Fallo histórico sacerdote católico condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidadconfirmado .net
El fallo que sentenció la cadena perpetua para un sacerdote católico argentino por siete asesinatos cometidos durante la dictadura argentina es calificado de histórico por ser la primera vez que se encarcela a un miembro de la Iglesia en Argentina. Un tribunal de La Plata sentenció a cadena perpetua al sacerdote Christian Von Wernich por el asesinato de siete personas, la tortura de 30, además de estar involucrado en 42 casos de secuestro. Varias personas que permanecían fuera del tribunal, y esperaban el fallo, festejaron eufóricos al conocer la resolución. El veredicto fue unánime de los tres jueces encargados de juzgar a Von Wernich.
El sacerdote fue capellán de la policía bonaerense y usaba su poder que mantenía en la Iglesia para obtener información de sus capturados. Cerca de 100 testigos contaron como Christian Von Wernich acudía a sus lugares de detención y los persuadía para que comenten lo que conocían. Los declarantes explicaron como el clérigo usaba expresiones como "tu vida depende de Dios y de que colabores" para tratar de sacar información a sus torturados, informó el diario El País. Durante el juicio Von Wernich se defendió mediante la exclamación de palabras como “perdón” y “reconciliación”. El sacerdote se declaró víctima de una conspiración en su contra fundamentado con testimonios falsos y comparó a sus acusadores con el diablo. Mientras que los familiares de las víctimas gritaban “asesino” en su contra. El acusado expresó que su presencia en los centros de detención de Buenos Aires se debía a una labor pastoral. Mientras que la Iglesia Católica de Argentina se pronunció consternada por estos delitos cometidos por Von Wernich. En un comunicado enviado por el presidente del Episcopado, el cardenal Jorge Bergoglio, se expresa que “creemos que los pasos que la justicia da en el esclarecimiento de estos hechos deben servir para renovar los esfuerzos de todos los ciudadanos en el camino de la reconciliación y son un llamamiento a alejarnos, tanto de la impunidad como del odio o el rencor”.
El sacerdote fue capellán de la policía bonaerense y usaba su poder que mantenía en la Iglesia para obtener información de sus capturados. Cerca de 100 testigos contaron como Christian Von Wernich acudía a sus lugares de detención y los persuadía para que comenten lo que conocían. Los declarantes explicaron como el clérigo usaba expresiones como "tu vida depende de Dios y de que colabores" para tratar de sacar información a sus torturados, informó el diario El País. Durante el juicio Von Wernich se defendió mediante la exclamación de palabras como “perdón” y “reconciliación”. El sacerdote se declaró víctima de una conspiración en su contra fundamentado con testimonios falsos y comparó a sus acusadores con el diablo. Mientras que los familiares de las víctimas gritaban “asesino” en su contra. El acusado expresó que su presencia en los centros de detención de Buenos Aires se debía a una labor pastoral. Mientras que la Iglesia Católica de Argentina se pronunció consternada por estos delitos cometidos por Von Wernich. En un comunicado enviado por el presidente del Episcopado, el cardenal Jorge Bergoglio, se expresa que “creemos que los pasos que la justicia da en el esclarecimiento de estos hechos deben servir para renovar los esfuerzos de todos los ciudadanos en el camino de la reconciliación y son un llamamiento a alejarnos, tanto de la impunidad como del odio o el rencor”.
- Cadena perpetua para un cura que colaboró con la dictadura argentina
La Plata. El sacerdote Christian Von Wernich, acusado por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura (1976-83), fue condenado este martes a cadena perpetua. La decisión, sin embargo, no es definitiva. Quedan varias instancias superiores a las que la defensa puede apelar, y Marcelo Peña, uno de los abogados del sacerdote, advirtió desde temprano que si el tribunal condenaba a su cliente recurriría la decisión. El sacerdote, de 69 años, había tildado de demoníacos a los sobrevivientes de campos clandestinos de la dictadura (1976-83) que testificaron en su contra en un resonante juicio por violación de los derechos humanos."El testigo falso es el demonio, porque está preñado de malicia", acusó el sacerdote católico. Los supuestos diablos que hablaron contra él, sin embargo, lograron que la corte les creyera. El Tribunal Federal Oral de La Plata (57 kilómetros al sur), presidido por el juez Carlos Rozanski, dio a conocer la sentencia este martes, ante una sala colmada y con manifestantes en la calle exigiendo con pancartas y cánticos la condena del sacerdote. La tensión fue tal durante todo el día que inclusive se registró una amenaza de bomba en el tribunal, lo que motivó el desalojo de la sala aunque resultó ser una falsa alarma. Personal de bomberos revisó el salón de audiencias y ordenó evacuar a los empleados del edificio en la ciudad de La Plata, sin haber hallado artefacto explosivo alguno, a 60 kilómetros al sur de Buenos Aires.
