- La crisis hipotecaria de EU empujó el desplome de Wall Street y otras bolsas del mundo
- Nueva caída de la BMV; pierde 3.13%; el dólar repunta a $11.24
- Recortó a menos de la mitad las ganancias acumuladas
- Acciones de Aeroméxico bajan 14.5%, presionadas por la oferta de los Saba; versión de que un grupo empresarial mejorará la propuesta
Piso de remates de la bolsa de Nueva York, donde las acciones se desplomaron por efecto de las preocupaciones sobre las consecuencias que tendría la crisis hipotecaria en la economía estadunidense Foto: Ap
La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) se hundió ayer nuevamente ante el embate de la turbulencia bursátil internacional, al desplomarse 3.13 por ciento, la tercera mayor baja del año, con la peculiaridad de que seis de los títulos con mayores caídas fueron de empresas de hipotecas inmobiliarias y constructoras. En tanto, el precio del dólar de ventanilla repuntó a 11.24 pesos a la venta, 8 centavos arriba de la víspera. El principal indicador bursátil retrocedió 949 puntos, para quedar ubicado en 29 mil 327 unidades al término de una jornada en la que sobresalieron los hundimientos en los títulos de las inmobiliarias: Dine, con 9.71 por ciento; Hogar, con 7.46; Sare, con 6.56, y Urbi, con una caída de 5.32 por ciento. Mientras, las acciones de Carso Infraestructura y Construcción (Cicsa) retrocedieron 6.27 por ciento en su cotización, y las de Ingenieros Civiles Asociados (ICA) cayeron 5.07. La jornada bursátil en México fue dinámica, casi tumultuosa. Se llevaron a cabo 16 mil 639 operaciones de compra-venta, en las que se intercambiaron casi 197 millones de acciones de 79 empresas. En 97.8 por ciento de los títulos vendidos se pagó un precio menor al de la víspera y, sin excepción, las acciones de todas las empresas estelares del mercado bursátil mexicano resintieron depreciaciones. Con esta caída, la Bolsa Mexicana de Valores recortó a menos de la mitad las ganancias acumuladas en el transcurso de este año, las cuales registraban un incremento de 22.8 por ciento el pasado 6 de julio, cuando el principal indicador alcanzó su último “máximo histórico”, y al término de la jornada de ayer aquella elevación se redujo a 10.9 por ciento.
Caso Aeroméxico
A la cabeza de la caída del mercado bursátil mexicano figuraron las acciones de Aeroméxico, las cuales registraron un desplome adicional de 14.53 por ciento y fueron vendidas a 1.51 pesos por título, todavía 37 por ciento arriba del precio de 1.10 pesos que ofrecen los empresarios Alberto y Moisés Saba, para quedarse con la más importante compañía aérea del país, en caso de que el Instituto para la Protección al ahorro Bancario (IPAB), como accionista mayoritario, decida venderles el 60 por ciento del capital social de la empresa que tiene en su poder. El hundimiento de las acciones de Aeroméxico, que un día antes del anuncio de la oferta pública de compra hecha por los Saba se cotizaban a 2.25 pesos (el 21 de agosto), es de 33 por ciento, y su desplome nada tiene que ver con la inestabilidad bursátil en el mundo. El precio de esta acción se ha visto presionado por el techo de 1.10 pesos por título impuesto por la oferta pública de Saba Raffoul y Saba Masri, que prácticamente obliga a los inversionistas a vender por encima de esa cotización antes de que se hunda más. El desplome de ayer fue de tal dimensión, que Aeroméxico envió a la bolsa un comunicado a las 9:52 horas, en el cual afirmó que el movimiento del precio de la acción obedece “exclusivamente a razones propias de mercado”. En tanto, cobró fuerza la versión de que otro grupo empresarial presentará, a principios de septiembre, una oferta “más generosa” para comprar los títulos de la compañía aérea. Por su parte, Mario de Costanzo, secretario de la hacienda pública del equipo de Andrés Manuel López Obrador, afirmó que la venta de Aeroméxico, a través del mercado bursátil, contraviene lo dispuesto en el artículo 13 transitorio de la Ley del IPAB, donde se obliga a este organismo a realizar licitaciones o subastas en la recuperación de activos bajo su administración, “para procurar una adecuada competencia entre los oferentes”. Estamos, manifestó Di Costanzo, “en el umbral de nuevas maniobras legaloides de las autoridades calderonistas para perpetrar otra privatización fuera de la ley, en pos de entregar al sector privado uno más de los bienes que corresponden a la nación y a todos los mexicanos”.
