- En nombre de la madre tierra hay que erradicar el capitalismo, pide en la ONU el presidente
- Sin impuestazo ni gasolinazo, Bolivia tuvo superávit fiscal: Evo Morales
- Gracias a la recuperación de los hidrocarburos el ingreso en 2006 se multiplicó por siete, asegura
- Rechaza en la Asamblea General utilizar alimentos en la producción de biocombustibles para autos
Evo Morales dialoga con el presentador Jon Stewart (derecha) en el programa Daily Show Foto: Ap
Nueva York, 26 de septiembre. Evo Morales, presidente de Bolivia, no sólo apareció hoy ante la Asamblea General sino que también fue la estrella de uno de los programas de televisión más famosos e influyentes del país, e inyectó nuevo aire a la ya cansada retórica de la Organización de Naciones Unidas (ONU) al diagnosticar el “exceso de lujo” como una de las razones de los graves problemas sociales y ambientales que enfrenta el planeta, y recetó “erradicar” el capitalismo en nombre de la madre tierra. Morales ofreció discursos en el histórico Cooper Union, apareció en la televisión nacional y en los periódicos locales antes de presentarse esta tarde en la Asamblea General de la ONU. Después del iraní Mahmud Ahmadinejad, y con la ausencia de Fidel Castro y Hugo Chávez, Evo Morales está ahora entre la estrellas más reconocidas en esta obra política anual en la ONU y en las calles de este país. Seguro que provoca envidia. Y es que delegaciones, con sus líderes en medio, pasean con gran importancia por los pasillos de la ONU y calles a su alrededor, bajan y suben a limosinas rodeados de sus servicios secretos (poco secretos), pero en la mayoría de los casos se quedan asombrados de que casi nadie los reconozca. Pero este no es el caso del presidente boliviano, que hoy celebró la visión indígena del mundo, propuso ante la Asamblea General hacer de éste “el milenio de la vida”, criticó al presidente de Estados Unidos y envió un saludo a Fidel Castro, mientras denunciaba el modelo económico neoliberal que convierte a la “sagrada madre tierra” en mercancía.
Resaltó tanto ante la ONU como en otros foros que uno de los logros básicos de su gobierno fue retomar el control de los hidrocarburos en Bolivia. Morales describió que los gobiernos “neoliberales” habían privatizado los recursos nacionales como receta para mejorar la economía, incluso promoviendo un incremento de impuestos sobre los ingresos de los trabajadores, supuestamente para sanear las finanzas de la nación altiplánica. Todo esto, afirmó, sólo resultó en la descapitalización de la nación y un aumento del desempleo y la corrupción. Al llegar su gobierno, dijo, se impusieron nuevos controles a la operación de las empresas que explotan los hidrocarburos, con el resultado de que antes el Estado percibía sólo 300 millones de dólares al año por este rubro y ahora ese ingreso es de 2 mil millones, el que se pone a beneficio de las mayorías. “Quiero decirles que el año pasado, sin impuestazo, sin gasolinazo, Bolivia tuvo superávit fiscal gracias a la recuperación de un recurso natural como son (los) hidrocarburos, que es tan importante para mi país”, resumió. Y añadió: “quiero decirles a los presidentes de las naciones donde están privatizados los recursos naturales que es importante, con la fuerza del pueblo, recuperar ese recurso natural para que beneficie a los pueblos y la nación”. El gobierno boliviano, dijo el mandatario, reconoce el derecho de las empresas a las ganancias, “pero no como antes”. Agregó que “empezamos a descolonizar a Bolivia, tanto dentro como fuera (…) estamos construyendo el poder del pueblo y es el pueblo, y no algunos grupos de familias, (los) que deben tener el poder”. Dijo que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional imponían antes las políticas económicas, “pero eso ya se acabó”. Afirmó que “los mismos que padecen los problemas tienen la sabiduría para resolverlos (…) las fuerzas sociales”, y sentenció que “el modelo de concentrar el capital en manos de pocos no resuelve los problemas del mundo”.
