- Ambos fueron beneficiarios del Fobaproa, afirma Di Costanzo con documentos
- Saba y Banamex, impedidos por la Ley del IPAB para comprar Aeroméxico
- El secretario de Turismo apoya que Grupo Posadas concentre las dos principales aerolíneas, pero asegura que en el país ya no existen monopolios
- Aspe, contra la unión
Tanto la familia Saba como Banamex están impedidos por la Ley del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) para participar en la adquisición de las acciones Aeroméxico, afirmó Mario Di Costanzo, secretario de la Hacienda pública del equipo de Andrés Manuel López Obrador, Esto es así, explicó con base en documentos oficiales, “en virtud de que ambos fueron apoyados en su momento por el Fobaproa (Fondo Bancario de Protección al Ahorro), ya que éste adquirió créditos o cartera de Banamex, y la familia Saba aparece dentro del acta de entrega del Fobaproa al IPAB como uno de los originadores de flujos en los Programas de Capitalización y Compra de Cartera”.
Di Costanzo precisó “que el propio IPAB, y en cumplimiento del artículo décimo tercero transitorio, emitió el Programa de Enajenación de Bienes en el cual establece que éste sería de aplicación obligatoria, y en el cual se estableció que no podrán constituirse como oferentes y adquirientes las personas que se ubiquen en algunos de los siguientes supuestos: “Personas físicas o morales que en su carácter de accionistas de una institución, que haya sido sujeta a programas de saneamiento financiero en términos del artículo séptimo transitorio de la ley o implementados por el instituto de conformidad con lo establecido en el artículo 28 de la ley, hayan formado parte del grupo de control de dicha institución en términos de la Ley de Instituciones de Crédito”. El consultor sostuvo que en forma independiente al monto que ofrezcan por Consorcio Aeroméxico, la familia Saba y Banamex están impedidos por la Ley del IPAB para adquirir, mediante subasta o cualquier otra forma, algún activo proveniente del rescate bancario, y si así lo hiciesen, la Comisión de Vigilancia (de la Cámara de Diputados) y la Auditoría Superior de la Federación estarían obligados a fincar responsabilidades a la secretaria ejecutiva del IPAB, María Teresa Fernández, y a la junta de gobierno del instituto, por aprobar la operación contraviniendo el marco jurídico del instituto y las normas para vender activos”.
Pujas y estrategias
Los empresarios Alberto Saba Raffoul y su hijo, Alberto Saba Masri, elevaron ayer en 27 milésimas de peso su oferta para adquirir Aeroméxico, y con esto ampliaron al 16 de octubre el plazo que vencía hoy, para sostenerse en la puja para comprar la principal compañía aérea del país, propiedad en 62 por ciento del gobierno federal. Consorcio Aeroméxico informó que los Saba decidieron incrementar el precio ofrecido por acción de 1.7569 a 1.7596 pesos, lo que representa una elevación de 0.0027 pesos, equivalente a un aumento de 0.15 por ciento, después de que el precio propuesto había sido empatado por el ofrecido por Banamex y 14 empresarios. Mientras, Grupo Mexicana de Aviación, de Gastón Azcárraga, ha lanzado también una oferta agresiva para pagar 2.19 pesos por cada acción de Aeroméxico, además de comprometer 200 millones de dólares para capitalizar a la empresa; lo que ha generado desconcierto entre los inversionistas de la Bolsa Mexicana de Valores, reflejado en una caída de 7.01 por ciento en su cotización, la cual pasó de 2.14 en la víspera a 1.98 pesos por título en la jornada de ayer. La propuesta fue hecha a la CNBV, que ayer dio su autorización; antes fue presentada a la Comisión Federal de Competencia, la cual aún no da su anuencia y hasta el momento, el consejo de administración de Aeroméxico no ha dicho esta boca es mía. En apenas 43 días, Aeroméxico pasó de ser una empresa por la que parecía no haber interés alguno, a transformarse casi en la joya de la corona como una compañía de enorme atractivo, por la que hace menos de mes y medio se ofreció un precio de compra de 1.10 pesos por acción, como si se hiciera un favor al comprarla, y ahora la más reciente pretensión casi duplica aquella cotización.
Rodolfo Elizondo apoya a Azcárraga
El secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo, se manifestó a favor de que las dos aerolíneas más importantes del mercado mexicano queden en poder de Grupo Posadas, “si eso es lo que le conviene a México”, y aseguró que en el país “ya no existen monopolios”. Por separado, el presidente del consejo de administración de Volaris, Pedro Aspe, advirtió que Aeroméxico y Mexicana no deben volver a unirse para formar un monopolio, y puntualizó que si se aprobara esa operación antes debería haber las condiciones de regulación necesarias para evitar que operen en condiciones dominantes. Luego de su participación en el séptimo Congreso Internacional de Turismo organizado por el Consejo Nacional Empresarial Turístico, Elizondo señaló que es respetuoso de las decisiones de organismos como la Comisión Federal de Competencia, que deberá autorizar o no si el Grupo Posadas puede comprar Aeroméxico, una vez que ya es poseedor de Mexicana. Sin embargo, se manifestó a favor de que el grupo que encabeza Gastón Azcárraga adquiera la aerolínea si es la manera en la que operará mejor la industria aérea y el sector del turismo. El funcionario rechazó que en México existan monopolios, ya que en el caso de la aviación además de las dos aerolíneas más importantes hay otras siete. “Hay que pensar cómo hacer exitosas a las aerolíneas en México, y si la manera de hacerlo es fusionarlas o venderlas a una sola compañía. Eso es lo que tiene que ver México, no meterse a una lucha encarnizada de que si conviene o no, hay que ver lo que le conviene al país porque no queremos que dentro de dos años las aerolíneas otra vez tengan que ser rescatadas por el gobierno”. En el encuentro, el ex secretario de Hacienda, Pedro Aspe Armella, dijo que la propuesta de Grupo Posadas para adquirir Aeroméxico abre dos escenarios: uno que debería fomentar la competencia y otro que sería como regresar al pasado con los monopolios.
