgar más jugosos contratos en las profundidades del Golfo de México, después de que se despachó con la cuchara grande el gas mexicano, en particular, en la Cuenca de Burgos.
Estamos en ligas mayores y será muy fácil detectar la autoría del “accidente”
y/o “atentado” cuando los mexicanos contemplemos el epílogo de los “bloques” en el Golfo de México entregados a las trasnacionales.