Cierran puertas en la ciudad al cultivo de maíz transgénico
La medida tiene por objetivo preservar el germoplasma y los tipos de granos autóctonos, dice
Se han catalogado 60 razas de la gramínea mexicana
Alistan convenios con universidades
Bertha Teresa Ramírez
Luego de emitir la declaratoria de Protección de las razas de maíz del altiplano de México cultivadas y producidas en suelo de conservación del Distrito Federal, el titular del Ejecutivo local, Marcelo Ebrard Casaubon, aseveró que su objetivo es que en las zonas agrícolas de la ciudad no se cultive maíz transgénico, debido a sus efectos negativos en el germoplasma del suelo de conservación, y que en la ciudad se preserve el cultivo de las razas originarias del grano que tenemos en el valle de México.
La mitad del territorio del Distrito Federal es zona rural o de conservación, por ello es sumamente importante que le pongamos atención, porque el cultivo de maíz, así como los bosques, son los que mantienen el equilibrio ecológico de todo el valle de México; de manera que los tenemos que preservar y cuidar, aseveró el mandatario al dar a conocer la declaratoria en la delegación rural de Milpa Alta.
Añadió que su gobierno adopta esta medida con fundamento tanto en los estudios que han venido desarrollando diversos especialistas respecto a los efectos que tiene el maíz transgénico, como por lo que hace a la posible desaparición del maíz propio de las razas originarias.
En suma, dijo que la medida, que también tiene que ver con el Plan Verde de la Ciudad de México, tiene por objetivos preservar el germoplasma, las especies autóctonas del maíz y evitar los efectos negativos de la especie transgénica.
En su oportunidad la secretaria de Medio Ambiente, Martha Delgado Peralta, señaló que la declaratoria apareció publicada el miércoles en la Gaceta Oficial del Distrito Federal.
Recordó que en México existe una enorme variedad de especies de maíz, mismas que se distinguen por sus sabores y colores, las cuales se preservan gracias a los pueblos de las culturas indígenas y campesinas, un elemento clave de supervivencia en nuestra ciudad, en nuestro país y en el mundo.
Precisó que se han catalogado cerca de 60 razas de maíz mexicanas, de las que se resguardan más de 9 mil colectas. A la fecha se ha identificado a unas 4 mil, sin contar con las que se colectan en otras regiones de México que aún quedan por explorar y estudiar.
Tan sólo en el DF cada año se cultivan 3 mil hectáreas de maíz, principalmente para autoconsumo de la población que habita en zonas de conservación de nuestra ciudad, dijo, y señaló que diversos estudios han determinado que los transgenes que extraoficialmente se le pueden integrar a la semilla, en el caso del maíz, puede poner en riesgo la conservación del germoplasma, que tiene estos efectos negativos en las razas del maíz y en sus ecosistemas agrícolas, además de que éstos son los que se introducen artificialmente en las semillas, pueden incorporarse en la cadena alimentaria y generar problemas de salud humana.
Añadió que el uso de estas semillas transgénicas “tiene el potencial también de impactar negativamente la diversidad biológica cuando su introducción en el medio ambiente no está controlada. Por eso es muy necesario establecer políticas públicas que tiendan a conservar y a utilizar de manera sostenible la diversidad biológica en beneficio de las actuales y de las futuras generaciones, puntualizó.
Entre otras acciones para proteger la producción del grano original que tenemos en el valle de México se celebrarán convenios para la conservación, uso y seguridad del maíz nativo con el Instituto de Ciencia y Tecnología del DF, la UNAM, la UAM y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).
La mitad del territorio del Distrito Federal es zona rural o de conservación, por ello es sumamente importante que le pongamos atención, porque el cultivo de maíz, así como los bosques, son los que mantienen el equilibrio ecológico de todo el valle de México; de manera que los tenemos que preservar y cuidar, aseveró el mandatario al dar a conocer la declaratoria en la delegación rural de Milpa Alta.
Añadió que su gobierno adopta esta medida con fundamento tanto en los estudios que han venido desarrollando diversos especialistas respecto a los efectos que tiene el maíz transgénico, como por lo que hace a la posible desaparición del maíz propio de las razas originarias.
En suma, dijo que la medida, que también tiene que ver con el Plan Verde de la Ciudad de México, tiene por objetivos preservar el germoplasma, las especies autóctonas del maíz y evitar los efectos negativos de la especie transgénica.
En su oportunidad la secretaria de Medio Ambiente, Martha Delgado Peralta, señaló que la declaratoria apareció publicada el miércoles en la Gaceta Oficial del Distrito Federal.
Recordó que en México existe una enorme variedad de especies de maíz, mismas que se distinguen por sus sabores y colores, las cuales se preservan gracias a los pueblos de las culturas indígenas y campesinas, un elemento clave de supervivencia en nuestra ciudad, en nuestro país y en el mundo.
Precisó que se han catalogado cerca de 60 razas de maíz mexicanas, de las que se resguardan más de 9 mil colectas. A la fecha se ha identificado a unas 4 mil, sin contar con las que se colectan en otras regiones de México que aún quedan por explorar y estudiar.
Tan sólo en el DF cada año se cultivan 3 mil hectáreas de maíz, principalmente para autoconsumo de la población que habita en zonas de conservación de nuestra ciudad, dijo, y señaló que diversos estudios han determinado que los transgenes que extraoficialmente se le pueden integrar a la semilla, en el caso del maíz, puede poner en riesgo la conservación del germoplasma, que tiene estos efectos negativos en las razas del maíz y en sus ecosistemas agrícolas, además de que éstos son los que se introducen artificialmente en las semillas, pueden incorporarse en la cadena alimentaria y generar problemas de salud humana.
Añadió que el uso de estas semillas transgénicas “tiene el potencial también de impactar negativamente la diversidad biológica cuando su introducción en el medio ambiente no está controlada. Por eso es muy necesario establecer políticas públicas que tiendan a conservar y a utilizar de manera sostenible la diversidad biológica en beneficio de las actuales y de las futuras generaciones, puntualizó.
Entre otras acciones para proteger la producción del grano original que tenemos en el valle de México se celebrarán convenios para la conservación, uso y seguridad del maíz nativo con el Instituto de Ciencia y Tecnología del DF, la UNAM, la UAM y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).
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