Di Costanzo precisó “que el propio IPAB, y en cumplimiento del artículo décimo tercero transitorio, emitió el Programa de Enajenación de Bienes en el cual establece que éste sería de aplicación obligatoria, y en el cual se estableció que no podrán constituirse como oferentes y adquirientes las personas que se ubiquen en algunos de los siguientes supuestos: “Personas físicas o morales que en su carácter de accionistas de una institución, que haya sido sujeta a programas de saneamiento financiero en términos del artículo séptimo transitorio de la ley o implementados por el instituto de conformidad con lo establecido en el artículo 28 de la ley, hayan formado parte del grupo de control de dicha institución en términos de la Ley de Instituciones de Crédito”. El consultor sostuvo que en forma independiente al monto que ofrezcan por Consorcio Aeroméxico, la familia Saba y Banamex están impedidos por la Ley del IPAB para adquirir, mediante subasta o cualquier otra forma, algún activo proveniente del rescate bancario, y si así lo hiciesen, la Comisión de Vigilancia (de la Cámara de Diputados) y la Auditoría Superior de la Federación estarían obligados a fincar responsabilidades a la secretaria ejecutiva del IPAB, María Teresa Fernández, y a la junta de gobierno del instituto, por aprobar la operación contraviniendo el marco jurídico del instituto y las normas para vender activos”.
Pujas y estrategias
Los empresarios Alberto Saba Raffoul y su hijo, Alberto Saba Masri, elevaron ayer en 27 milésimas de peso su oferta para adquirir Aeroméxico, y con esto ampliaron al 16 de octubre el plazo que vencía hoy, para sostenerse en la puja para comprar la principal compañía aérea del país, propiedad en 62 por ciento del gobierno federal. Consorcio Aeroméxico informó que los Saba decidieron incrementar el precio ofrecido por acción de 1.7569 a 1.7596 pesos, lo que representa una elevación de 0.0027 pesos, equivalente a un aumento de 0.15 por ciento, después de que el precio propuesto había sido empatado por el ofrecido por Banamex y 14 empresarios. Mientras, Grupo Mexicana de Aviación, de Gastón Azcárraga, ha lanzado también una oferta agresiva para pagar 2.19 pesos por cada acción de Aeroméxico, además de comprometer 200 millones de dólares para capitalizar a la empresa; lo que ha generado desconcierto entre los inversionistas de la Bolsa Mexicana de Valores, reflejado en una caída de 7.01 por ciento en su cotización, la cual pasó de 2.14 en la víspera a 1.98 pesos por título en la jornada de ayer. La propuesta fue hecha a la CNBV, que ayer dio su autorización; antes fue presentada a la Comisión Federal de Competencia, la cual aún no da su anuencia y hasta el momento, el consejo de administración de Aeroméxico no ha dicho esta boca es mía. En apenas 43 días, Aeroméxico pasó de ser una empresa por la que parecía no haber interés alguno, a transformarse casi en la joya de la corona como una compañía de enorme atractivo, por la que hace menos de mes y medio se ofreció un precio de compra de 1.10 pesos por acción, como si se hiciera un favor al comprarla, y ahora la más reciente pretensión casi duplica aquella cotización.
Rodolfo Elizondo apoya a Azcárraga
El secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo, se manifestó a favor de que las dos aerolíneas más importantes del mercado mexicano queden en poder de Grupo Posadas, “si eso es lo que le conviene a México”, y aseguró que en el país “ya no existen monopolios”. Por separado, el presidente del consejo de administración de Volaris, Pedro Aspe, advirtió que Aeroméxico y Mexicana no deben volver a unirse para formar un monopolio, y puntualizó que si se aprobara esa operación antes debería haber las condiciones de regulación necesarias para evitar que operen en condiciones dominantes. Luego de su participación en el séptimo Congreso Internacional de Turismo organizado por el Consejo Nacional Empresarial Turístico, Elizondo señaló que es respetuoso de las decisiones de organismos como la Comisión Federal de Competencia, que deberá autorizar o no si el Grupo Posadas puede comprar Aeroméxico, una vez que ya es poseedor de Mexicana. Sin embargo, se manifestó a favor de que el grupo que encabeza Gastón Azcárraga adquiera la aerolínea si es la manera en la que operará mejor la industria aérea y el sector del turismo. El funcionario rechazó que en México existan monopolios, ya que en el caso de la aviación además de las dos aerolíneas más importantes hay otras siete. “Hay que pensar cómo hacer exitosas a las aerolíneas en México, y si la manera de hacerlo es fusionarlas o venderlas a una sola compañía. Eso es lo que tiene que ver México, no meterse a una lucha encarnizada de que si conviene o no, hay que ver lo que le conviene al país porque no queremos que dentro de dos años las aerolíneas otra vez tengan que ser rescatadas por el gobierno”. En el encuentro, el ex secretario de Hacienda, Pedro Aspe Armella, dijo que la propuesta de Grupo Posadas para adquirir Aeroméxico abre dos escenarios: uno que debería fomentar la competencia y otro que sería como regresar al pasado con los monopolios.
ya empezaron a salir los mojones
Kikka Roja