¿Quién diablos es Andrea Chapela? Esta preparatoriana acaba de firmar un contrato con Urano para publicar una saga de cuatro libros de literatura fantástica. El primero, “La heredera”, será presentado mañana, pero ya cuenta con un ejército de internautas decididos a comprarlo. A sus 19 años sueña con seguir los pasos de J.K.Rowling. ¿Lo logrará? El Universal Viernes 27 de febrero de 2009 La carrera de Andrea Chapela ha sido meteórica, apenas tiene 19 años y ya publicó La heredera, primera entrega de una tetralogía que Ediciones Urano ha contratado completa y publicará entre 2009 y 2010. Su suerte es singular. Pocos autores firman convenios por obras que aún no escriben, pero a esa jovencita que a los 13 años comenzó a imaginar mundos y escribir historias en fanficcion.net, la editorial le ha apostado todo. La joven narradora que alterna sus exámenes trimestrales en el Colegio Alemán, con el examen de ingreso a la universidad para estudiar Química y la promoción de su primera novela publicada en el sello Puck, es la autora de la primera saga mexicana de literatura fantástica y sueña con seguir los pasos de sus autores predilectos: J.K. Rowling, J.R.R. Tolkien, C.S. Lewis o Philip Pullman. Aunque hizo sus primeros pininos en los fanfics, espacios en la web donde jóvenes de entre 15 y 25 años escriben sus novelas —algunas rebasan las mil páginas—, Andrea Chapela tuvo la fortuna de que Urano creyera en su mundo fantástico de Vaudïz, en el que vive la princesa Nannerl y que descubren Erick e Irene, dos jovencitos como ella, aventureros y con una imaginación desbordada. Poco deja a la inspiración; planifica cada personaje, cada vuelco a la historia, cada detalle de Vaudïz. “No sé cómo aprendí a trabajar, hago un bosquejo y sencillamente sé lo que tiene que pasar con la historia, hacia dónde va y lo que sucederá. Tal vez viene de mis lecturas, lo absorbí y lo pensé. Alguna vez leí que hay autores que se sientan y escriben lo que les sale y otros que planean; a mí me queda planear las historias, me ayuda a saber hacia dónde voy, aunque siempre le dejo un espacio a la inspiración, que de repente el libro tome vida solo, pero me gusta saber qué es lo que va a pasar, me ayuda a imaginar”. Chapela entregó el año pasado el segundo tomo de la saga, en siete meses deberá entregar la tercera parte y en el primer semestre de 2010 el último volumen; pero disfruta los plazos, incluso cuando se bloquea se pone a escribir nuevas historias; así tiene concluidas dos novelas cortas que ha titulado “Imaginaria” y “Juego de dados”, que con Vaudïz sólo comparten la fantasía: corren entre el mundo real y el imaginario. Si La heredera fue un tomo fácil que sólo abre preguntas que nunca cierra, “fue abrir y abrir y jugar y jugar, sin responder a nada”, en El creador —segundo volumen— tuvo que cerrar casi todas las preguntas visibles que había abierto y plantear nuevas. “Era más cuidadosa, trabajaba con tres líneas que esta vez sí se cruzan mucho más, algo que ocurría en una tenía que resolverse inmediatamente porque lo impactaba”, pero a cambio es el que más la ha divertido porque es el que tiene más batallas entre el bien y el mal. Ahora, con el tercer volumen que tiene como título tentativo “La cuentista”, Andrea Chapela enfrenta un nuevo reto: aunque está perfectamente planeada la historia y sabe qué ocurrirá y qué dejará para el final de la saga, no ha encontrado un principio que la cautive. “No sé qué fue sucediendo pero la historia cobró cuerpo. Me gustan los principios, sabía que el primer capítulo debería atrapar, así son las novelas de fantasía, con suspenso, tensión, misterio”. Pero antes de terminar ese tercer volumen que deberá quedar listo en septiembre de este año y mucho antes de que cierre la tetralogía con “El cuento”, Andrea escribe un “regalo” para sus 15 amigos, con los que se graduará de preparatoria en julio y que escribe bajo el título “María Sombrero”, una historia protagonizada por ella, quien encarna a una bruja torpe que está relacionada con esos 15 jóvenes con los que ha compartido seis años de su vida escolar. La hija de maestros universitarios pasó de la lectura a la escritura porque un amigo la retó a escribir una historia propia y no a darle finales alternos a Harry Potter como lo hacía en los foros y en fanfics; ahí comenzó a surgir Vaudïz, el mundo fantástico en el que creyeron sus editores para lanzar en el sello Puck la primera historia mexicana que mantenga e incremente a los lectores que lograron con Túneles, la novela de Brian Williams y Roderick Gordon, que ha publicado el mismo editor que descubrió a J.K. Rowling. Encontraron a una escritora en potencia, una jovencita que creó Vaudïz para escapar de su realidad adolescente y “para abstraerme; todo mundo dice que pasé mi adolescencia escribiendo y por eso no me di cuenta que la pasé. Pero también fue una manera de escapar de la realidad del país que muestran todos los días los periódicos”. Andrea Chapela es sólo una de los cientos de jóvenes que hacen literatura en internet en esos espacios en los que abundan historias originales sobre mundos fantásticos. “Ahí comencé a escribir a los 13 años, lo mismo que muchos otros chavos, pero no se cuántos terminen o si algunos tienen una tetralogía, supongo que muchos se quedan encerrados en el mundo de los fanfics aunque hay historias muy largas de mil o mil 200 páginas metidas allí y que son muy buenas. Sacar la mía fue más resultado de la suerte”. Para esa chica que estudiará química, sin dejar la literatura, y se nutre de historias fantásticas, lo mismo que de narradores clásicos y autores contemporáneos como el japonés Hiruki Murakami, escribir es sencillo: planea historias, delinea personajes, describe mundos fantásticos, pero no sabe qué seguirá luego de Vaudïz, sólo confía en que seguirá escribiendo. |
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