Washington, EU Miércoles 19 de noviembre de 2008
12:10 La elección de Barack Obama representa una gran victoria para los sectores que opinan que las políticas de libre comercio de los últimos gobiernos generaban la pérdida de empleos y una degradación del medio ambiente. Esta es la primera vez en la historia moderna de los Estados Unidos "en que un candidato que postula un brusco giro en nuestras políticas comerciales, para beneficio de los trabajadores, los consumidores y el medio ambiente, es elegido presidente", sostiene un informe de Global Trade Watch, brazo de la organización Public Citizen, que vela por los derechos del ciudadano común. En el otro extremo, Dan Griswold, director del centro de políticas comerciales del Cato Institute, que defiende el libre comercio, fue igualmente tajante: "Estados Unidos va a dejar de lado su tradicional liderazgo en la economía mundial", pronosticó. Obama está de acuerdo con los postulados generales del partido Demócrata en relación con el comercio. Está a favor de expandir el intercambio comercial, pero dice que cualquier acuerdo debe proteger las plazas de trabajo en las industrias estadounidenses e incluir garantías de que se cumplen con las normas laborales y del medio ambiente. Ha prometido una política firme en relación con China. "Usaré todos los medios diplomáticos a mi disposición" para inducir a China a que cambie sus políticas de exportación y cambiaria, que han generado grandes desequilibrios comerciales, dijo Obama ante el Consejo Nacional de Organizaciones Textiles. Durante las internas demócratas, Obama y otros aspirantes a la presidencia hablaron de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Canadá y México, aunque el tema pasó a segundo plano en la campaña presidencial.
Claudia Herrera Beltrán (Enviada) Lima, 22 de noviembre. El presidente Felipe Calderón afirmó esperar que el próximo gobierno de Estados Unidos, que encabezará el demócrata Barack Obama, tenga “suficiente talento y sentido común” y no cometa el “error” de renegociar el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN). Ante empresarios líderes de los 21 países que integran el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), Calderón declaró ser alguien que cree en el mercado, y advirtió que si se renegocia el TLCAN –como lo han planteado los demócratas– los migrantes mexicanos “van a brincar el río o la barda o lo que pongan” los estadunidenses. Tras dar una conferencia sobre el impacto de la crisis mundial en la Cumbre de Altos Ejecutivos, que se realiza de manera paralela al foro de la APEC, Calderón recibió dos preguntas de empresarios sobre su postura en torno a la renegociación del TLCAN y los inconvenientes de la política de flexibilidad en el tipo de cambio. Renegociar el tratado “es una muy mala idea”, exclamó el Presidente en medio de aplausos de su auditorio, y argumentó que el propósito de esta iniciativa, que –aclaró– ha surgido de algunos círculos de Estados Unidos, es, “no nos engañemos”, que en vez de “más mercados y más comercio”, haya “menos mercados y menos comercio”. “Derrotar al neoproteccionismo” En la vigilada cumbre de APEC, donde el michoacano después participó junto con los jefes de Estado y de gobierno de 21 países que integran el organismo en los encuentros a puerta cerrada, señaló que por eso ha llamado a “derrotar al neoproteccionismo”. Con los influyentes empresarios de la región Asia Pacífico, señaló que con una renegociación “naturalmente” perdería México oportunidades, y previó que la migración que tanto preocupa a los americanos se vería agravada si se cerraran las oportunidades de productos mexicanos de acceso al mercado de Estados Unidos. Puso de ejemplo su tierra, Michoacán, que produce 40 por ciento de aguacates de todo el mundo y durante décadas fue el primer expulsor de trabajadores migratorios a Estados Unidos. Pero el día que el TLCAN “permitió que se vendieran aguacates en las calles de Estados Unidos, ese día comenzó Michoacán a dejar de ser el primer exportador de migrantes hacia Estados Unidos. Y su comercio ha crecido notablemente”. Pese a las limitaciones que el gobierno estadunidense puso durante años para la importación de aguacate mexicano, aun con la vigencia del TLCAN, explicó que en su tierra hay trabajo para esos trabajadores agrícolas gracias a este acuerdo comercial. “El día que se cierre el acceso de productos mexicanos a Estados Unidos, esos migrantes van a brincar el río o la barda o lo que pongan. Eso es un hecho.” En su alegato a favor del libre mercado, señaló que la solución es el intercambio comercial, y si no se cumple, el problema es para Estados Unidos y Canadá, porque actualmente la