Julio Hernández López
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
- Ta cañón
- La Constitución, simple bando policial
- Orden y Seguridad = represión e ilegalidad
- Chuchos (aéreos) dan el sí a privatización
El secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño; el presidente de la mesa directiva del Senado, Santiago Creel, y el presidente Felipe Calderón, durante la ceremonia por el aniversario 91 de la Constitución, en el Teatro de la República, en Querétaro El secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño; el presidente de la mesa directiva del Senado, Santiago Creel, y el presidente Felipe Calderón, durante la ceremonia por el aniversario 91 de la Constitución, en el Teatro de la República, en Querétaro Foto: José Carlo González
He ahí la Constitución de México según las revelaciones del arcángel Felipe habidas ayer en el Templo de la República, ubicado en algún retén militar-arquitectónico de Querétaro: amarás al Código Penal por sobre todas las cosas; convertirás las leyes en simples pero rudos bandos de policía; llamarás oficialmente a tu país “México Seguro”, e instaurarás como auténtico ideal prioritario de la llamada Carta Magna que en la nación haya orden y seguridad. ¡Señor, sí señor!
Procurador y General de la República, el licenciado que egresó de la Escuela Libre de Derecha redujo a fantasmagoría policial el sentido social de la Revolución y su máximo reflejo jurídico, la vilipendiada Constitución. Ayer utilizó el recuerdo de ese texto fundacional como presunta justificación histórica de desfiles militares de duración sexenal y de abusos y violaciones a los derechos humanos que hombres de distintos uniformes cometen por todo el país. El divisionario histórico (a partir de 2006 el país se escindió) por ello llamó con gran entusiasmo a los mexicanos a formar frentes unitarios a favor de la legalidad y la seguridad. ¡Señor, sí señor!
“Todos debemos unir fuerzas para que la ley sea el máximo referente del actuar de las autoridades y de los ciudadanos”, agregó requete mucho muy optimista el antedicho licenciado con apellido en aumentativo, mientras la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, escuchaba la cascada de denuncias documentadas y comprobadas de organizaciones no gubernamentales defensoras de esos derechos: Atenco, doña Ernestina, Pasta de Conchos, Oaxaca… sólo por citar algunos de los casos comparecientes ante la funcionaria internacional que luego dijo que “la impunidad es el mayor reto a vencer en el país”, que el arraigo judicial lo utilizan los gobiernos adictos a detener primero a los ciudadanos y después investigar, y que es peligroso para México mantener al Ejército en el combate al narcotráfico.
Pero el día felipense estuvo iluminado por la conversación telefónica sostenida con el jefe George W. quien, según un boletín de prensa de Los Pinos, “reconoció la labor del gobierno de México en materia de lucha contra el crimen organizado y reiteró su confianza en la inclusión de recursos para la Iniciativa Mérida en el presupuesto” estadunidense, visión amable que fue confirmada por el vocero del Consejo de Seguridad Nacional del país dominante. ¡Yeah! ¡Estrellita en la frente y esperanza de billetes de Troya! Ya con eso, lo de menos fue sobrellevar a los latosos cenecistas que no quieren negociar con caballos negros sino con calderones ejecutivos. Además, ayer también se produjo la coincidente coincidencia de que sendos jueces dictaron sentencias superables contra familiares del concesionario oficial llamado Joaquín (a un hermano, apodado El Mudo, 13 años de cárcel; al hijo, El Chapito, cinco: ambos estarán muy pronto en las calles gracias a las bajas penalidades impuestas).
