Le Monde diplomatique brinda una visión crítica del mundo: Boyer
Patricia Muñoz Ríos
Ampliar la imagen Luis Hernández, Lorenzo Meyer, Jean François Boyer y Jorge Zepeda participaron en la presentación del periódico mensual Le Monde diplomatique, que La Jornada entrega a los suscriptores Luis Hernández, Lorenzo Meyer, Jean François Boyer y Jorge Zepeda participaron en la presentación del periódico mensual Le Monde diplomatique, que La Jornada entrega a los suscriptores Foto: José Carlo González
El periodismo actual está marcado por el “monopolio creciente de las industrias culturales”, en tanto que la mayoría de los periódicos del mundo ya no están dirigidos por periodistas sino por empresarios, que no están interesados en la información sino en los negocios, planteó el coordinador de la sección de Opinión de La Jornada, Luis Hernández Navarro, en la presentación de la nueva edición de Le Monde diplomatique para México, Centroamérica y Estados Unidos. En la presentación, que tuvo lugar en el Instituto Francés de América Latina (IFAL) y a la cual asistieron periodistas, diplomáticos e intelectuales, también participó el historiador y analista político Lorenzo Meyer, quien planteó que en México 60 por ciento de los ciudadanos tiene como primera fuente de información la televisión; “¡vaya fuente!”, dijo.
La publicación en nuestro país de Le Monde diplomatique es una más de las 42 ediciones que tiene este medio informativo en los cinco continentes, con más de 2.5 millones de lectores, y es encartada en La Jornada para su distribución entre suscriptores. Forman parte de su consejo editorial, precisamente Luis Hernández, Lorenzo Meyer, Sergio Aguayo, Rolando Cordera, Jorge Zepeda Patterson y Jean François Boyer, su director. Luego de hacer una reseña de la historia de la publicación, y su papel en el análisis y crítica del nuevo “desorden mundial”, Luis Hernández dijo que “Le Monde diplomatique ha sido un actor central en la crítica del neoliberalismo, la denuncia de las guerras por el petróleo, “disfrazadas de intervenciones humanitarias”, del proceso de “desalambrar” los latifundios mediáticos y de la formación del movimiento altermundista.
En una industria en la que sobresalen las noticias descontextualizadas y el escándalo, y en la que se confunde lo interesante con lo importante, esta publicación ha tratado trascender esa forma perversa de difundir la información; ha rechazado la visión “instantaneísta” del mundo y viene a llenar un hueco en la información, análisis y debate sobre la realidad, “ejerciendo el arma del pensamiento crítico”, precisamente en un momento en el que el mundo presencia la caída del fundamentalismo de mercado, con la actual crisis financiera de Estados Unidos y otros procesos históricos, como el giro a la izquierda en América Latina, apuntó Hernández Navarro. En tanto, Lorenzo Meyer dejó en claro que México necesita dejar de pensar que “el mundo se agota en Estados Unidos” y tener una visión más amplia de lo que acontece en el plano internacional. Informativamente “estamos cercados por los estadunidenses y necesitamos respirar”, tener la mirada europea, entender lo que pasa en ese continente, en África, en Asia, tener un contraste más global de las ideas.
Jean François Boyer, director de la publicación, explicó que precisamente la consolidación de Le Monde diplomatique alrededor del mundo se debe a la necesidad que hay en varias regiones de tener otra visión: crítica, informada y contextualizada del acontecer internacional, más allá de la que difundían los grandes emporios informativos mundiales. Compromiso que se mantiene en la edición mexicana, dijo, e incluso adelantó el título de la próxima portada: El día que la Reserva Federal estadunidense se hizo socialista.
El periodismo actual está marcado por el “monopolio creciente de las industrias culturales”, en tanto que la mayoría de los periódicos del mundo ya no están dirigidos por periodistas sino por empresarios, que no están interesados en la información sino en los negocios, planteó el coordinador de la sección de Opinión de La Jornada, Luis Hernández Navarro, en la presentación de la nueva edición de Le Monde diplomatique para México, Centroamérica y Estados Unidos. En la presentación, que tuvo lugar en el Instituto Francés de América Latina (IFAL) y a la cual asistieron periodistas, diplomáticos e intelectuales, también participó el historiador y analista político Lorenzo Meyer, quien planteó que en México 60 por ciento de los ciudadanos tiene como primera fuente de información la televisión; “¡vaya fuente!”, dijo.
La publicación en nuestro país de Le Monde diplomatique es una más de las 42 ediciones que tiene este medio informativo en los cinco continentes, con más de 2.5 millones de lectores, y es encartada en La Jornada para su distribución entre suscriptores. Forman parte de su consejo editorial, precisamente Luis Hernández, Lorenzo Meyer, Sergio Aguayo, Rolando Cordera, Jorge Zepeda Patterson y Jean François Boyer, su director. Luego de hacer una reseña de la historia de la publicación, y su papel en el análisis y crítica del nuevo “desorden mundial”, Luis Hernández dijo que “Le Monde diplomatique ha sido un actor central en la crítica del neoliberalismo, la denuncia de las guerras por el petróleo, “disfrazadas de intervenciones humanitarias”, del proceso de “desalambrar” los latifundios mediáticos y de la formación del movimiento altermundista.
En una industria en la que sobresalen las noticias descontextualizadas y el escándalo, y en la que se confunde lo interesante con lo importante, esta publicación ha tratado trascender esa forma perversa de difundir la información; ha rechazado la visión “instantaneísta” del mundo y viene a llenar un hueco en la información, análisis y debate sobre la realidad, “ejerciendo el arma del pensamiento crítico”, precisamente en un momento en el que el mundo presencia la caída del fundamentalismo de mercado, con la actual crisis financiera de Estados Unidos y otros procesos históricos, como el giro a la izquierda en América Latina, apuntó Hernández Navarro. En tanto, Lorenzo Meyer dejó en claro que México necesita dejar de pensar que “el mundo se agota en Estados Unidos” y tener una visión más amplia de lo que acontece en el plano internacional. Informativamente “estamos cercados por los estadunidenses y necesitamos respirar”, tener la mirada europea, entender lo que pasa en ese continente, en África, en Asia, tener un contraste más global de las ideas.
Jean François Boyer, director de la publicación, explicó que precisamente la consolidación de Le Monde diplomatique alrededor del mundo se debe a la necesidad que hay en varias regiones de tener otra visión: crítica, informada y contextualizada del acontecer internacional, más allá de la que difundían los grandes emporios informativos mundiales. Compromiso que se mantiene en la edición mexicana, dijo, e incluso adelantó el título de la próxima portada: El día que la Reserva Federal estadunidense se hizo socialista.
Kikka Roja
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