economía global marca que la competitividad se produce regionalmente. Aseguró que existe una preocupación de Estados Unidos de que sus productos, llámense vehículos o cualesquier otros, están perdiendo competitividad con Asia, con la parte Este de Europa y con América Latina. Insistió que México y Estados Unidos son dos economías absolutamente complementarias. “Es un caso de libro de texto, incluso; una es una economía grande, la otra pequeña; la de Estados Unidos es intensa en capital, la de México es intensiva en mano de obra; trabajo y capital se complementan. Es imposible aislar a las dos economías”, reiteró. Planteó que el riesgo consiste en que las dos economías se integren por una vía informal inadecuada, como es la migración indocumentada, en vez de integrarse mediante el libre comercio organizado, la inversión, los servicios, e incluso en el futuro tienen que integrarse no sólo el mercado de bienes, servicios, capital e inversiones, sino también el de trabajo. Añadió que no es un presidente que piense o sueñe ver en el futuro más connacionales yendo a la nación vecina, porque “a mí me duele cuando cada mexicano sale, porque sé que se nos va lo mejor de nuestra gente, los más trabajadores, los más capaces, los más audaces”. Por eso afirmó esperar que el próximo gobierno de Estados Unidos no cometerá el error de renegociar el TLCAN, “porque yo percibo que habrá el suficiente talento y sentido común en la próxima administración, al menos espero que así sea”. Luego de hacer una defensa de las políticas pro tipo de cambio flexible, señaló: “soy alguien que cree en el mercado, cree en el tipo de cambio flexible. Me parece que los ajustes de los mercados se deben dar. Y el mercado funciona cuando se deja que el mercado funcione”. Abundó: “cuando se interviene el mercado para alterar una variable, para pretender fijarla artificialmente alta o artificialmente baja por mucho tiempo, como ha ocurrido en algunas economías, se generan graves problemas de distorsión”.
Afp y Pl Bogotá, 22 de noviembre. Representantes del gobierno colombiano y de más de 300 comunidades indígenas del sur del país se reunieron este sábado en la capital, en busca de acuerdos sobre reclamos de tierras y otras exigencias que detonaron desde hace más de un mes una larga jornada de protestas. La comisión oficialista estuvo encabezada por el ministro del Interior y Justicia, Fabio Valencia, y por el de Agricultura, Andrés Felipe Arias, quienes en el primer encuentro con los indígenas discutieron principalmente las difíciles condiciones que enfrentan los pueblos afectados por la erupción del volcán Nevado del Huila, el pasado jueves. Sin embargo, el punto principal de la agenda continúa siendo la entrega de unas 200 mil hectáreas de tierras que pertenecieron a los pueblos indios y que, según el gobierno, están en vías de ser adquiridas, aunque los indígenas señalan que la mayoría de esos terrenos son improductivos. Además, los inconformes piden que el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos sea renegociado para tomar en cuenta el punto de vista de las comunidades indígenas y manifiestan su rechazo a diversas leyes agrarias y de minería que, según ellos, podrían afectar el entorno y la supervivencia de sus comunidades. A la reunión de hoy no asistió el presidente colombiano, Álvaro Uribe, quien se encuentra en Lima, Perú, para asistir a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, y tampoco delegados de las embajadas de Suiza, España, Estados Unidos y Suecia, como se había anunciado en un principio. Antes de comenzar el primer encuentro, Andrés Felipe Arias aseguró que el gobierno cumplirá los acuerdos de restitución de tierras, pero advirtió que “hay cosas que no se transan, como el TLC con Estados Unidos y las leyes aprobadas de desarrollo rural y estatuto minero”. En otro orden, el coordinador de Naciones Unidas en Colombia, Bruno Moro, advirtió que si el gobierno no cambia los términos de su propuesta de ley de reparación a las víctimas del conflicto armado, criticada por diversos organismos de derechos humanos, la situación puede tener consecuencias a escala internacional. Los críticos de dicha iniciativa señalan que ésta es “discriminatoria”, porque sólo plantea indemnizar a quienes ya han sufrido alguna pérdida, sin considerar a quienes la puedan padecer después, y además exige mayores requisitos administrativos para obtener dicha reparación del daño. |
FELIPE CALDERON SE HIZO PIPI EN LOS CALZONES, YA LE VAN A QUITAR SU "MESADA". ATENTOS A VER QUE TRAMPA ESCONDIDA SE DESCUBRE.
EL DUEÑO DE LAS CANICAS ES BARACK OBAMA Y HACE CON ELLAS LO QUE QUIERE.
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