Pérdidas en los mercados de América y Europa
Nueva York, 28 de agosto. Wall Street y los mercados bursátiles latinoamericanos y europeos se desplomaron este martes, debido a que continúan las preocupaciones por los efectos que tendría la crisis del sector hipotecario en la economía estadunidense. El Dow Jones Industrial Average (DJIA) bajó 280.28 puntos (-2.10 por ciento) para cerrar en 13 mil 41.85 puntos, y el índice compuesto del Nasdaq descendió 60.61 puntos (-2.37 por ciento) a 2 mil 500.64 unidades, según cifras definitivas de cierre. Las bolsas latinoamericanas se vieron nuevamente arrastradas a la baja por las plazas neoyorquinas. En Sao Paulo, el Ibovespa cayó 2.70 por ciento, el índice Merval de Buenos Aires perdió 4.36, la de Bogotá retrocedió 1.67, y el IPSA de Santiago bajó 2.43 por ciento. Los principales índices de las bolsas de Londres, París y Amsterdam también perdieron cerca de 2 por ciento. El CAC 40 de París bajó 2.08 por ciento luego de haber recuperado 6 por ciento en las últimas siete sesiones. En Londres, el Footsie cayó 1.90 por ciento. Wall Street estuvo en rojo durante toda la sesión, en la que los índices incrementaban progresivamente sus pérdidas. Pero “el volumen de intercambios fue bajo y ello puede aumentar los movimientos” de la bolsa, subrayó Michael Malone, analista de Cowen & Co.
“La jornada fue como una partida de dominós”, pues la noticias negativas se acumulaban unas sobre las otras, resumió Marc Pado, analista de Cantor Fitzgerald. Al comienzo, señal de las persistentes dificultades del sector inmobiliario, los precios de la vivienda en Estados Unidos acusaron un descenso récord de 3.2 por ciento (sobre un año) en el segundo trimestre, según un estudio de SP/Case-Schiller. Luego se conoció una disminución en agosto de la confianza de los consumidores estadunidenses, a 105 puntos, contra 111.9 unidades en julio. El índice estuvo a tono con las previsiones, pero “fue una importante baja”, subrayó Pado. Finalmente, según las actas de la reunión de la Reserva Federal (Fed) del 7 de agosto, el banco central estadunidense estaba dispuesto a reaccionar en caso de deterioro de la situación en los mercados financieros. Pero aunque esta información estaba en parte superada, porque la reunión se realizó antes de las grandes turbulencias relacionadas con la crisis de los créditos hipotecarios a riesgo subprime, el mercado reaccionó negativamente. “Probablemente se creyó que la Fed estaba más preocupada de lo que había declarado en su comunicado oficial” luego de la reunión, explicó Pado, estimando que los inversionistas hubieran deseado que la Fed “fuera más sincera” sobre sus temores. Agregando nerviosismo al mercado, Merrill Lynch bajó su recomendación sobre los bancos Lehman Brothers (-6.01 por ciento, a 54.28 dólares), Citigroup (-3,45 por ciento, a 46.14) y Bear Stearns (-3,37 por ciento a 108.42 dólares).
En el mercado obligatorio, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años bajó a 4 mil 530 por ciento contra 4 mil 596 por ciento en la noche del lunes, y el de los títulos a 30 años a 4 mil 862 por ciento contra 4 mil 863 por ciento. El rendimiento de las obligaciones evoluciona en sentido opuesto a sus precios.
Kikka Roja
Caso Aeroméxico
A la cabeza de la caída del mercado bursátil mexicano figuraron las acciones de Aeroméxico, las cuales registraron un desplome adicional de 14.53 por ciento y fueron vendidas a 1.51 pesos por título, todavía 37 por ciento arriba del precio de 1.10 pesos que ofrecen los empresarios Alberto y Moisés Saba, para quedarse con la más importante compañía aérea del país, en caso de que el Instituto para la Protección al ahorro Bancario (IPAB), como accionista mayoritario, decida venderles el 60 por ciento del capital social de la empresa que tiene en su poder. El hundimiento de las acciones de Aeroméxico, que un día antes del anuncio de la oferta pública de compra hecha por los Saba se cotizaban a 2.25 pesos (el 21 de agosto), es de 33 por ciento, y su desplome nada tiene que ver con la inestabilidad bursátil en el mundo. El precio de esta acción se ha visto presionado por el techo de 1.10 pesos por título impuesto por la oferta pública de Saba Raffoul y Saba Masri, que prácticamente obliga a los inversionistas a vender por encima de esa cotización antes de que se hunda más. El desplome de ayer fue de tal dimensión, que Aeroméxico envió a la bolsa un comunicado a las 9:52 horas, en el cual afirmó que el movimiento del precio de la acción obedece “exclusivamente a razones propias de mercado”. En tanto, cobró fuerza la versión de que otro grupo empresarial presentará, a principios de septiembre, una oferta “más generosa” para comprar los títulos de la compañía aérea. Por su parte, Mario de Costanzo, secretario de la hacienda pública del equipo de Andrés Manuel López Obrador, afirmó que la venta de Aeroméxico, a través del mercado bursátil, contraviene lo dispuesto en el artículo 13 transitorio de la Ley del IPAB, donde se obliga a este organismo a realizar licitaciones o subastas en la recuperación de activos bajo su administración, “para procurar una adecuada competencia entre los oferentes”. Estamos, manifestó Di Costanzo, “en el umbral de nuevas maniobras legaloides de las autoridades calderonistas para perpetrar otra privatización fuera de la ley, en pos de entregar al sector privado uno más de los bienes que corresponden a la nación y a todos los mexicanos”.
