El arte de engañar
René Drucker Colín
Los publicistas tienen un trabajo difícil. Tienen que promover algo para que se considere atractivo, convertirlo en un producto exitoso y se adquiera. El producto puede ser un objeto material de cualquier índole, pero puede ser también una idea o una versión de algo o sobre algo. En cualquier caso, el objetivo es cambiar la percepción de la gente para que compre algo y hacer que ese producto sea exitoso comercialmente y genere mayores ingresos a la(s) empresa(s) que lo comercializan, o bien hacer que la gente cambie de opinión acerca de algo o alguien con el objeto de que modifiquen su conducta para que beneficien a alguien o a algún grupo en particular. Los publicistas, pues, tienen un trabajo difícil, dado que requieren ser muy creativos para encontrar cualidades a productos que no las tienen y/o mostrar que el que promueven es mejor que otros que están en el mercado y señalar por qué el que publicitan debe ser favorecido por encima de los demás.
René Drucker Colín
Los publicistas tienen un trabajo difícil. Tienen que promover algo para que se considere atractivo, convertirlo en un producto exitoso y se adquiera. El producto puede ser un objeto material de cualquier índole, pero puede ser también una idea o una versión de algo o sobre algo. En cualquier caso, el objetivo es cambiar la percepción de la gente para que compre algo y hacer que ese producto sea exitoso comercialmente y genere mayores ingresos a la(s) empresa(s) que lo comercializan, o bien hacer que la gente cambie de opinión acerca de algo o alguien con el objeto de que modifiquen su conducta para que beneficien a alguien o a algún grupo en particular. Los publicistas, pues, tienen un trabajo difícil, dado que requieren ser muy creativos para encontrar cualidades a productos que no las tienen y/o mostrar que el que promueven es mejor que otros que están en el mercado y señalar por qué el que publicitan debe ser favorecido por encima de los demás.