En lo que se aclaraba lo sucedido, el sacerdote fue llevado a resguardo hasta un lugar que la policía se negó a revelar, dijo una fuente de los tribunales. En tanto, decenas de personas, entre miembros del Poder Judicial, familiares de las víctimas y abogados tuvieron que retirarse hacia patios externos de la corte. El lunes, en una extensa jornada de alegatos, la fiscalía y los abogados de la querella solicitaron la prisión perpetua del ex capellán de la policía de la provincia de Buenos Aires y asiduo concurrente a diferentes campos de concentración. Se trata del primer juicio contra un sacerdote acusado de crímenes de lesa humanidad durante una dictadura en Latinoamérica. El fiscal Carlos Dulau Dumm dio por probada la participación del cura en los lugares de detención y tortura: “Está claro que Von Wernich no realizaba una función pastoral, sino que cumplía un rol dinámico y era un interrogador habitual en los centros clandestinos de detención”, sostuvo. La fiscalía dio por probado que el ex capellán “es culpable de la comisión de delitos de altísima criminalidad”. Von Wernich (69 años) está acusado por haber participado en siete homicidios, 31 torturas y 42 secuestros en cinco centros clandestinos de detención de la provincia de Buenos Aires.
Si bien solicitó la reclusión perpetua, la fiscalía acusó al cura de seis homicidios por considerar que uno de ellos no había sido probado, lo que originó incidentes en el recinto, que fue desalojado por orden de Rozanski. Por su parte, las seis abogadas que integran el colectivo “Justicia Ya” marcaron una diferencia y pidieron un cambio de calificación para que se impute al sacerdote el delito de genocidio. “El genocidio tiene una preparación, un desarrollo y una justificación posterior. Todo el que participa de cualquiera de esas etapas es cómplice”, argumentó la abogada Verónica Boggiano ante el tribunal. También aludió a la “relación entre la Iglesia (Católica) y el poder político durante la dictadura” y aseguró que con su “discurso de protección de la moral occidental y cristiana le dio marco al genocidio”. La Iglesia, cuyo papel durante el régimen militar es cuestionado por los sobrevivientes y organismos de derechos humanos, no se pronunció sobre el caso. Von Wernich fue sometido a proceso, luego de la reapertura de causas que permitió la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final en 2003. Al ex capellán se le imputa la coautoría en los homicidios calificados de Domingo Moncalvillo, María del Carmen Morettini, Cecilia Idiart, María Magdalena Mainer, Pablo Mainer, Liliana Galarza y Nilda Salomone, quienes estuvieron secuestrados y fueron asesinados.
Un centenar de testigos, entre ellos sobrevivientes de centros de detención y familiares de víctimas, dieron su testimonio durante el proceso que se inició el 5 de julio. Von Wernich, quien estuvo presente para escuchar el fallo en la sala de audiencias, sentado detrás de un vidrio y protegido por un chaleco antibalas. Además de Von Wernich, hay en Argentina —un país de mayoría católica— una veintena de capellanes policiales, militares y penitenciarios denunciados por sus actividades en la dictadura.
En lo que se aclaraba lo sucedido, el sacerdote fue llevado a resguardo hasta un lugar que la policía se negó a revelar, dijo una fuente de los tribunales. En tanto, decenas de personas, entre miembros del Poder Judicial, familiares de las víctimas y abogados tuvieron que retirarse hacia patios externos de la corte. El lunes, en una extensa jornada de alegatos, la fiscalía y los abogados de la querella solicitaron la prisión perpetua del ex capellán de la policía de la provincia de Buenos Aires y asiduo concurrente a diferentes campos de concentración. Se trata del primer juicio contra un sacerdote acusado de crímenes de lesa humanidad durante una dictadura en Latinoamérica. El fiscal Carlos Dulau Dumm dio por probada la participación del cura en los lugares de detención y tortura: “Está claro que Von Wernich no realizaba una función pastoral, sino que cumplía un rol dinámico y era un interrogador habitual en los centros clandestinos de detención”, sostuvo. La fiscalía dio por probado que el ex capellán “es culpable de la comisión de delitos de altísima criminalidad”. Von Wernich (69 años) está acusado por haber participado en siete homicidios, 31 torturas y 42 secuestros en cinco centros clandestinos de detención de la provincia de Buenos Aires.
