- El máximo representante católico en Canarias arremete también contra homosexuales
- Puede haber menores que consientan, y hasta deseen, la pederastia: obispo
- No es una enfermedad, dice en entrevista
- Provoca ira de diversos colectivos españoles
Armando G. Tejeda (Corresponsal)
Madrid, 27 de diciembre. El obispo de Tenerife, capital del archipiélago de Canarias, Bernardo Álvarez, señaló que en los numerosos casos de pederastia que afectan a miembros de la Iglesia católica, “puede haber menores que sí lo consientan y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso, si te descuidas, te provocan”. Las palabras del máximo responsable de la Iglesia católica en Canarias provocaron la indignación de diversos colectivos, ya que, además, arremetió contra la homosexualidad, que calificó de “enfermedad que aparece claramente definida en los diccionarios de siquiatría de hace 10 años”. Mientras en diversas partes del mundo –como México, Estados Unidos e Irlanda, entre otros– se está investigando el presunto delito de abuso de menores cometido por sacerdotes, prelados y hasta cardenales católicos, el obispo de Tenerife tiene su particular visión de los hechos que, “en muchos casos”, sería una mera “provocación” de los menores víctimas de los abusos sexuales.
En entrevista con el periódico local La Opinión, Álvarez sostiene: “¿por qué el abusador de menores es enfermo? Para empezar, un abuso es una relación no consentida. Pero puede haber menores que sí lo consientan y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso, si te descuidas, te provocan. Esto de la sexualidad es algo más complejo de lo que parece”. Pero el prelado también expresa sus puntos de vista sobre la homosexualidad, algo que considera “perjudicial” para la sociedad y la “civilización”. Señala que “hay que tener mucho cuidado hoy en día, porque no se puede decir que la homosexualidad se sufre o se padece. No es políticamente correcto decir que es una enfermedad, una carencia, una deformación de la naturaleza propia del ser humano. Eso que decía cualquier diccionario de siquiatría 10 años atrás, hoy no se puede decir”.
El obispo también sostiene que la homosexualidad es “algo que perjudica a las personas y a la sociedad. A la larga pagaremos las consecuencias, como han hecho otras civilizaciones. Yo no digo que se reprima, pero entre no reprimirlo y promoverlo hay un margen. Creo que hay que promover la educación. Debemos inculcar en los niños los valores de la feminidad y la masculinidad. Puede que nos digan que son retrógrados, pero nosotros pensamos que estos valores respetan la libertad, pero al mismo tiempo orientan a las personas”. Ante el alud de críticas por las declaraciones del obispo de Tenerife sobre el abuso de menores, su oficina emitió un comunicado en el que se sostiene que “el obispo en sus palabras no pretende justificar ni comprender un fenómeno absolutamente rechazable, como es el abuso de menores”. A pesar de la aclaración, diversos colectivos de gays y lesbianas repudiaron la manera en que el prelado habla de la homosexualidad y de relacionar esta opción sexual con el abuso de menores.
En entrevista con el periódico local La Opinión, Álvarez sostiene: “¿por qué el abusador de menores es enfermo? Para empezar, un abuso es una relación no consentida. Pero puede haber menores que sí lo consientan y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso, si te descuidas, te provocan. Esto de la sexualidad es algo más complejo de lo que parece”. Pero el prelado también expresa sus puntos de vista sobre la homosexualidad, algo que considera “perjudicial” para la sociedad y la “civilización”. Señala que “hay que tener mucho cuidado hoy en día, porque no se puede decir que la homosexualidad se sufre o se padece. No es políticamente correcto decir que es una enfermedad, una carencia, una deformación de la naturaleza propia del ser humano. Eso que decía cualquier diccionario de siquiatría 10 años atrás, hoy no se puede decir”.
El obispo también sostiene que la homosexualidad es “algo que perjudica a las personas y a la sociedad. A la larga pagaremos las consecuencias, como han hecho otras civilizaciones. Yo no digo que se reprima, pero entre no reprimirlo y promoverlo hay un margen. Creo que hay que promover la educación. Debemos inculcar en los niños los valores de la feminidad y la masculinidad. Puede que nos digan que son retrógrados, pero nosotros pensamos que estos valores respetan la libertad, pero al mismo tiempo orientan a las personas”. Ante el alud de críticas por las declaraciones del obispo de Tenerife sobre el abuso de menores, su oficina emitió un comunicado en el que se sostiene que “el obispo en sus palabras no pretende justificar ni comprender un fenómeno absolutamente rechazable, como es el abuso de menores”. A pesar de la aclaración, diversos colectivos de gays y lesbianas repudiaron la manera en que el prelado habla de la homosexualidad y de relacionar esta opción sexual con el abuso de menores.
AJÁ, PRIMERO LOS CORROMPEN Y LUEGO LE ECHAN LA CULPA A LOS "pendejitos" QUE SE DEJAN LAVAR EL CEREBRO
ASQUEROSOS CURAS CALIENTES, VOMITEN SU CENA DE NAVIDAD LUJOSA SOBRE SU PUTA MADRE.
Kikka Roja