- Reconocido como el Louvre del cómic posee la colección de originales más grande de Europa
- Crean en Francia un museo consagrado al arte de la historieta
- Todos los grandes nombres de Francia y Bélgica están representados: desde Hergé hasta André Franquin, René Goscinny y Albert Uderzo
- De EU: Supermán, Charly Brown y varios de Marvel
Rolando Valdez, en su casa en El Alto, Bolivia, donde se gestó su creación: Super Cholita, heroína que puede volar gracias a sus superpoderes, que la ayudan a combatir la corrupción e impunidad. Viste la ropa típica de muchas indígenas bolivianas, a las cuales se conoce como cholas, pero es retratada al mejor estilo del manga.Foto Ap
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En Los Ángeles, Stan Lee, fundador de Marvel Comics, firma autógrafos a los visitantes de una muestra que se efectuó en esa ciudad estadunidenseFoto Reuters
John Lichfield
The Independent
París. Desde el pasado viernes, el cómic tiene su propio Louvre, un museo consagrado al arte de los globos de diálogo, los superhéroes, los jóvenes periodistas, los galos obstinados y los graciosos animales parlantes.
El Museo de la Tira Cómica (Musée de la Bande Dessinée), en Angouleme, en el suroeste de Francia, afirma poseer la colección más grande de dibujos originales para historietas existente en Europa y tal vez en el mundo entero.
En una fábrica acondicionada se han desplegado más de 8 mil dibujos originales y más de 110 mil revistas de historietas. Todos los grandes nombres del arte del cómic de Francia y Bélgica están representados: desde Hergé, padre de Tintin, hasta André Franquin (creador de Gaston Lagaffe y el Marsupilami) y René Goscinny y Albert Uderzo (Asterix). Hay también secciones dedicadas a las tiras cómicas estadunidenses, desde Peanuts (cuyo personaje central es Charlie Brown o Carlitos) hasta Supermán y los Marvel Comics.
El recinto tendrá pleno reconocimiento como Museo de Francia, junto con instituciones como el Louvre de París y el Palacio de Versalles. Su apertura marca la consagración de la bande dessinée –enorme industria en Francia, con ventas de 33 millones 600 mil historietas al año– como forma separada de arte por derecho propio.
El director del museo, Ambroise Lassalle, señaló: En parte celebramos el lado divertido de las historietas, forma de actividad recreativa muy popular entre los jóvenes y no sólo los jóvenes. Pero también queremos explicar, y celebrar, la rica historia del cómic y mostrar por qué ha sido reconocido en los 20 años pasados como una forma separada y legítima de arte, usada por quienes necesitan expresarse al mismo tiempo en palabras y dibujos.
El noveno arte, como en ocasiones se llama en Francia al cómic, ha ganado este año reconocimiento en el mundo artístico. El Louvre organizó en fechas recientes una exhibición de dibujos originales para cómic, el cual intentó rastrear la influencia de pintores clásicos sobre bedeistes (historietistas) famosos.
La lujosa revista francesa Beaux Arts, que se ocupa sobre todo de pintura y escultura, acaba de publicar una edición especial enteramente dedicada a la tira cómica. Fabrice Bousteau, su director, comentó: No hay distinción que valga la pena hacer entre artes plásticas y cómic. Los dos tienen derecho a ocupar un lugar en museos y librerías.
En Bélgica se abrió el mes pasado un museo dedicado a Hergé, creador de Tintin. El museo francés remplaza a uno mucho más pequeño que cerró hace 11 años. Angouleme es sede de un festival anual de la historieta, cada enero, y se ha erigido en capital europea de la tira cómica. El nuevo museo será el depósito oficial de todo libro de historietas que se publique en Francia, en la misma forma en que la Biblioteca Nacional de París recibe un ejemplar gratuito de todo libro publicado.
El director Lassalle observó que la colección del museo está dominada por obras francesas y belgas, pero que cuenta con una muy buena selección de dibujos estadunidenses, suizos, italianos, alemanes e incluso británicos. Gran Bretaña, por razones que escapan a los fanáticos del género, siempre ha sido un mercado difícil para el cómic (aparte de Beano y Dandy).
Los manga japoneses también están representados en Angouleme, pero sobre todo por ejemplares de revistas, más que dibujos originales.
