Juan Villoro, entre dos mundos
Escritores | Juan Villoro
Juan Villoro, en el Paraninfo Enrique Díaz de León de la Universidad de Guadalajara, durante la Cátedra Julio Cortázar.
El escritor dictó conferencia sobre su experiencia con el español y el alemán en la traducción
GUADALAJARA, JALISCO (10/MAR/2012).- Cuando le preguntaron a los seis años de edad si ya sabía leer, él contestó sólo en alemán. Desde entonces “nada me interesaba tanto como el español; representaba para mí una reserva de libertad”, explicó el escritor y periodista mexicano Juan Villoro el jueves en la noche en la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar, donde impartió la conferencia “Te doy mi palabra. Un itinerario en la traducción”. Villoro entregó su palabra al público asistente al Paraninfo Enrique Díaz de León de la UdeG, para llevarlo por un mundo donde la traducción de libros no es una tarea sencilla e intervienen muchos factores literarios y culturales para culminar una obra.
El autor de Materia dispuesta viajó hasta su infancia y recordó con agrado cómo fueron sus primeros pasos en la traducción, cuando en la escuela solamente hablaba alemán y poco conocía de su idioma natal, el español. De esta forma, relató que en su niñez el conocimiento le llegó en otro idioma. Así, su travesía iniciaba en los bosques hechizados de los cuentos de hadas, en este caso, el Colegio Alemán, de la Ciudad de México, donde Juan Villoro rememoró tener, en su mayoría, compañeros alemanes y todos hablaban entre sí en un idioma. Es aquí cuando recordó el momento cuando le preguntaron si ya sabía leer.
El repaso por autores alemanes que han marcado su vida literaria, llevó a Villoro a reflexionar en su adolescencia sobre “¿Por qué estudiaba el idioma de los perdedores?”, refiriéndose al alemán en tiempos de guerra. Entonces, fue un desafío alejarse de su lengua impuesta.
Al paso de los años y luego de vivir en Berlín, Villoro comprendió que la traducción es la fuerza de llegada del idioma. “Para traducir en español hay que hablar bien el español”.En el mundo de la traducción de libros, los autores que no comprenden el idioma pueden falsear los textos. Sin embargo, esto abre nuevas posibilidades literarias. Por otro lado, la falta de precisión de las palabras crea mundos nuevos entre líneas. Villoro comentó que la lengua es dúctil y se transforma, ya sea una traducción del alemán al español o de cualquier país latinoamericano, cuyos autores nativos traten de traducir un libro de William Shakespeare, por ejemplo. Villoro resaltó la espontaneidad, ya que cada traducción corresponde a una característica sonora distinta. Además, la lengua de llegada debe transmitir el estilo y la ambigüedad de su idioma. “Puede el traductor usar coloquismos para darle el estilo necesario a la traducción, sin caer en localismos que nos saquen del país”. El autor de ¿Hay vida en la tierra? explicó que “poco se recuerda que hay lectores latinoamericanos que no comprenden o se relacionan con ciertas palabras provenientes del ‘españolismo’ de la Real Academia Española”. Finalmente, cual sea el idioma, todo se reduce a traducir y adaptar.
De esta manera, Juan Villoro entregó una vez más su experiencia, explicando la forma en que la traducción de libros ha marcado su vida, porque “recordar es traducir”.
FRASES
"Puede el traductor usar coloquismos para darle el estilo necesario a la traducción, sin caer en localismos que nos saquen del país"
"Nada me interesaba tanto como el español; representaba para mí una reserva de libertad"
Juan Villoro, escritor y traductor.
http://www.informador.com.mx/
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kikka-roja.blogspot.com/
Escritores | Juan Villoro
Juan Villoro, en el Paraninfo Enrique Díaz de León de la Universidad de Guadalajara, durante la Cátedra Julio Cortázar.
El escritor dictó conferencia sobre su experiencia con el español y el alemán en la traducción
GUADALAJARA, JALISCO (10/MAR/2012).- Cuando le preguntaron a los seis años de edad si ya sabía leer, él contestó sólo en alemán. Desde entonces “nada me interesaba tanto como el español; representaba para mí una reserva de libertad”, explicó el escritor y periodista mexicano Juan Villoro el jueves en la noche en la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar, donde impartió la conferencia “Te doy mi palabra. Un itinerario en la traducción”. Villoro entregó su palabra al público asistente al Paraninfo Enrique Díaz de León de la UdeG, para llevarlo por un mundo donde la traducción de libros no es una tarea sencilla e intervienen muchos factores literarios y culturales para culminar una obra.
El autor de Materia dispuesta viajó hasta su infancia y recordó con agrado cómo fueron sus primeros pasos en la traducción, cuando en la escuela solamente hablaba alemán y poco conocía de su idioma natal, el español. De esta forma, relató que en su niñez el conocimiento le llegó en otro idioma. Así, su travesía iniciaba en los bosques hechizados de los cuentos de hadas, en este caso, el Colegio Alemán, de la Ciudad de México, donde Juan Villoro rememoró tener, en su mayoría, compañeros alemanes y todos hablaban entre sí en un idioma. Es aquí cuando recordó el momento cuando le preguntaron si ya sabía leer.
El repaso por autores alemanes que han marcado su vida literaria, llevó a Villoro a reflexionar en su adolescencia sobre “¿Por qué estudiaba el idioma de los perdedores?”, refiriéndose al alemán en tiempos de guerra. Entonces, fue un desafío alejarse de su lengua impuesta.
Al paso de los años y luego de vivir en Berlín, Villoro comprendió que la traducción es la fuerza de llegada del idioma. “Para traducir en español hay que hablar bien el español”.En el mundo de la traducción de libros, los autores que no comprenden el idioma pueden falsear los textos. Sin embargo, esto abre nuevas posibilidades literarias. Por otro lado, la falta de precisión de las palabras crea mundos nuevos entre líneas. Villoro comentó que la lengua es dúctil y se transforma, ya sea una traducción del alemán al español o de cualquier país latinoamericano, cuyos autores nativos traten de traducir un libro de William Shakespeare, por ejemplo. Villoro resaltó la espontaneidad, ya que cada traducción corresponde a una característica sonora distinta. Además, la lengua de llegada debe transmitir el estilo y la ambigüedad de su idioma. “Puede el traductor usar coloquismos para darle el estilo necesario a la traducción, sin caer en localismos que nos saquen del país”. El autor de ¿Hay vida en la tierra? explicó que “poco se recuerda que hay lectores latinoamericanos que no comprenden o se relacionan con ciertas palabras provenientes del ‘españolismo’ de la Real Academia Española”. Finalmente, cual sea el idioma, todo se reduce a traducir y adaptar.
De esta manera, Juan Villoro entregó una vez más su experiencia, explicando la forma en que la traducción de libros ha marcado su vida, porque “recordar es traducir”.
FRASES
"Puede el traductor usar coloquismos para darle el estilo necesario a la traducción, sin caer en localismos que nos saquen del país"
"Nada me interesaba tanto como el español; representaba para mí una reserva de libertad"
Juan Villoro, escritor y traductor.
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