Al abordar el tema prioritario de esta Asamblea General de la ONU, Morales dijo que se habla mucho del calentamiento global del planeta, pero poco sobre sus causas. “Proviene de una globalización que no respeta la diversidad (…) primero tenemos que globalizar a los seres humanos”. Denunció el hecho de que cuando los movimientos sociales defienden sus intereses ante un capitalismo desenfrenado, son sujetos a invasiones y llamados terroristas, y criticó directa e indirectamente al gobierno de George W. Bush en este contexto. Tras responder a la crítica de Bush contra Castro, le envió un saludo y dijo que el líder cubano “envía tropas a otros países para salvar vidas, no como otros que envían tropas para quitar vidas”. También criticó la privatización del agua y la calificó de violación de un derecho humano, al igual que la propuesta de los biocombustibles: “¿Cómo vamos a utilizar alimentos para carros; la tierra es para la vida”. El alimento y el agua no son mercancías, subrayó, y dijo que “este modelo económico ha llevado a provocar genocidios. Si estamos hablando de la vida, hay que abandonar el lujo (…) tenemos que hablar de la humanidad y no sólo de algunas familias”. Celebró la ratificación de la Declaración de los Derechos Indígenas de la ONU, que “hemos esperado 500 años”, e indicó que la visión indígena no es vengativa sino “una cultura de diálogo, una cultura de vida (…) Vivir bien en comunidad y armonía con la madre tierra, eso es sagrado”. Y concluyó insistiendo en que “tenemos que cambiar el modelo económico y erradicar el capitalismo” del planeta Tierra.
“Viaje impresionante”
Pero para un sector joven e influyente del público estadunidense que posiblemente nunca ha visto ni escuchará este discurso ante la ONU (el acto casi no se cubre en lo medios más allá de las actividades de Bush y Ahmadinejad, en ausencia de Chávez y Castro), Morales sorprendió anoche con su participación en el exitoso Daily Show, de Jon Stewart. Es un noticiero ficticio-satírico en un canal de cable que ha cobrado enorme influencia en Estados Unidos. Con un traductor, Morales sostuvo un intercambio con Stewart, que empezó señalando la extraordinaria llegada al poder de un líder campesino sin gran educación, “un viaje impresionante”. Morales le respondió: “todos tenemos derechos y no sólo los profesionales pueden llegar a ser presidente” de un país. Stewart le dijo que “tal vez en Bolivia, pero aquí en Estados Unidos el juego está un poco chueco”. Evo respondió: “pues entonces se necesita hacer algo para cambiar eso”, y así se ganó la primera de varias ovaciones del público. El presentador le preguntó sobre el respaldo del boliviano a Castro y Chávez, pues eso “aquí espanta”, le advirtió. Morales respondió que es necesario abrir el diálogo, “respetar las diferencias” y pensar sobre “el apoyo a la vida y a la humanidad”.
Nueva York, 26 de septiembre. Evo Morales, presidente de Bolivia, no sólo apareció hoy ante la Asamblea General sino que también fue la estrella de uno de los programas de televisión más famosos e influyentes del país, e inyectó nuevo aire a la ya cansada retórica de la Organización de Naciones Unidas (ONU) al diagnosticar el “exceso de lujo” como una de las razones de los graves problemas sociales y ambientales que enfrenta el planeta, y recetó “erradicar” el capitalismo en nombre de la madre tierra. Morales ofreció discursos en el histórico Cooper Union, apareció en la televisión nacional y en los periódicos locales antes de presentarse esta tarde en la Asamblea General de la ONU. Después del iraní Mahmud Ahmadinejad, y con la ausencia de Fidel Castro y Hugo Chávez, Evo Morales está ahora entre la estrellas más reconocidas en esta obra política anual en la ONU y en las calles de este país. Seguro que provoca envidia. Y es que delegaciones, con sus líderes en medio, pasean con gran importancia por los pasillos de la ONU y calles a su alrededor, bajan y suben a limosinas rodeados de sus servicios secretos (poco secretos), pero en la mayoría de los casos se quedan asombrados de que casi nadie los reconozca. Pero este no es el caso del presidente boliviano, que hoy celebró la visión indígena del mundo, propuso ante la Asamblea General hacer de éste “el milenio de la vida”, criticó al presidente de Estados Unidos y envió un saludo a Fidel Castro, mientras denunciaba el modelo económico neoliberal que convierte a la “sagrada madre tierra” en mercancía.