¿Cuenta el museo con una pièce de résistance, una obra maestra que atraiga multitudes, como ocurre con los turistas que invaden el Louvre para ver la Mona Lisa? “Sí –contesta Lassalle–. Al menos en mi opinión, hay dos o tres planchas (grabados originales) que representan lo mejor de lo que la tira cómica ofrece. Son estupendos dibujos de la serie de Gaston Lagaffe de André Franquin (el gran creador belga de tiras cómicas, 1924-97). Rebosan de sutileza y humorismo, pero también muestran gran riqueza de movimiento.”
El Museo de la Tira Cómica (Musée de la Bande Dessinée), en Angouleme, en el suroeste de Francia, afirma poseer la colección más grande de dibujos originales para historietas existente en Europa y tal vez en el mundo entero.
En una fábrica acondicionada se han desplegado más de 8 mil dibujos originales y más de 110 mil revistas de historietas. Todos los grandes nombres del arte del cómic de Francia y Bélgica están representados: desde Hergé, padre de Tintin, hasta André Franquin (creador de Gaston Lagaffe y el Marsupilami) y René Goscinny y Albert Uderzo (Asterix). Hay también secciones dedicadas a las tiras cómicas estadunidenses, desde Peanuts (cuyo personaje central es Charlie Brown o Carlitos) hasta Supermán y los Marvel Comics.
El recinto tendrá pleno reconocimiento como Museo de Francia, junto con instituciones como el Louvre de París y el Palacio de Versalles. Su apertura marca la consagración de la bande dessinée –enorme industria en Francia, con ventas de 33 millones 600 mil historietas al año– como forma separada de arte por derecho propio.
El director del museo, Ambroise Lassalle, señaló: En parte celebramos el lado divertido de las historietas, forma de actividad recreativa muy popular entre los jóvenes y no sólo los jóvenes. Pero también queremos explicar, y celebrar, la rica historia del cómic y mostrar por qué ha sido reconocido en los 20 años pasados como una forma separada y legítima de arte, usada por quienes necesitan expresarse al mismo tiempo en palabras y dibujos.
El noveno arte, como en ocasiones se llama en Francia al cómic, ha ganado este año reconocimiento en el mundo artístico. El Louvre organizó en fechas recientes una exhibición de dibujos originales para cómic, el cual intentó rastrear la influencia de pintores clásicos sobre bedeistes (historietistas) famosos.
La lujosa revista francesa Beaux Arts, que se ocupa sobre todo de pintura y escultura, acaba de publicar una edición especial enteramente dedicada a la tira cómica. Fabrice Bousteau, su director, comentó: No hay distinción que valga la pena hacer entre artes plásticas y cómic. Los dos tienen derecho a ocupar un lugar en museos y librerías.
En Bélgica se abrió el mes pasado un museo dedicado a Hergé, creador de Tintin. El museo francés remplaza a uno mucho más pequeño que cerró hace 11 años. Angouleme es sede de un festival anual de la historieta, cada enero, y se ha erigido en capital europea de la tira cómica. El nuevo museo será el depósito oficial de todo libro de historietas que se publique en Francia, en la misma forma en que la Biblioteca Nacional de París recibe un ejemplar gratuito de todo libro publicado.
El director Lassalle observó que la colección del museo está dominada por obras francesas y belgas, pero que cuenta con una muy buena selección de dibujos estadunidenses, suizos, italianos, alemanes e incluso británicos. Gran Bretaña, por razones que escapan a los fanáticos del género, siempre ha sido un mercado difícil para el cómic (aparte de Beano y Dandy).
Los manga japoneses también están representados en Angouleme, pero sobre todo por ejemplares de revistas, más que dibujos originales.
¿Cuenta el museo con una pièce de résistance, una obra maestra que atraiga multitudes, como ocurre con los turistas que invaden el Louvre para ver la Mona Lisa? “Sí –contesta Lassalle–. Al menos en mi opinión, hay dos o tres planchas (grabados originales) que representan lo mejor de lo que la tira cómica ofrece. Son estupendos dibujos de la serie de Gaston Lagaffe de André Franquin (el gran creador belga de tiras cómicas, 1924-97). Rebosan de sutileza y humorismo, pero también muestran gran riqueza de movimiento.”
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya
kikka-roja.blogspot.com/
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