ROSARIO MANZANOS
MÉXICO, DF, 14 de mayo (apro).- Con energía, Miguel Ángel Granados Chapa animaba, a la manera de un director de orquesta, al grupo de amigos que coreaban una porra para él. Primero en llegar a las instalaciones del diario Reforma, el periodista desbordaba alegría incluso antes que se iniciara la solemne ceremonia de su ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua. Y es que hasta el inmueble del periódico --en que el periodista colabora con su columna Plaza Pública-- se trasladó la Academia, "a propuesta de Reforma, que aceptamos gustosos", dijo su presidente José Moreno de Alba.
Granados Chapa fue elegido el 28 de febrero del año pasado a la Academia gracias a una iniciativa de Ruy Pérez Tamayo, Margit Frenk y Fernando Serrano Migallón, y ocupa ya el asiento número 29 que anteriormente perteneció a los historiadores Ernesto de la Torre Villar y Ángel María Garibay. En su discurso, el también fundador de Proceso y en cuyas páginas publica cada semana la columna Interés Público, habló de su infancia de pobreza, durante la cual su madre cosía ajeno mientras él le leía novelas por entregas. Hizo, además, un gran énfasis en la libertad de expresión:
"La libertad de escribir no es una concesión, es un homenaje al pensamiento", dijo parafraseando a Francisco Zarco. Y disertó sobre la importancia histórica que ha tenido el periodismo frente a lo que los gobernantes han querido imponer como "orden público". Enfatizó que "debe existir una ley de medios que no coarte el uso de las nuevas tecnologías." Frente a un nutrido grupo de intelectuales y artistas, como el chelista Alberto Cruz Prieto, el escritor Gonzalo Celorio, la maestra emérita Silvia Dorantes y el director de Radio UNAM, Jorge Chamizo, entre otros, Granados Chapa habló también de la importancia de reivindicar el español como lengua y luchar contra "la depauperización del idioma y la incapacidad de enunciación del pensamiento debido al empobrecimiento, ignorancia o desdén que tienen las nuevas generaciones hacia el idioma".
Así, criticó el uso de términos como "padrísimo", "forwardear", "accesar", términos "que no son más que un centenar de palabras que generan un enriquecimiento ilegítimo del lenguaje".
Al final de su intervención, la escritora Margo Glantz hizo la reseña de la trayectoria del periodista. El brindis organizado se canceló por iniciativa del propio Granados Chapa, debido a la contingencia sanitaria por el brote de influenza humana en la Ciudad de México.
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Granados Chapa fue elegido el 28 de febrero del año pasado a la Academia gracias a una iniciativa de Ruy Pérez Tamayo, Margit Frenk y Fernando Serrano Migallón, y ocupa ya el asiento número 29 que anteriormente perteneció a los historiadores Ernesto de la Torre Villar y Ángel María Garibay. En su discurso, el también fundador de Proceso y en cuyas páginas publica cada semana la columna Interés Público, habló de su infancia de pobreza, durante la cual su madre cosía ajeno mientras él le leía novelas por entregas. Hizo, además, un gran énfasis en la libertad de expresión:
"La libertad de escribir no es una concesión, es un homenaje al pensamiento", dijo parafraseando a Francisco Zarco. Y disertó sobre la importancia histórica que ha tenido el periodismo frente a lo que los gobernantes han querido imponer como "orden público". Enfatizó que "debe existir una ley de medios que no coarte el uso de las nuevas tecnologías." Frente a un nutrido grupo de intelectuales y artistas, como el chelista Alberto Cruz Prieto, el escritor Gonzalo Celorio, la maestra emérita Silvia Dorantes y el director de Radio UNAM, Jorge Chamizo, entre otros, Granados Chapa habló también de la importancia de reivindicar el español como lengua y luchar contra "la depauperización del idioma y la incapacidad de enunciación del pensamiento debido al empobrecimiento, ignorancia o desdén que tienen las nuevas generaciones hacia el idioma".
Así, criticó el uso de términos como "padrísimo", "forwardear", "accesar", términos "que no son más que un centenar de palabras que generan un enriquecimiento ilegítimo del lenguaje".
Al final de su intervención, la escritora Margo Glantz hizo la reseña de la trayectoria del periodista. El brindis organizado se canceló por iniciativa del propio Granados Chapa, debido a la contingencia sanitaria por el brote de influenza humana en la Ciudad de México.
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