Si bien solicitó la reclusión perpetua, la fiscalía acusó al cura de seis homicidios por considerar que uno de ellos no había sido probado, lo que originó incidentes en el recinto, que fue desalojado por orden de Rozanski. Por su parte, las seis abogadas que integran el colectivo “Justicia Ya” marcaron una diferencia y pidieron un cambio de calificación para que se impute al sacerdote el delito de genocidio. “El genocidio tiene una preparación, un desarrollo y una justificación posterior. Todo el que participa de cualquiera de esas etapas es cómplice”, argumentó la abogada Verónica Boggiano ante el tribunal. También aludió a la “relación entre la Iglesia (Católica) y el poder político durante la dictadura” y aseguró que con su “discurso de protección de la moral occidental y cristiana le dio marco al genocidio”. La Iglesia, cuyo papel durante el régimen militar es cuestionado por los sobrevivientes y organismos de derechos humanos, no se pronunció sobre el caso. Von Wernich fue sometido a proceso, luego de la reapertura de causas que permitió la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final en 2003. Al ex capellán se le imputa la coautoría en los homicidios calificados de Domingo Moncalvillo, María del Carmen Morettini, Cecilia Idiart, María Magdalena Mainer, Pablo Mainer, Liliana Galarza y Nilda Salomone, quienes estuvieron secuestrados y fueron asesinados.
Un centenar de testigos, entre ellos sobrevivientes de centros de detención y familiares de víctimas, dieron su testimonio durante el proceso que se inició el 5 de julio. Von Wernich, quien estuvo presente para escuchar el fallo en la sala de audiencias, sentado detrás de un vidrio y protegido por un chaleco antibalas. Además de Von Wernich, hay en Argentina —un país de mayoría católica— una veintena de capellanes policiales, militares y penitenciarios denunciados por sus actividades en la dictadura.
- Ejemplar, la condena al sacerdote: Kirchner; obispo pide perdón
Von Wernich formó parte de "la maquinaria infernal”, expresó el presidente argentino. Buenos Aires. El presidente argentino, Néstor Kirchner, calificó de "ejemplar" la condena a reclusión perpetua al ex capellán de la policía de la provincia de Buenos Aires por crímenes cometidos durante la dictadura. El ex capellán Christian Von Wernich fue condenado el martes a reclusión perpetua por los delitos de privación ilegal de la libertad, aplicación de tormentos y homicidio. El tribunal dijo que la condena se produjo "en el marco del genocidio que tuvo lugar en la Argentina entre los años 1976 y 1983". "Ha habido una condena ejemplar", dijo Kirchner, quien aseguró que Von Wernich formó parte de "la maquinaria infernal de la dictadura". Según denuncias de organizaciones de derechos humanos, unas 30 mil personas fueron secuestradas por el régimen militar y la mayoría de ellas permanece desaparecida. Por su parte, el obispo católico Martín de Elizalde, de la diócesis a la que pertenece el sacerdote Christian Von Wernich, condenado a reclusión perpetua por delitos de lesa humanidad durante la dictadura argentina (1976-1983), pidió perdón este miércoles y expresó un arrepentimiento. El prelado prometió resolver a futuro la situación del cura, que por el momento continúa sin haber sido sancionado por la Iglesia, según un comunicado divulgado este miércoles. "Que un sacerdote, por acción o por omisión, estuviera tan lejos de las exigencias de la misión que le fue confiada, nos lleva a pedir perdón, con arrepentimiento sincero", afirmó el obispo de la ciudad de Nueve de Julio, en la provincia de Buenos Aires (centro-este). El dirigente religioso señaló que "oportunamente, se habrá de resolver, conforme a disposiciones del Derecho Canónico, la situación de Christian Von Wernich", sin mencionar la posibilidad de que se le otorgue alguna sanción eclesiástica.