Resaltó tanto ante la ONU como en otros foros que uno de los logros básicos de su gobierno fue retomar el control de los hidrocarburos en Bolivia. Morales describió que los gobiernos “neoliberales” habían privatizado los recursos nacionales como receta para mejorar la economía, incluso promoviendo un incremento de impuestos sobre los ingresos de los trabajadores, supuestamente para sanear las finanzas de la nación altiplánica. Todo esto, afirmó, sólo resultó en la descapitalización de la nación y un aumento del desempleo y la corrupción. Al llegar su gobierno, dijo, se impusieron nuevos controles a la operación de las empresas que explotan los hidrocarburos, con el resultado de que antes el Estado percibía sólo 300 millones de dólares al año por este rubro y ahora ese ingreso es de 2 mil millones, el que se pone a beneficio de las mayorías. “Quiero decirles que el año pasado, sin impuestazo, sin gasolinazo, Bolivia tuvo superávit fiscal gracias a la recuperación de un recurso natural como son (los) hidrocarburos, que es tan importante para mi país”, resumió. Y añadió: “quiero decirles a los presidentes de las naciones donde están privatizados los recursos naturales que es importante, con la fuerza del pueblo, recuperar ese recurso natural para que beneficie a los pueblos y la nación”. El gobierno boliviano, dijo el mandatario, reconoce el derecho de las empresas a las ganancias, “pero no como antes”. Agregó que “empezamos a descolonizar a Bolivia, tanto dentro como fuera (…) estamos construyendo el poder del pueblo y es el pueblo, y no algunos grupos de familias, (los) que deben tener el poder”. Dijo que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional imponían antes las políticas económicas, “pero eso ya se acabó”. Afirmó que “los mismos que padecen los problemas tienen la sabiduría para resolverlos (…) las fuerzas sociales”, y sentenció que “el modelo de concentrar el capital en manos de pocos no resuelve los problemas del mundo”.
Al abordar el tema prioritario de esta Asamblea General de la ONU, Morales dijo que se habla mucho del calentamiento global del planeta, pero poco sobre sus causas. “Proviene de una globalización que no respeta la diversidad (…) primero tenemos que globalizar a los seres humanos”. Denunció el hecho de que cuando los movimientos sociales defienden sus intereses ante un capitalismo desenfrenado, son sujetos a invasiones y llamados terroristas, y criticó directa e indirectamente al gobierno de George W. Bush en este contexto. Tras responder a la crítica de Bush contra Castro, le envió un saludo y dijo que el líder cubano “envía tropas a otros países para salvar vidas, no como otros que envían tropas para quitar vidas”. También criticó la privatización del agua y la calificó de violación de un derecho humano, al igual que la propuesta de los biocombustibles: “¿Cómo vamos a utilizar alimentos para carros; la tierra es para la vida”. El alimento y el agua no son mercancías, subrayó, y dijo que “este modelo económico ha llevado a provocar genocidios. Si estamos hablando de la vida, hay que abandonar el lujo (…) tenemos que hablar de la humanidad y no sólo de algunas familias”. Celebró la ratificación de la Declaración de los Derechos Indígenas de la ONU, que “hemos esperado 500 años”, e indicó que la visión indígena no es vengativa sino “una cultura de diálogo, una cultura de vida (…) Vivir bien en comunidad y armonía con la madre tierra, eso es sagrado”. Y concluyó insistiendo en que “tenemos que cambiar el modelo económico y erradicar el capitalismo” del planeta Tierra.
“Viaje impresionante”
Pero para un sector joven e influyente del público estadunidense que posiblemente nunca ha visto ni escuchará este discurso ante la ONU (el acto casi no se cubre en lo medios más allá de las actividades de Bush y Ahmadinejad, en ausencia de Chávez y Castro), Morales sorprendió anoche con su participación en el exitoso Daily Show, de Jon Stewart. Es un noticiero ficticio-satírico en un canal de cable que ha cobrado enorme influencia en Estados Unidos. Con un traductor, Morales sostuvo un intercambio con Stewart, que empezó señalando la extraordinaria llegada al poder de un líder campesino sin gran educación, “un viaje impresionante”. Morales le respondió: “todos tenemos derechos y no sólo los profesionales pueden llegar a ser presidente” de un país. Stewart le dijo que “tal vez en Bolivia, pero aquí en Estados Unidos el juego está un poco chueco”. Evo respondió: “pues entonces se necesita hacer algo para cambiar eso”, y así se ganó la primera de varias ovaciones del público. El presentador le preguntó sobre el respaldo del boliviano a Castro y Chávez, pues eso “aquí espanta”, le advirtió. Morales respondió que es necesario abrir el diálogo, “respetar las diferencias” y pensar sobre “el apoyo a la vida y a la humanidad”.
Al final, bromeando, le pidió a Stewart: “por favor, no me consideren parte del eje del mal”.
En su entrevista con Juan González, del New York Daily News, publicada hoy, Morales afirmó que “los pueblos indígenas son la reserva moral de la humanidad” y celebró como triunfo la adopción de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas; sólo Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda no han firmado esa declaración. El único jefe de Estado indígena del hemisferio llegó para entregar su mensaje ante el mundo: es hora de rescatar al planeta y a la humanidad. Cuando camina por pasillos y calles aquí, cada vez es más reconocido, mientras representantes de muchos de los otros 180 países de la ONU continúan diciendo más de lo mismo.
Kikka Roja