Pérdidas en los mercados de América y Europa
Nueva York, 28 de agosto. Wall Street y los mercados bursátiles latinoamericanos y europeos se desplomaron este martes, debido a que continúan las preocupaciones por los efectos que tendría la crisis del sector hipotecario en la economía estadunidense. El Dow Jones Industrial Average (DJIA) bajó 280.28 puntos (-2.10 por ciento) para cerrar en 13 mil 41.85 puntos, y el índice compuesto del Nasdaq descendió 60.61 puntos (-2.37 por ciento) a 2 mil 500.64 unidades, según cifras definitivas de cierre. Las bolsas latinoamericanas se vieron nuevamente arrastradas a la baja por las plazas neoyorquinas. En Sao Paulo, el Ibovespa cayó 2.70 por ciento, el índice Merval de Buenos Aires perdió 4.36, la de Bogotá retrocedió 1.67, y el IPSA de Santiago bajó 2.43 por ciento. Los principales índices de las bolsas de Londres, París y Amsterdam también perdieron cerca de 2 por ciento. El CAC 40 de París bajó 2.08 por ciento luego de haber recuperado 6 por ciento en las últimas siete sesiones. En Londres, el Footsie cayó 1.90 por ciento. Wall Street estuvo en rojo durante toda la sesión, en la que los índices incrementaban progresivamente sus pérdidas. Pero “el volumen de intercambios fue bajo y ello puede aumentar los movimientos” de la bolsa, subrayó Michael Malone, analista de Cowen & Co.
“La jornada fue como una partida de dominós”, pues la noticias negativas se acumulaban unas sobre las otras, resumió Marc Pado, analista de Cantor Fitzgerald. Al comienzo, señal de las persistentes dificultades del sector inmobiliario, los precios de la vivienda en Estados Unidos acusaron un descenso récord de 3.2 por ciento (sobre un año) en el segundo trimestre, según un estudio de SP/Case-Schiller. Luego se conoció una disminución en agosto de la confianza de los consumidores estadunidenses, a 105 puntos, contra 111.9 unidades en julio. El índice estuvo a tono con las previsiones, pero “fue una importante baja”, subrayó Pado. Finalmente, según las actas de la reunión de la Reserva Federal (Fed) del 7 de agosto, el banco central estadunidense estaba dispuesto a reaccionar en caso de deterioro de la situación en los mercados financieros. Pero aunque esta información estaba en parte superada, porque la reunión se realizó antes de las grandes turbulencias relacionadas con la crisis de los créditos hipotecarios a riesgo subprime, el mercado reaccionó negativamente. “Probablemente se creyó que la Fed estaba más preocupada de lo que había declarado en su comunicado oficial” luego de la reunión, explicó Pado, estimando que los inversionistas hubieran deseado que la Fed “fuera más sincera” sobre sus temores. Agregando nerviosismo al mercado, Merrill Lynch bajó su recomendación sobre los bancos Lehman Brothers (-6.01 por ciento, a 54.28 dólares), Citigroup (-3,45 por ciento, a 46.14) y Bear Stearns (-3,37 por ciento a 108.42 dólares).
En el mercado obligatorio, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años bajó a 4 mil 530 por ciento contra 4 mil 596 por ciento en la noche del lunes, y el de los títulos a 30 años a 4 mil 862 por ciento contra 4 mil 863 por ciento. El rendimiento de las obligaciones evoluciona en sentido opuesto a sus precios.
ESTA REALMENTE FEO Y DIFÍCIL, SI CREES QUE NO TE AFECTA, REVISA EL ESTADO DE CUENTA DE TU TARJETA DE CRÉDITO.
MÁS LOS IMPUESTOS FECALES... LOS OLIGARCAS NO PIERDEN PERO MÉXICO SE HUNDE