Y, para cerrar el cuadro de alegría constitucional, el negocio del petróleo ya parece al alcance de las cuentas bancarias secretas (el emblemático Raúl Salinas de Gortari está en espera de que le devuelvan 130 millones de dólares que le estuvieron guardando en Suiza, todo, desde luego, producto del trabajo fecundo y creador: pura riqueza bien ¡ah vida!). Tan cerca parece el bisnes a los promotores asociados que despliegan toda su capacidad de inventiva política: que si Batel Cárdenas Lazarito será colocado en Pemex para que con sus datos familiares avale la reversa parcial pero progresiva del 18 de marzo de 1938; que si los priístas encarecen cuanto pueden el costo de su aprobación al paquete de reformas privatizadoras; que si se tiran al suelo los monopolistas del “análisis político” de los medios de comunicación electrónica porque el dirigente de una activa corriente social y política opositora a esa privatización solicita espacio para sus opiniones en la radio y la televisión que ha acusado de tender cercos informativos…
Giros políticos y bancarios mientras miembros de un movimiento tabasqueño, encabezados por un diputado perredista, tendían sugestivamente, durante unas horas, un cerco físico a campos petroleros de la entidad. Por lo pronto, el novoizquierdista Jesús Ortega se ha lanzado contra políticos innombrados, pero identificables mediante la clave secreta “peje”, que creen que es posible combatir a la derecha con “cañonazos de aire y retórica”. ¡Señor, no señor! ¡Así no se combate!, sino con elaboraciones discursivas –que no retóricas– como esa que en honor al síndrome de Estocolmo produjo ayer el candidato a presidente del PRD: “Claro que tenemos que cambiar las cosas en la situación de los energéticos –dijo comprometiendo desde ya un voto positivo del chuchismo legislativo a las propuestas calderónicas–, pero para liberarlos de quienes los tienen secuestrados actualmente”. Entonces, “el gobierno de derecha debe saber de nuestra enérgica posición en este sentido” (que consiste, según entiende el tecleador de chapopote, en que el chuchismo aprobará lo que propone el comandante Felipe pero no porque haya colaboracionismo o entreguismo, sino porque se busca rescatar los energéticos de los malos mexicanos que los han secuestrado (líderes sindicales y funcionarios pillos), para ahora entregarlos a los lindos y bien educados extranjeros que convertirán feas pillerías nacionales en elegantes ganancias trasnacionales. Bah: tanto cañoneo de aire para que los Chuchos acabaran en lo que ya se sabía.
Astillas
Le ha sido retirada a Jorge. G. Castañeda la cátedra que ejercía en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Nomás no iba a chambear, dicen los espías académicos comisionados por sus papás para mantener relaciones informativas secretas con esta columna. Que le dieran las gracias por los servicios no prestados generó inconformidad en el ex canciller foxista, al que no le van nada bien los ambientes estudiantiles de universidades públicas. Según eso, el director de la citada facultad, Fernando Pérez Correa, escuchó palabras nada comedidas, con tufo de amenaza política… ¡Hasta mañana, con el v x v, c x c, en Cancún!
Kikka Roja
He ahí la Constitución de México según las revelaciones del arcángel Felipe habidas ayer en el Templo de la República, ubicado en algún retén militar-arquitectónico de Querétaro: amarás al Código Penal por sobre todas las cosas; convertirás las leyes en simples pero rudos bandos de policía; llamarás oficialmente a tu país “México Seguro”, e instaurarás como auténtico ideal prioritario de la llamada Carta Magna que en la nación haya orden y seguridad. ¡Señor, sí señor!
Procurador y General de la República, el licenciado que egresó de la Escuela Libre de Derecha redujo a fantasmagoría policial el sentido social de la Revolución y su máximo reflejo jurídico, la vilipendiada Constitución. Ayer utilizó el recuerdo de ese texto fundacional como presunta justificación histórica de desfiles militares de duración sexenal y de abusos y violaciones a los derechos humanos que hombres de distintos uniformes cometen por todo el país. El divisionario histórico (a partir de 2006 el país se escindió) por ello llamó con gran entusiasmo a los mexicanos a formar frentes unitarios a favor de la legalidad y la seguridad. ¡Señor, sí señor!
“Todos debemos unir fuerzas para que la ley sea el máximo referente del actuar de las autoridades y de los ciudadanos”, agregó requete mucho muy optimista el antedicho licenciado con apellido en aumentativo, mientras la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, escuchaba la cascada de denuncias documentadas y comprobadas de organizaciones no gubernamentales defensoras de esos derechos: Atenco, doña Ernestina, Pasta de Conchos, Oaxaca… sólo por citar algunos de los casos comparecientes ante la funcionaria internacional que luego dijo que “la impunidad es el mayor reto a vencer en el país”, que el arraigo judicial lo utilizan los gobiernos adictos a detener primero a los ciudadanos y después investigar, y que es peligroso para México mantener al Ejército en el combate al narcotráfico.
Pero el día felipense estuvo iluminado por la conversación telefónica sostenida con el jefe George W. quien, según un boletín de prensa de Los Pinos, “reconoció la labor del gobierno de México en materia de lucha contra el crimen organizado y reiteró su confianza en la inclusión de recursos para la Iniciativa Mérida en el presupuesto” estadunidense, visión amable que fue confirmada por el vocero del Consejo de Seguridad Nacional del país dominante. ¡Yeah! ¡Estrellita en la frente y esperanza de billetes de Troya! Ya con eso, lo de menos fue sobrellevar a los latosos cenecistas que no quieren negociar con caballos negros sino con calderones ejecutivos. Además, ayer también se produjo la coincidente coincidencia de que sendos jueces dictaron sentencias superables contra familiares del concesionario oficial llamado Joaquín (a un hermano, apodado El Mudo, 13 años de cárcel; al hijo, El Chapito, cinco: ambos estarán muy pronto en las calles gracias a las bajas penalidades impuestas).
Y, para cerrar el cuadro de alegría constitucional, el negocio del petróleo ya parece al alcance de las cuentas bancarias secretas (el emblemático Raúl Salinas de Gortari está en espera de que le devuelvan 130 millones de dólares que le estuvieron guardando en Suiza, todo, desde luego, producto del trabajo fecundo y creador: pura riqueza bien ¡ah vida!). Tan cerca parece el bisnes a los promotores asociados que despliegan toda su capacidad de inventiva política: que si Batel Cárdenas Lazarito será colocado en Pemex para que con sus datos familiares avale la reversa parcial pero progresiva del 18 de marzo de 1938; que si los priístas encarecen cuanto pueden el costo de su aprobación al paquete de reformas privatizadoras; que si se tiran al suelo los monopolistas del “análisis político” de los medios de comunicación electrónica porque el dirigente de una activa corriente social y política opositora a esa privatización solicita espacio para sus opiniones en la radio y la televisión que ha acusado de tender cercos informativos…
Giros políticos y bancarios mientras miembros de un movimiento tabasqueño, encabezados por un diputado perredista, tendían sugestivamente, durante unas horas, un cerco físico a campos petroleros de la entidad. Por lo pronto, el novoizquierdista Jesús Ortega se ha lanzado contra políticos innombrados, pero identificables mediante la clave secreta “peje”, que creen que es posible combatir a la derecha con “cañonazos de aire y retórica”. ¡Señor, no señor! ¡Así no se combate!, sino con elaboraciones discursivas –que no retóricas– como esa que en honor al síndrome de Estocolmo produjo ayer el candidato a presidente del PRD: “Claro que tenemos que cambiar las cosas en la situación de los energéticos –dijo comprometiendo desde ya un voto positivo del chuchismo legislativo a las propuestas calderónicas–, pero para liberarlos de quienes los tienen secuestrados actualmente”. Entonces, “el gobierno de derecha debe saber de nuestra enérgica posición en este sentido” (que consiste, según entiende el tecleador de chapopote, en que el chuchismo aprobará lo que propone el comandante Felipe pero no porque haya colaboracionismo o entreguismo, sino porque se busca rescatar los energéticos de los malos mexicanos que los han secuestrado (líderes sindicales y funcionarios pillos), para ahora entregarlos a los lindos y bien educados extranjeros que convertirán feas pillerías nacionales en elegantes ganancias trasnacionales. Bah: tanto cañoneo de aire para que los Chuchos acabaran en lo que ya se sabía.
Astillas
Le ha sido retirada a Jorge. G. Castañeda la cátedra que ejercía en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Nomás no iba a chambear, dicen los espías académicos comisionados por sus papás para mantener relaciones informativas secretas con esta columna. Que le dieran las gracias por los servicios no prestados generó inconformidad en el ex canciller foxista, al que no le van nada bien los ambientes estudiantiles de universidades públicas. Según eso, el director de la citada facultad, Fernando Pérez Correa, escuchó palabras nada comedidas, con tufo de amenaza política… ¡Hasta mañana, con el v x v, c x c, en Cancún!